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Full text of "Biblioteca Clásica Gredos"

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PLUTARCO 


Y DE COSTUMBRES 


(MORALIA) 


X 


ERÓTICO » NARRACIONES DE AMOR + SOBRE LA NECESIDAD DE 
QUE EL FILÓSOFO CONVERSE CON LOS GOBERNANTES +» A UN GO- 
BERNANTE FALTO DE INSTRUCCIÓN + SOBRE SI EL ANCIANO DEBE 
INTERVENIR EN POLÍTICA + CONSEJOS POLÍTICOS » SOBRE LA MO- 
NARQUÍA, LA DEMOCRACIA Y.LA OLIGARQUÍA + LA INCONVE- 


NIENCIA DE CONTRAER DEUDAS + e 
DORES - COMPARACIÓN DE ARISTÓFANES Y MENANDRO 


INTRODUCCIONES, TRADUCCIONES Y NOTAS POR 


MARIANO VALVERDE SÁNCHEZ, HELENA RODRÍGUEZ 
SOMOLINOS Y CARLOS ALCALDE MARTÍN 


EDITORIAL GREDOS 





BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 309 


Asesor para la sección griega: CARLOS GARCÍA GUAL. 


Según las normas de la B. C. G., la traducción de este volumen ha sido 
revisada por ELISA Á. Nigro ALBA, 


O EDITORIAL GREDOS, S. A. 


Sánchez Pacheco, 85, Madrid, 2003, 
www.editorialgredos.com 


Las traducciones, introducciones y notas han sido llevadas a cabo por: 
MARIANO VALVERDE SÁNCHEZ (Erófico, Narraciones de amor, Vidas 
de los diez oradores y Comparación de Aristófanes y Menandro), 
HeLena RODRÍGUEZ SOMOLINOS (Sobre la necesidad de que el filó- 
sofo converse especialmente con los gobernantes, A un gobernante 
falto de instrucción y Sobre si el anciano debe intervenir en política) 
y CARLOS ALCALDE MarTÍN (Consejos políticos, Sobre la monar- 
quía, la democracia y la oligarquía y La inconveniencia de contraer 
deudas), 


Depósito Legal: M. 23364-2003. 


ISBN 84-249-16101-8. Obra completa. 
ISBN 84-249-2381-2. Tomo X. 


Impreso en España. Printed in Spain. - 


Gráficas Cóndor, S. A. 
Esteban Terradas, 12. Polígono Industrial. Leganés (Madrid), 2003. 


Encuadernación Ramos. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


INTRODUCCIÓN 


Las Vidas de los diez oradores conservadas en el corpus 
de Moralia (núm. 55, 832B-852E, en la ordenación de H. 
Estéfano; núm. 63 en la de M. Planudes), que figuran en el 
Catálogo de Lamprias con el número 41, son consideradas 
por la crítica en general como una obra ajena al escritor de 
Queronea?, Su atribución a Plutarco puede remontar a los 
siglos m o rv d. C., fecha probable de la redacción del Ca- 
tálogo. Los motivos que inducen a considerar apócrifa la 
obra son de índole diversa: en los escritos conservados de 
Plutarco no hay referencia alguna a estas Vidas; el estilo y 
la composición están muy alejados de la manera plutarquea 
de exponer en las Vidas paralelas; la Vida de Demóstenes, 
por ejemplo, no guarda paralelos con la correspondiente bio- 
grafía de Plutarco. En todo caso, como apunta K. Ziegler?, 
no es extraño que una obra como ésta fuese atribuida en la 
Antigúedad al biógrafo por excelencia. 


t A. WESTERMANN, Plutarchi Vitae Decem Oratorum, Leipzig, 1833, 
defendió la paternidad de Plutarco. Pero la consideración de la obra como 
espuria es prácticamente unánime desde A. ScrarrER, Commentatio de 
libro Vitarum X oratorum, Dresde, 1844, págs. 1-38. 

2 Plutarco, Brescia, 1965, pág. 287. 


420 VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


La fecha de su composición también es incierta. Puede 
fijarse la mitad del siglo 1 como límite cronológico de anti- 
güedad, ya que los autores más recientes citados en las Vi- 
das son Cecilio de Caleacte y Dionisio de Halicarnaso, am- 
bos de época augústea. Ciertas similitudes con las Vidas de 
los sofistas de Filóstrato han hecho pensar en las biografías 
pseudoplutarqueas como fuente de éste”, lo que fijaría el fi- 
nal del siglo 1 como término cronológico más tardío; pero 
los parecidos entre ambas obras también pueden derivar de 
una fuente común. Por lo demás, el texto de las Vidas pre- 
senta en algunas partes una estructura tan heterogénea que 
su redacción podría incluso remontar a diversas fases y au- 
tores que habrían ido añadiendo materiales al núcleo primi- 
tivo*. 

La obra contiene las biografías de los diez oradores áti- 
cos (Antifonte, Andócides, Lisias, Isócrates, Iseo, Esquines, 
Licurgo, Demóstenes, Hiperides y Dinarco), y además tres 
decretos. El canon de los diez oradores áticos (el uso del 
término canon en este sentido es moderno) puede haberse 
constituido probablemente entre los siglos m y 11 a. C., en el 
contexto de la actividad filológica dominante en Alejandría 
en la época de los Tolomeos?. En tiempos de Aristófanes de 
Bizancio (finales del s. mu a. C.) se habían hecho ya listas 
selectivas de los mejores oradores“. En cualquier caso, el 
testimonio más antiguo sobre el canon lo constituye el trata- 


3 Cf. Fr, Brass, Die attische Beredsamkeit I, Leipzig, 1887 (2.* ed.), 
pág. 93. 

^ Para esta hipótesis, cf. A. PRAssr, De Plutarchi quae feruntur Vitis 
Decem Oratorum, t. doct., Marburg, 1891, págs. 6-8. | 

* Cf. R. S. SurrH, «A new look at the Canon of the ten Attic orators», 
Mnemosyne 48 (1995), 66-79, con discusión de la problemática y biblio- 
grafía. 

6 Cf. R. Prerrrer, Historia de la filología clásica 1, Madrid, 1981, 
págs. 368 ss. 


INTRODUCCIÓN 421 


do Sobre el estilo de los diez oradores compuesto, segün la 
Suda, por Cecilio de Caleacte, de modo que algunos atribu- 
yen a Cecilio mismo la formación del canon. Con posterio- 
ridad hay referencias en Quintiliano (Inst. Orat. X 1, 76-80) 
y en Hermógenes (Sobre las formas de estilo Il 396-403), 
así como en los lexicógrafos Harpocración (Léxico de los 
diez oradores) y Pólux (Onomástico). 

El propio texto de las Vidas ofrece múltiples referencias 
a fuentes. Pero se trata en muchos casos de indicaciones sin 
nombre («segün dicen algunos»); otras veces remiten a obras 
perdidas; y, en fin, algunas de esas referencias probable- 
mente no señalan la fuente directa de nuestro texto, sino una 
fuente anterior indirecta. En todo caso, parece evidente que 
el autor de las Vidas ha manejado un material diverso y ha 
mezclado noticias de diferente procedencia. La Vida de Li- 
curgo, por ejemplo, recoge una abundante documentación. 
En general hay acuerdo en considerar que las biografías 
pseudo-plutarqueas tienen una deuda fundamental con las 
obras de Cecilio de Caleacte y de Dionisio de Halicarnaso 
sobre los oradores áticos?, Así, el núcleo de las biografías 
de Lisias, Isócrates, Iseo y Dinarco refleja una clara depen- 


7 Véase en este sentido I. WonriuNGTON, «The Canon of the Ten At- 
tic Orators», Persuasion: Greek Rhetoric in action, Londres, 1994, págs. 
244-263. 

8 CeEciLto compuso una Comparación entre Demóstenes y Esquines, 
hoy perdida, un tratado Sobre Lisias, también perdido, y otro Sobre el 
estilo de los diez oradores, del que tenemos algunos fragmentos. DioNr- 
sio, amigo y poco más joven que Cecilio, dedicó al tema varias obras 
conservadas (un tratado Sobre los oradores antiguos, con estudios sobre 
Lisias, Isócrates e Iseo, un ensayo Sobre el estilo de Demóstenes y otro 
sobre Dinarco, y la Primera carta a Ameo), así como otros tratados per- 
didos, 


422 VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


dencia de Dionisio con paralelos muy estrechos?. Y la bio- 
grafía de Antifonte se ha servido, al parecer, de la obra de 
Cecilio ?. En otros casos la pérdida de buena parte de la lite- 
ratura biográfica, que había gozado de una fecunda tradi- 
ción desde el siglo rv a. C., impide o dificulta gravemente 
una valoración más precisa. Oradores como Isócrates o De- 
móstenes habían sido objeto de gran número de escritos !!. 
Algunas informaciones sobre ellos y también sobre Hiperi- 
des proceden seguramente de Hermipo, biógrafo peripatéti- 
co del s. nr a. C., pero ignoramos si el autor de las Vidas 
pudo conocerlo directamente o a través de Cecilio, que lo 
usó para su obra consagrada a los oradores. La composi- 
ción de las Vidas refleja, pues, una labor de compilación a 
partir de biógrafos y críticos anteriores. En cambio, no siem- 
pre parece haber sacado provecho de los discursos de los 
oradores biografiados, pues una lectura directa de los mis- 
mos seguramente habría evitado algunas de las inexactitu- 


? Cf. M. CuvicoNy, Plutarque. Oeuvres Morales, T. XII (1), Paris, 
1981, págs. 28 ss. 

10 Cf. M. J. EDWARDS, «Notes on the Pseudo-Plutarch's Life of Anti- 
phon», Class. Quart. 48 (1998), 82-92. 

!! En la Vida de Demóstenes (30, 4) PLurarco alude a la existencia 
de multitud de escritos sobre el orador. Con todo, a pesar de lo mucho 
que se ha perdido, sobre Demóstenes conservamos un abundante mate- 
rial: junto a la biografía plutarquea y la pseudoplutarquea, tres biografías 
más (de Libanio, de Zósimo y otra anónima), dos tratados de Dionisio 
(Sobre el estilo de Demóstenes y Primera carta a Ámeo) y una obra de 
Luciano (Encomio de Demóstenes); además de otra biografía anónima en 
un fragmento papiráceo (P. Oxy. 1800, fr. 3). 

12 Hermipo de Esmirna escribió unas Vidas de los que brillaron en la 
educación y un tratado Sobre los discipulos de Isócrates, donde, entre 
otros, se ocupaba de Hiperides (según el testimonio de ATENEO, VIII 
3420). En las Vidas pseudoplutarqueas Hermipo es citado una vez (849c). 
Pr.urAnco remite a él a menudo en la Vida de Demóstenes (5, 7; 11, 4; 
28, 3; 30, 1). 


INTRODUCCIÓN 423 


des presentes en el texto (en particular sobre Andócides, 
Isócrates, Esquines y Demóstenes). 

También resulta difícil determinar la relación de las Vi- 
das pseudoplutarqueas con otras obras posteriores del géne- 
ro. Las Vidas de los sofistas de Filóstrato, que datan de la 
primera mitad del siglo xu, contienen biografías de tres de 
los diez oradores áticos (Antifonte, I 15; Isócrates, I 17; y 
Esquines, I 18), en las que se aprecian algunas similitudes y 
también diferencias de tratamiento con las correspondientes 
Vidas pseudoplutarqueas. Asimismo, la biografía anónima 
de Antifonte, que acompaña a sus discursos en los manus- 
critos, presenta paralelos casi literales con la Vida pseudo- 
plutarquea. Pero en ninguno de ambos casos las coinciden- 
cias implican necesariamente una dependencia directa del 
texto pseudoplutarqueo, pues también cabe pensar en la exis- 
tencia de una fuente común, 

La estructura de las Vidas responde, ¡en términos gene- 
rales, al esquema típico del género . La exposición sigue la 
línea cronológica del personaje biografiado (linaje y proce- 
dencia del orador, educación y maestros, actividad profesional 
y püblica, producción oratoria, y carácter de su elocuencia); 
y en este desarrollo se van incorporando hechos, anécdotas, 
chreíai, etc. La caracterización del estilo y la técnica retóri- 
ca de cada orador recibe un tratamiento más bien escaso '". 
La narración procede de forma aditiva a base de nexos pre- 
dominantemente copulativos y paratácticos. El estilo refleja 


U Véase, para el caso de las Vidas paralelas de Plutarco, A. PÉREZ 
JIMÉNEZ, Plutarco. Vidas paralelas 1, Madrid (B. C. G. 77), 1985, págs. 
100-105, 

^ En diferentes lugares de su obra Plutarco ofrece interesantes obser- 
vaciones sobre cl estilo de los tres grandes oradores áticos (Isócrates, De- 
móstenes y Lisias), que se hallan recogidas en R. JEuckzws, Plutarch von 
Chaeronea und die Rhetorik, Bstrasburgo, 1908, págs. 83-95. 


424 VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


algunos caracteres propios de la lengua griega comün y po- 
pular, como el abundante uso del copulativo kaí y la posi- 
ción frecuente del verbo a comienzo de frase”. La mera 
acumulación de noticias y la reiteración de ciertas expresio- 
nes (como la insistente remisión a fuentes) denotan una 
composición que adolece de inconsistencias y de contradic- 
ciones internas en algunos pasajes. En todo caso, la obra 
proporciona un rico material sobre los oradores áticos y re- 
coge incluso noticias que sólo nos son conocidas por su tes- 
timonio. 

En cuanto a los Decretos, los dos primeros no revisten 
la forma de los decretos áticos, sino que en realidad contie- 
nen las solicitudes dirigidas al Consejo por Demócares y 
Laques para rendir honores a Demóstenes y Demócares res- 
pectivamente. El tercero sí reproduce un decreto del pueblo 
en honor del orador Licurgo, parcialmente conservado en 
dos inscripciones (Inscriptiones Graecae II 12.9 457 y 513) 
que contienen algunas diferencias con el texto de la tradi- 
ción manuscrita ". Además, en la Vida de Antifonte se con- 


15 Las numerosas infracciones a la regla del hiato, que Plutarco en gene- 
ral procura evitar, han sido aducidas como rasgo lingúístico divergente para 
negar la paternidad plutarquea de las Vidas: cf. B. WeisseNnERGER, La lin- 
gua di Plutarco di Cheronea e gli scritti pseudoplutarchei, Nápoles, 1994, 
págs. 106 s. 

16 En la Vida de Isócrates, por ejemplo, se leen varias repeticiones: 
matrimonio con Plátane (838A y 839B); procesos de defensa (838A y 
839C); y muerte del orador (837E y 838B). En la Vida de Demóstenes 
(848C) se habla sucesivamente de su negativa a la improvisación y de su 
hábito de improvisar. En cambio, la confusión de actuaciones de distintos 
personajes homónimos en la Vida de Antifonte (832F-833B) reproduce 
una tradición antigua. 

17 Cf. A. N. OIKONOMIDES, «The epigraphical tradition of the decree of 
Stratokles honoring post mortem the orator Lykourgos», Ancient World 14 
(1986), 51-56. 


INTRODUCCIÓN 425 


serva el decreto en virtud del cual el orador fue juzgado y 
condenado a muerte. 

La tradición manuscrita de las Vidas de los diez orado- 
res presenta dos ramas '*: una constituida por el Parisinus 
gr. 1957 (E), del siglo xi, que contiene sólo una décima 
parte de la obra (texto de las tres primeras biografías incom- 
pleto); y otra representada por los manuscritos del corpus 
Planudeum, cuyo prototipo es el Ambrosianus C 126 inf. 
[gr. 859] (a), de en torno al año 1295, el más antiguo testi- 
monio para la mayor parte de la obra. De los restantes ma- 
nuscritos planúdeos, que derivan de a en diferente grado, 
algunos resultan interesantes para el establecimiento del tex- 
to: en particular, el Parisinus gr. 1671 (A), del año 1296, y 
el Parisinus gr. 1672 (E), del s. xiv, ofrecen un texto revi- 
sado y en ocasiones mejorado con variantes que pueden re- 
montar a otras fuentes manuscritas o a conjeturas de los co- 
pistas; asimismo aportan lecturas interesantes el Vaticanus 
gr. 1013 (B) y el Vaticanus gr. 1676 (n), ambos del s. xrv. 

Por otra parte, el testimonio de Focio, tanto si ha utiliza- 
do directamente las Vidas para la redacción de los Codices 
250-268 de su Biblioteca, como si ambos remontan a una 
fuente común, puede contribuir a un mejor conocimiento del 
texto, si bien plantea dificultades, ya que a menudo no re- 
produce el texto literalmente, omite numerosos pasajes, 
abrevia otros, y afiade alguna anécdota o información pro- 
cedente acaso de otras fuentes "°, 


8 Cf. C, G. Lowz, The manuscript-tradition of pseudo-Plutarch's Vitae 
decem oratorum, Urbana (Illinois), 1924; M. CuviGNY, op. cit., págs. 34 ss. 

? Por ejemplo, omite la narración de las actuaciones de Antifonte 
bajo los Cuatrocientos (832F); la referencia a la intervención de [sócrates 
durante el arresto de Terámenes (836F); la parte final de la Vida de Lisias 
(836B-836D); el pasaje, posiblemente interpolado, de 834C-D; etc. Para 
un análisis y valoración del testimonio de Focio, cf. R. M. SmtrrH, «Pho- 


426 VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


En cuanto a ediciones conviene señalar que cada una de 
las Vidas ha sido con frecuencia editada, y a veces comen- 
tada, junto a los discursos del orador biografiado”. Ciñén- 
donos a ediciones de la obra completa, cabe mencionar la de 
A. Westermann (1833), la primera publicada independiente 
del corpus plutarqueo y seguida de comentario; la de H. N. 
Fowler (1936), acompañada de traducción inglesa, la de J. 
Mau (1971); y la de M. Cuvigny (1981), acompañada de 
traducción francesa y de abundantes notas. 

Hasta el presente no tengo conocimiento de que exista 
ninguna versión española completa de las Vidas de los diez 
oradores. Algunas Vidas han sido traducidas, junto a los dis- 
cursos del orador correspondiente, en esta misma colección: 
la Vida de Isócrates por J. M. Guzmán Hermida (Madrid, 
1979, B. C. G. 23), las Vidas de Licurgo e Hiperides por J, M. 
García Ruiz (Madrid, 2000, B. C. G. 275), y la Vida de Es- 
quines por J. M. Lucas de Dios (Madrid, 2002, B. C. G, 298). 

Para mi traducción he seguido el texto griego editado 
por M. Cuvigny, salvo en tres pasajes donde el texto de los 
manuscritos me parece preferible a las conjeturas aceptadas 
por el editor: 


cius on the Ten orators», Gr, Rom. Byz. Stud. 33 (1992), 159-189, El re- 
ciente estudio de J. ScHAMP (Les Vies des dix orateurs attiques, Friburgo, 
2000), tras un minucioso análisis de las semejanzas y diferencias entre 
ambos textos, niega que Focio haya utilizado las Vidas pseudoplutar- 
queas en su forma actual y sostiene que ambos textos derivan de un nú- 
cleo biográfico común: a partir de ese núcleo originario (anterior a los si- 
glos m-1v d. C.) las Vidas habrian sido desarrolladas con ampliaciones 
diversas, reunidas en una colección e incluidas en el corpus de Moralia; 
mientras que Focio habría manejado sólo aquellas primitivas biografías, 
que circularían como introducción a las ediciones de cada orador. 

20 Un catálogo de las principales ediciones singulares puede verse en M. 
CuviGNY, Op. cit., págs. 38-41. 


INTRODUCCIÓN 427 


838B abtOd codd. ‘Huta BArTER, SAUPPE 
841D mepi navtòç avr yapi- rpoermávtoG auto xapícac8ot 
cacdoa. Auvkoúpyw codd.  Avukoúpyov EMPERIUS, BLASS, 
BERNARDAKIS 
849E me &lKóg Se kai Sixr "QuiánrOoS Se xai [Sic] Buz- 
codd. CHELER 


BIBLIOGRAFÍA 


Ediciones y comentarios 


A. WESTERMANN, Plutarchi Vitae Decem Oratorum, Leipzig, 1833 
(Biographi Graeci minores, 1845 = Amsterdam, 1964). 

A. SCHAEFER, Commentatio de libro Vitarum X Oratorum, Dres- 
de, 1844. 

H. N. Fowrzn, Plutarch's Moralia, X, Londres, 1936. 

J. Mau, Plutarchi Moralia, V 2.1, Leipzig, 1971. 

M. CuviGNv-G. LACHENAUD, Plutarque. Œuvres Morales, XII 
(1), París, 1981. 


Estudios 


J. BOLLACK, «Une place de restauration culturelle: la place accor- 
dée aux tragiques par le décret de Lycurgue», Mélanges P. Lé- 
véque, vol. VIII, París, 1994, págs. 13-24. 

M. J. EDwARDs, «Notes on Pseudo-Piutarch's Life of Antiphon», 
Class. Quart. 48 (1998), 82-92. 

C. G. Lows, The manuscript-tradition of pseudo-Plutarch's Vitae 
decem oratorum, Urbana (Illinois), 1924. 

A. N. OIKONOMIDESs, «The epigraphical tradition of the decree of 
Stratokles honoring post mortem the orator Lykourgos», An- 
cient World 14 (1986), 51-56. 

A. Prasse, De Plutarchi quae feruntur Vitis decem oratorum, tesis 
doct., Marburg, 1891. 


BIBLIOGRAFIA 420 


J. ScHAMP, Les Vies des dix orateurs attiques, Friburgo, 2000. 
R. M. Surru, «Photius on the Ten Orators», Gr. Rom. Byz. Stud. 
33 (1992), 159-189. 


Sobre los oradores áticos 


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FR. Brass, Die attische Beredsamkeit, 3 vols., Leipzig, 1887-1894 
(2.5 (r. Hildesheim, 1979). 

M. Epwanps, The Attic Orators, Londres, 1994. 

R. C. Jr, The Attic Orators from Antiphon to Isaeus, 2 vols., 
Londres, 1893 (r. 1962). 

G. KENNEDY, The art of persuasion in Greece, Princeton, 1963. 

A. LÓPEZ Err, «La oratoria», en J. A. López FÉnEz (ed.), Histo- 
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R. M. Smitu, «A new look at the canon of the ten Attic orators», 
Mnemosyne 48 (1995), 66-79. 

I. WonrHINGTON, «The Canon of the Ten Attic Orators», Persua- 
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Sobre léxico jurídico 


A. R. W. Harrison, The law of Athens, 2 vols. (I The Family and 
Property; II Procedure), Oxford, 1968-1971. 

J. M. Lucas, «Consideraciones generales sobre el vocabulario ju- 
rídico griego», Epos 2 (1986), 187-204. 

D. M. MAcDowzrL, The law in Classical Athens, Londres, 1978. 

A. R. NAVARRETE ORCERA, «Confección de un léxico jurídico 
griego», Emerita 59 (1991), 351-357, 

R. Wer, «Index des termes du droit et des institutions», Démos- 
théne, Plaidoyers civils, t. IV, París, 1960, págs. 128-190. 


Obras generales 


R. JEUCKENS, Plutarch von Chaeronea und die Rhetorik, Estras- 
burgo, 1908. 


430 VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


A. PÉRBZ JIMÉNEZ, Plutarco. Vidas Paralelas I, Madrid, B. C. G., 
1985 (págs. 1-135). 

B. WEISSENBERGER, La lingua di Plutarco di Cheronea e gli scritti 
pseudoplutarchei, Nápoles, 1994 (Straubing, 1895). 

K. ZmGLER, «Plutarchos», RE XXI (1951), cols. 635-962 (= Plu- 
tarchos von Chaironeia, Stuttgart, 1949; trad. ital, de M? R. 
ZANCAN RINALDIMI, Plutarco, Brescia, 1965). 


MARIANO VALVERDE SÁNCHEZ 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 


ANTIFONTE 


Antifonte, del demo de Ramnunte, era hijo de Sofilo. 
Fue discípulo de su padre (pues era sofista, al cual dicen que 
también frecuentó Alcibíades siendo aún niño); y habiendo 
adquirido capacidad oratoria, según creen algunos, gracias a 
sus dotes naturales, renunció a la política, fundó una escuela 
y discutía con el filósofo Sócrates sus diferencias sobre elo- 
cuencia no con afán polémico sino dialéctico, como ha 
contado Jenofonte en los Recuerdos. También escribía al- 


' El orador Antifonte de Ramnunte vivió entre el 480 y el 411 a. C., 
año en que murió ejecutado tras participar en el fracasado golpe de esta- 
do oligárquico de los Cuatrocientos. JrnorontTe, Recuerdos de Sócrates Y 
6, presenta un diálogo entre Sócrates y Antifonte el sofista, contemporá- 
neo del orador y autor de tratados Sobre la verdad, Sobre la concordia, 
Discurso político y Sobre la interpretación de los sueños, La Vida anó- 
nima de Antifonte atribuye también al orador estos coloquios con Sócra- 
tes. El gramático Dídimo de Alejandría (s. 1 a, C.) parece haber sido el 
primero en distinguir, por razones estilísticas, entre un orador y un sofista 
del mismo nombre. HermóGenNes (Sobre las formas de estilo II 399-401), 
aunque con vacilaciones, prefiere también distinguir dos personajes bajo 
el nombre de Antifonte o, al menos, dos estilos diferentes. El mismo 
planteamiento sostiene la posición más comün entre los filólogos: en la 


832B 


C 


432 MORALIA 


gunos discursos por encargo de sus conciudadanos para los 
pleitos en los tribunales y fue el primero en dedicarse a 
esto, según dicen algunos?. En efecto, de nadie de los que 
nacieron antes que él ni tampoco de sus contemporáneos se 
ha transmitido ningún discurso judicial, porque aún no había 
costumbre de escribirlos, ni de Temístocles, ni de Aristides, 
ni de Pericles?, aunque las circunstancias les proporcionaran 
muchas veces la ocasión y la necesidad. Ciertamente no de- 
jaban de escribirlos por incapacidad, como resulta evidente 
a partir de lo dicho por los escritores sobre cada uno de los 
varones mencionados. Sin embargo, a cuantos podemos re- 
cordar, remontándonos a lo más antiguo, que hayan ejerci- 
tado esta forma de discurso, se descubriría que ellos han se- 
guido los pasos de Antifonte cuando era ya anciano, como 
Alcibíades, Critias, Lisias y Arquino*. Fue también el pri- 


práctica se distingue un orador Antifonte y un sofista Antifonte, si bien 
los datos al respecto no son concluyentes, Acerca del problema pueden 
verse los análisis recientes de M. GAGARIN, «The ancient tradition on the 
identity of Antiphon», Gr. Rom. Byz. Stud. 31 (1990), 27-44; G. Pen- 
DRICK, «The ancient tradition on Antiphon reconsidered», Gr. Rom. Byz. 
Stud. 34 (1993), 215-228; J. Wirsner, «Antiphon, der Sophist und Anti- 
phon, der Redner —ein oder zwei Autoren?», Wien. Stud, 107 (1994), 
225-243. 

2 El primero en ejercer el oficio de logógrafo: el ciudadano implicado 
en un litigio, puesto que debía hablar personalmente ante el tribunal, po- 
día recurrir a un profesional para que le escribiera el discurso que des- 
pués aprendía y pronunciaba él mismo. 

3 Temístocles y Pericles fueron excelentes oradores, dotados de una 
extraordinaria elocuencia natural. Cf, Tuc., I 138, 3; Peut., Vida de Pe- 
ricles 8; Cic., Bruto 28, 59, Aristides tenía fama sobre todo de hombre y 
político íntegro. 

* Alcibíades, el discutido político ateniense, nos es conocido espe- 
cialmente por la obra de Tucídides y por la biografía que le dedicara 
Plutarco. Critias, que participó en el gobierno oligárquico de los Treinta 
Tiranos (404 a. C.), es tratado entre los oradores por HERMÓGENES (Sobre 
las formas de estilo H 402) y FiLósTRATO (Vidas de los sofistas 116, 501- 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 433 


mero en publicar artes retóricas”, dotado de una ágil inteli- 
gencia; y por ello recibió el sobrenombre de Néstor?, Ceci- 
lio, en su tratado sobre él”, conjetura que fue preceptor del 
escritor Tucídides, dado que Antifonte es elogiado por éste?, 
En sus discursos es riguroso, persuasivo, hábil para la in- 
vención, experto en las dificultades, diestro con los argu- 
mentos imprevistos, y orienta sus discursos a las leyes y las 
pasiones apuntando especialmente al decoro. 

Nació en tiempos de las Guerras Médicas y del sofista 
Gorgias, si bien era un poco más joven que éste. Y sobrevi- 
vió hasta el derrocamiento de la democracia por los Cuatro- 
cientos, al que parece haber contribuido personalmente, co- 
mandando dos naves en una ocasión, como estratego en 
otra, venciendo en muchas batallas, procurándoles impor- 
tantes alianzas, armando a los hombres en edad militar, 
equipando sesenta trirremes, y participando en todas las em- 
bajadas de ellos a Lacedemonia cuando Etionea era fortifi- 
cada’, Tras el derrocamiento de los Cuatrocientos fue de- 


503), El orador Árquino, en cambio, participó en la restauración de la 
democracia cn Atenas el 403 a. C. 

5 Antes que Antifonte en Atenas, habían compuesto manuales de retó- 
rica los siracusanos Córax y Tisias (cf. PLAT., Fedro 267a, 273b-d; Axus- 
TÓT., Ret. II 24, 1402a 18). La Retórica de Antifonte era conocida por 
QUINTILIANO (III 1, 11) y Lonemo (Ref. 576, 23 Warz [I 318 Seen- 
GEL])). 

6 C£. FrrósrR., Vidas de los sofistas 1 15 (498). Ya desde Homero 
(véase Ilíada 1 247-249) Néstor representa el prototipo de orador persua- 
sivo que domina el arte de la palabra. En el Fedro (261b-c) platónico se 
habla jocosamente de las «artes retóricas» de Néstor en alusión a Gor- 
glas, | 

? Fr. 99 OrmsiLocn. | 

5 Véase Tuc., VIII 68, 1-2. La dedicación de Antifonte a la enseñanza 
de la retórica es atestiguada por PLATÓN, Menéxeno 2364. 

? Cf. Tuc., VHI 90. Etionea, la lengua de tierrá que forma la punta 
norte del Pireo y domina el puerto, fue fortificada por los Cuatrocientos 


833A 


434 MORALIA 


nunciado junto con Arqueptólemo, uno de los Cuatrocien- 
tos, y condenado. Sometido al castigo de los traidores, su 
cuerpo fue arrojado insepulto, y quedó proscrito y deshon- 
rado con sus descendientes". Otros cuentan que fue elimi- 
nado por los Treinta, como Lisias en el discurso En defensa 
de la hija de Antifonte. Pues tuvo una hija, que Calescro re- 
clamó en matrimonio judicialmente. Que murió bajo los 
Treinta, lo cuenta asimismo Teopompo en la decimoquinta 
Filípica!'. Pero éste podría ser otro, hijo de Lisónides, al 
que menciona también Cratino en su Botella como un mal- 
vado 7, ¿Pues si había sido antes muerto y eliminado bajo 
los Cuatrocientos, cómo pudo serlo de nuevo bajo los Trein- 
ta? Hay también otro relato sobre su muerte: que navegó 
como embajador hasta Siracusa, cuando florecía la tiranía 
de Dionisio I; durante un banquete, planteada la cuestión de 
cuál era el mejor bronce y discrepando la mayoría, él mani- 
festó que el mejor era aquél del que estaban hechos Harmo- 
dio y Aristogitón; al ofr esto Dionisio y sospechar que lo 
dicho era una incitación a atacarle, ordenó que fuera elimi- 


para impedir la entrada de la flota de Samos al mando de Alcibíades. Con 
las noticias relativas a la intervención del orador en el gobierno oligár- 
quico de los Cuatrocientos (411 a. C.), el texto mezcla las actividades 
militares de otro Antifonte, víctima de los Treinta Tiranos (404 a, C.), 
que es mencionado por JENOFONTE, Helén. 11 3, 40. En FiLósTRATO (Vi- 
das de los sofistas I 15, 498) se halla la misma confusión. 

1? La condena de atimia («deshonor») implicaba la pérdida, parcial o 
total, de derechos cívicos (e incluso la confiscación del patrimonio). En 
caso de grave «traición» (prodosia) al estado, a la pena de muerte se aña- 
día la privación de sepultura en suelo patrio; tema que está en la base de 
la tragedia Antígona de Sófocles. Véase luego el texto de la condena 
(834A-B). 

li FGH 115 fr. 120 JaconyY. 

12 Fr. 201 Kock. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 435 


nado. Otros dicen que aquél se irritó porque denigraba sus c 


tragedias *”. 

Se atribuyen al orador sesenta discursos, de los cuales 
afirma Cecilio ^ que veinticinco son espurios. Debido a su 
codicia es ridiculizado por Platón en el Pisandro . Se dice 
que compuso tragedias, en solitario y en colaboración con el 
tirano Dionisio. Mientras aún estaba consagrado a la poesía, 
instituyó un arte contra la aflicción, como para los enfermos 
existe el tratamiento de los médicos. En Corinto dispuso un 
local junto al ágora y escribió en un rótulo que podía curar 
mediante la palabra a los afligidos; y preguntándoles las 
causas, consolaba a los pacientes '. Mas, considerando que 
el oficio era inferior a su condición, se dedicó a la retórica. 
Hay quienes atribuyen también a Antifonte el libro de Glau- 


13 Dionisio 1 fue tirano de Siracusa entre los años 405 y 367 a. C. 
Harmodio y Aristogitón, los célebres tiranicidas que en el año 514 a. C. 
dieron muerte a Hiparco, hijo de Pisístrato y hermano del tirano Hipias, 
fueron honrados por los atenienses como mártires de la libertad y se les 
erigió una estatua de bronce en el ágora. El personaje de esta anécdota es 
otro Antifonte, pocta trágico autor de un Meleagro, que es citado por 
ARISTÓTELES, Ref, II 1379b, 15; 1385a, 10; 1399b, 25. La anécdota es co- 
nocida por PLurarco, Mor. 68A-B; 1051D; y Fr.ósrearo, Vidas de los 
sofistas 115 (500). Cf. también Dióo. Laer., VI 50, 

M Fr. 100 OFENLOCH. 

15 Fr. 103 Kock. Esta obra del comediógrafo Platón data del 421 a. C. 
FiLósTRATO (Vidas de los sofistas 1 15, 499) se hace eco también de las 
críticas que Antifonte recibió de la comedia. Cf. AnistÓg,, Avispas 1270, 
1301. 

16 La actividad psiquiátrica de Antifonte, quizá el sofista más bien 
que el tragediógrafo, se basaba en la creencia, muy arraigada en la tradi- 
ción griega, en el mágico poder de la palabra, un tema que además fue 
objeto de reflexión para la Sofística y se hizo común en la literatura de 
consolación. Cf. Odisea XIX 457; Eso., Prom. 378 s.; GogGiAs, Encomio 
de Helena 8-14; PLUT., Mor. 102b. 


D 


436 MORALIA 


co de Regio Sobre los poetas". Son elogiados especial- 
mente sus discursos Sobre Herodes, Contra Erasístrato por 
los pavos, Sobre la denuncia, que escribió en su propia de- 
fensa, y Contra el estratego Demóstenes por ilegalidad. Es- 
cribió también un discurso Contra el estratego Hipócrates y 
lo hizo condenar sin su comparecencia '*, 


DECRETO 


Emitido bajo el arcontado de Teopompo", en el que 
fueron derrocados los Cuatrocientos, por el cual se decidió 
que Antifonte fuese juzgado. Lo ha transmitido Cecilio. 

«Decidió el Consejo en el vigésimo primer día de la 
pritanía. Demonico de Alópeca era secretario. Filóstrato de 
Palene presidía. Andrón hizo la propuesta: los individuos a 
quienes los estrategos denuncian porque, como embajadores 
a Lacedemonia, para ruina de la ciudad de Atenas y de su 
ejército navegaron en un barco enemigo y marcharon por 
tierra a través de Decelia, Arqueptólemo, Onomacles y An- 


17 MULLER, FAG II, pág. 23. Glauco es un historiador de la segunda 
mitad del siglo v a. C., cuya obra Sobre los antiguos poetas y músicos es 
citada en el tratado Sobre la música pseudoplutarqueo (Mor. 1132B; 1133F; 
1134D). 

33 Posiblemente el general Hipócrates, caído en Delion el año 424 a, C., 
según cuenta TucipipEs, IV 101, 2. Los discursos y fragmentos conser- 
vados del orador Antirowtrk (de los mencionados sólo uno, Sobre Hero- 
des, queda integro en los manuscritos) se hallan traducidos al castellano 
en el volumen 154 de esta misma colección (Madrid, 1991). 

12 Año 411/410 a. C. El texto del decreto, recogido por CEcm.1o DE 
CALEACTE (fr. 102 OrenLochH), figuraba en la colección de decretos 
compilada por Crátero en el s. m a. C. (según HARPOCRACIÓN, s.v. Án- 
drón). 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 437 


tifonte, que sean apresados y entregados al tribunal, para 
que paguen su pena. Los estrategos y además los miembros 
del Consejo elegidos que los estrategos decidan, hasta diez 
en total, los pondrán a disposición, para que el juicio tenga 
lugar con su comparecencia. Los tesmótetas” los citarán al 
día siguiente y, cuando se cumplan las citaciones, los con- 
ducirán ante el tribunal por traición. Que presenten la acu- 
sación los fiscales”! elegidos, los estrategos y cualquier otro 
que lo desee. À quien el tribunal condene, que se le aplique 
la ley vigente sobre los traidores.» 

Tras este edicto está escrita la condena: 

«Fueron declarados culpables de traición Arqueptólemo 
de Agrila, hijo de Hipodamo, compareciente, y Antifonte de 
Ramnunte, hijo de Sofilo, compareciente. Acerca de ambos 
se resolvió que sean entregados a los Once”, que sus bienes 
pasen a propiedad del estado y el diezmo a la diosa, que sus 
casas sean derruidas y en ambos solares se coloquen mojo- 
nes con la inscripción: “de Arqueptólemo y de Antifonte, los 
dos traidores”, Que los dos demarcos hagan declaración del 
patrimonio de ambos? y no sea permitido sepultar a Ar- 


2% Los thesmothétai o «legisladores», seis de los nueve arcontes ele- 
gidos cada año en Atenas, eran los magistrados encargados de la admi- 
nistración de justicia; se ocupaban de revisar y armonizar las leyes, así 
como de tomar juramento a los ciudadanos elegidos para un cargo y de 
someterlos a rendición de cuentas al cabo de su gestión, Cf. Arisrór., 
Const. aten. 59, 1-6, 

21 En el derecho ático el término synégoros («que habla en el mismo 
sentido», «concordante») designa al «abogado» defensor y también al 
abogado público o «fiscal» que representa al estado en una causa, 

2- Los Once cran magistrados encargados de la policía, de la guardia 
de prisiones y de las ejecuciones (cf. ARISTÓT., Const. aten. 52, 1). La 
expresión «entregar a alguien a los Once» equivale a decir que va a ser 
ejecutado. 

23 Según el procedimiento de la apographé, se hacía inventario de los 
bienes confiscados. Los démarchoi («gobernadores de un demo o distri- 


834A 


438 MORALIA 


queptólemo y a Antifonte en Atenas, ni en ningün dominio 
de los atenienses. Incurren en deshonor Arqueptólemo y 
Antifonte y los descendientes de ambos, tanto bastardos 
como legítimos. Y en el caso de que adoptara a algún des- 
cendiente de Arqueptólemo o de Antifonte, incurrirá en 
deshonor el que lo adopte. Que esto se grabe en una estela 
de bronce. Y que se coloque en el lugar donde se hallan los 
decretos relativos a Frínico» ^", 


ANDÓCIDES 


Andócides tenía como padre a Leógoras, (hijo de Andó- 
cides), el que antaño concertó la paz de los atenienses con 
los lacedemonios?*; era del demo de Cidateneo o de Toras, 
de linaje noble, descendiente incluso de Hermes segün He- 


lánico; pues a él remonta el linaje de los Cérices?$; y por 


ello en una ocasión fue elegido en compañía de Glaucón pa- 
ra ayudar con veinte naves a los corcirenses en su enfrenta- 


to»), instituidos por Clístenes, se ocupaban de los registros, los inventa- 
rios y los embargos. 

? Otro de los participantes en el gobierno oligárquico de los Cuatro- 
cientos, que fue juzgado después de perecer asesinado. Cf. Tuc., VIII 90; 
92; LicunGo, Contra Leócrates 112-115. 

25 La Paz de los Treinta Años, pactada en el 446 a. C. Cf. ANDÓCIDES, 
Sobre la paz 6. 

26 En realidad Andócides pertenecía al demo de Cidateneo, de la tribu 
Pandiónide. Según PLUTARCO (Vida de Alcibíades 21, 1), el historiador 
HeLÁNICO (s. v a. C.) lo consideraba descendiente de Ulises, emparenta- 
do a su vez con el dios Hermes (FGH 4, fr. 170 JaconY). La familia sa- 
cerdotal de los Cérices (Kérykes, «Heraldos») se proclamaba descen- 
diente de Cérix, nacido de la unión de Hermes con una hija de Cécrope 
(cf. Paus., 1 38, 3). 


VIDAS DE LOS DIEZ, ORADORES 439 


miento con los corintios”. Después de esto fue acusado de 
impiedad bajo la presunción de que él también había parti- 
cipado en la mutilación de los Hermes y en la profanación 
de los misterios de Deméter. [Como en el pasado fue disolu- 
to y durante una noche de juerga rompió una de las estatuas 
del dios y, tras ser denunciado, ya que no quiso entregar a 
un esclavo que los acusadores reclamaban, quedó desacre- 
ditado y se hizo sospechoso para la acusación del segundo 
proceso, que tuvo lugar no mucho tiempo después de la ex- 
pedición a Sicilia, cuando los corintios habían introducido 
hombres de Leontinos y de Egesta y los atenienses se dis- 
ponían a ayudarles oficiosamente, mutilaron de noche los 
Hermes que rodean el ágora, segün dice Cratipo, después de 
profanar los misterios]%, Juzgado por esto, salió absuelto a 
cambio de delatar a los criminales. Aplicando toda su dili- 
gencia descubrió a los profanadores de los misterios, entre 
los cuales delató incluso a su propio padre””. Probó la cul- 
pabilidad de todos los demás y los hizo condenar a muerte, 
pero libró a su padre, que estaba ya encarcelado, bajo pro- 


?! Véase Tuc., I 51, 4. Posiblemente se trate de otro personaje (Cf. IG 
I 295) o del abuelo del orador, pues en el afio 433 a. C., en que tuvieron 
lugar los hechos mencionados, Andócides sería apenas un niño, si es que 
debe mantenerse para su nacimiento una fecha en torno al 440 a. C. 

23 El texto entre corchetes es considerado una interpolación desde la 
edición de Westermann. Cratipo fue un historiador ateniense del s. 1v a. 
C. La mutilación de los Hermes (pilares cuadrangulares coronados con la 
cabeza del dios, que se erigían en los cruces de caminos y ante las casas) 
tuvo lugar el 415 a. C., la víspera misma de la partida de la escuadra ate- 
niense para Sicilia, que había de sufrir una derrota crucíal y de conse- 
cuencias irreparables. La responsabilidad de tal sacrilegio se atribuyó a la 
facción de Alcibiades; o a los demócratas radicales; o también a los ço- 
rintios, interesados en sembrar el desconcierto en Atenas con el fin de 
frustrar la expedición. Cf. Tuc., VI 27-28; 60-61; Ps. Listas, VI (Contra 
Andócides); PLur., Vida de Alcibíades 18; 21. 

22 El orador rechaza esta acusación en Sobre los misterios 19-21. 


835A 


440 MORALIA 


mesa de que éste prestaría muchos servicios a la ciudad, y 
no mintió. Pues Leógoras demostró la culpabilidad de mu- 
chos que se apropiaban de recursos püblicos y habían co- 
metido algunos otros delitos. Y gracias a esto fue absuelto 
de la acusación. 

Al no gozar Andócides de buena reputación en la políti- 
ca, se dedicó al comercio naval, y llegó a ser huésped de los 
reyes de Chipre y de otros muchos personajes notables”, 
Por entonces, a una ciudadana, hija de Aristides, que era 
prima suya, la secuestró a escondidas de sus familiares y la 
envió como regalo al rey de Chipre. Como por esto iba a ser 
conducido ante el tribunal, de nuevo la raptó de Chipre, y 
fue capturado por el rey y encarcelado. Tras fugarse llegó a 
la ciudad en el momento en que los Cuatrocientos controla- 
ban la situación. Encarcelado por éstos y tras escapar de 
nuevo cuando la oligarquía fue derrocada, se exilió de la 
ciudad [al tomar el poder los Treinta]. Pasó el tiempo de su 
exilio en Élide y, al regresar los partidarios de Trasibulo, 
también él volvió a la ciudad?!. Fue enviado a Lacedemonia 
para tratar de la paz, pero se exilió al incurrir en sospecha de 


30 Para su actividad comercial, cf. Anbóc,, Sobre el regreso 10-11; 
Sobre los misterios 137; Ps. Listas, VI 19. En Chipre el orador gozó de la 
hospitalidad del rey Evágoras que le regaló una hacienda. Cf. Sobre los 
misterios 4; 145; Ps, Listas, VI 6; 26-28; 48. 

31 Tras su exilio voluntario de Atenas en el 415 a, C., Andócides re- 
gresa y es apresado por los Cuatrocientos (cf. Sobre el regreso 13). De 
nuevo en el destierro, entre los años 411 y 405 a. C. trata de recuperar sus 
derechos ciudadanos, ocasión para la cual compuso el discurso Sobre el 
regreso, pero fracasa en su empeño. De hecho no había de regresar defi- 
nitivamente a Atenas hasta el 402 a. C., un año después de la amnistía 
general proclamada con motivo de la caída de los Treinta Tiranos y de la 
restauración democrática encabezada por Trasibulo. Cf. Psrubo LISIAS, 
VI 24-30. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 441 


prevaricación*, Acerca de todo esto se manifiesta en los 
discursos que escribió. Pues en unos se defiende del asunto 
de los misterios, y en otros solicita el regreso. De él se con- 
serva el discurso Sobre la denuncia?, una Defensa ante 
Feace** y Sobre la paz. Vivió su madurez al mismo tiempo 
que el filósofo Sócrates. Y su nacimiento tuvo lugar en la 
septuagésima octava olimpiada, siendo Teogénides arconte 
en Atenas, de modo que era unos ocho afios mayor que Li- 
sias?. El Hermes llamado de Andócides, que es una ofrenda 
de la tribu Egeide, recibe su nombre, y se llama así porque 
Andócides habitaba cerca ?*, Asimismo fue corego de un co- 
ro cíclico cuando su tribu participaba en el certamen de diti- 
rambos y, tras obtener la victoria, ofrendó un trípode sobre 


32 En las negociaciones del año 392/391 a. C., de las que trata el dis- 
curso Sobre la paz, los embajadores atenienses fueron condenados al 
destierro. Cf. Dem., XIX 276-279. 

33 Se trata del discurso intitulado Sobre los misterios. En el año 399 a. 
C. Andócides pronunció este discurso para defenderse de la acusación de 
éndeixis presentada contra él por haber delatado a sus camaradas y a su 
propia familia en el proceso por el espinoso asunto de la mutilación de 
los Hermes y de la profanación de los misterios en honor de Deméter y 
Perséfone (hechos acaecidos el 415 a. C.). A la parte acusadora en dicha 
causa pertenece el discurso VI de Ps. Listas (Contra Andócides). 

M4 Podría ser el discurso Contra Alcibíades, atribuido a Andócides por 
la tradición. Feace era un oligarca adversario de Alcibíades, contra el cu- 
al compuso un discurso según PLuTArco (Vida de Alcibíades 13). 

35 Los datos cronológicos aportados por la Vida plantean problemas, 
pues señalan una fecha de nacimiento muy anterior a la que suele admi- 
tirse para el orador (ca. 440 a. C.): el arcontado de Teogénides corres- 
ponde al 468/467 a. C., datación concordante con el nacimiento de Só- 
crates (469 a. C.); además, el texto de los manuscritos, sin corrección, 
ofrece una lectura errónea («era unos cien años mayor que Lisias»). Tal 
discrepancia podría relacionarse con la problemática datación dei discur- 
so Contra Alcibíades. 

36 Cf. Annóc., Sobre los misterios 62. 


442 MORALIA 


un alto pedestal enfrente del Sileno de toba?". En sus discur- 
sos es simple y natural, sencillo y sin figuras. 


LISIAS 


Lisias era hijo de Céfalo, hijo a su vez de Lisanias, hijo 
de Céfalo. Su padre, siracusano de nacimiento, emigró a 
Atenas atraido por la ciudad y convencido por Pericles, hijo 
de Jantipo, que era su amigo y huésped’; poseía una ex- 
traordinaria riqueza. Según algunos, salió desterrado de Si- 
racusa cuando Gelón era tirano”. Lisias nació en Atenas 
bajo el arcontado de Filocles, que siguió al de Frasiclides, 
en el segundo año de la octogésima [segunda] olimpiada“. 
Al principio se educaba con los atenienses más ilustres. 


37 La fortuna atesorada por Andócides en su actividad mercantil le 
permitió, en efecto, desempeñar diversas liturgias o servicios públicos 
(cf. Sobre los misterios 132): choregós, en concreto, era el encargado de 
sufragar la instrucción y equipamiento de un coro (choregía) en los cer- 
támenes líricos o dramáticos. Esta victoria en las Dionisias se halla ates- 
tiguada en un decreto (7G II [2*] 1138). En los coros ditirámbicos los dan- 
zantes se disponían en forma circular (kyklios), 

38 Cf. Lis., Contra Eratóstenes 4. En el comienzo de la República 
(328b-c; 330b), cuyo diálogo se halla ambientado en la casa de Céfalo en 
el Pireo, PLATÓN nos ofrece una amable semblanza de la vida familiar. La 
familia goza de una próspera situación económica, gracias al negocio de 
una fábrica de armas; y tanto el padre como los hijos Lisias y Polemarco, 
pertenecientes al partido democrático, están bien relacionados con los 
círculos intelectuales atenienses (véase también Fedro 227a ss.; 257b). 

?? Gelón fue tirano de Siracusa entre los aíios 485 y 478 a. C. 

*? Año 459/458 a. C. Si la fecha es correcta (véase Dion. Har., Lisias 
1), el orador habría comenzado su actividad como logógrafo en Atenas a 
la edad de cincuenta y siete años. Por ello, a partir de indicios extraídos 
de sus discursos, la crítica moderna sitúa el nacimiento de Lisias en torno 
al 445 a. C. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 443 


Cuando la ciudad envió a Síbaris la colonia denominada 
luego Turios, marchó con su hetmano mayor Polemarco 
(tenía además otros dos, Eutidemo y Braquilo)*', muerto ya 
su padre, para participar en cl reparto de tierras, a la edad de 
quince años, bajo el arcontado de Praxíteles*?; y allí perma- 
neció educándose junto a los siracusanos Tisias y Nicias. 
Después de adquirir una casa y obtener un lote de tierra, 
vivió como ciudadano durante treinta y tres años hasta el 
arcontado de Cleócrito en Atenas". En el arcontado si- 
guiente, de Calias, en la nonagésima segunda olimpiada, al 
suceder a los atenienses el desastre de Sicilia y producirse la 
sublevación de los demás aliados y en particular de las po- 
blaciones de Italia, fue acusado de proaticismo y partió 
desterrado con otros trescientos. Llegado a Atenas en el ar- 
contado de Calias, que siguió al de Cleócrito, cuando ya los 
Cuatrocientos dominaban la ciudad, se quedó allí. Una vez 
que tuvo lugar la batalla naval de Egospótamos y los Treinta 
se apoderaron de la ciudad, marchó al destierro tras siete 
afios de permanencia, habiendo perdido su patrimonio y a su 
hermano Polemarco. Él escapó de la casa, que tenía dos 
puertas, donde se le custodiaba para ejecutarlo; y residía 
en Mégara**, Cuando los de File preparaban el retorno, se 


^! En realidad Braquilo no era hermano, sino cuñado de Lisias. 

4 Año 444/443 a. C. Por iniciativa de Pericles, en la primavera del 
443, se fundó la colonia de Turios en la Magna Grecia, cerca de la anti- 
gua Síbaris, una empresa concebida desde el espiritu panhelénico en la 
que participó lo más granado de la sociedad ateniense. Allá se trasladaron 
figuras como Protágoras, Heródoto, etc. 

43 Año 413/412. | 

^ La derrota de los atenienses en Egospótamos (405 a. C.) preludia 
su claudicación final en la Guerra del Peloponeso ante Esparta, que le 
impone el gobierno de los Treinta Tiranos (404 a. C.). El episodio de su 
apresamiento y huida es narrado por el propio Listas, Contra Eratóstenes 
8-17. 


836A 


444 MORALIA 


mostró el más ütil de todos; les procuró unos recursos de 
dos mil dracmas y doscientos escudos; y, enviado en misión 
con Herman, tomó a sueldo trescientos mercenarios y con- 
venció a Trasideo de Élide, que era su huésped, de donar 
dos talentos ?. Por ello, después del retorno, durante la 
anarquía que precedió al arcontado de Euclides^^, Trasibulo 
solicitó para él la ciudadanía y el pueblo ratificó el privile- 
gio. Pero Arquino interpuso un recurso de ilegalidad por 
haber sido presentado sin el dictamen previo del Consejo, y 
el decreto fue suspendido. Y así, privado de la ciudadanía, 
vivió el resto del tiempo como residente con igualdad tri- 
butaria”, y murió allí a los ochenta y tres años de edad o, 
según algunos, a los setenta y seis o, según otros, con más 
de ochenta, habiendo conocido a Demóstenes en su juven- 
tud. Dicen que nació bajo el arcontado de Filocles. 

Se le atribuyen cuatrocientos veinticinco discursos. Dio- 
nisio y Cecilio afirman que de ellos son auténticos doscien- 
tos treinta y tres^*; y se dice que sólo perdió en dos ocasio- 
nes. También es suyo el discurso en defensa del decreto que 
Arquino recurrió para privarle de la ciudadanía, y otro con- 


^5 Los demócratas desterrados, encabezados por Trasibulo, tras apo- 
derarse de la aldea de File, vencen en la batalla de Muniquia, ocupan el 
Pireo y derrocan finalmente el régimen de los Treinta (404-403 a. C.). Li- 
sias prestó notables servicios a la causa democrática (cf. Ante Hipoterses 
165 ss.), con la que su familia estuvo siempre comprometida. Trasideo 
era jefe del partido demócrata en Élide (cf. Jen., Helén. III 2, 27-30). 

16 Año 403/402 a. C. El término anarchía referido a Atenas designa 
propiamente el periodo de tiempo (403 a. C.) en el que no fueron elegi- 
dos arcontes y la autoridad democrática no estaba aün restablecida. 

^' La condición de isotelés se refiere al forastero domiciliado en Ate- 
nas que, a diferencia de los mefecos, puede acceder a la propiedad y no 
paga un impuesto especial de extranjería, sino que goza de «igualdad tri- 
butaria» con los ciudadanos de pleno derecho sin llegar a serlo. : 

48 Dionisio (Lisias 17) dice que «escribió no menos de doscientos 
discursos judiciales». 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 445 


tra los Treinta ?. Fue muy persuasivo y conciso; y produjo 
la mayoría de sus discursos para particulares. Asimismo ha 
compuesto artes retóricas, discursos políticos, cartas, enco- 
mios, oraciones fúnebres, discursos amatorios y una defensa 
de Sócrates dirigida a los jueces *”, Por su estilo parece sen- 
cillo, aunque resulta difícil de imitar. 

En el discurso Contra Neera Demóstenes afirma que fue 
amante de Metanira, compañera de esclavitud de Neera"'. 
Más tarde se casó con una hija de su hermano Braquilo. 
Platón lo menciona en el Fedro como orador muy hábil y 
mayor que Isócrates ?. Asimismo Filisco, discípulo de Isó- 
crates y amigo de Lisias, compuso para él un epigrama, por 
el cual resulta evidente que le superaba en años; y también 
se demuestra a partir de lo dicho por Platón. Tal es el epi- 
grama: 


Ahora, hija de Caliope, locuaz Inteligencia, 

mostrarás si algún talento y alguna excelencia posees. 

Pues al que en otra forma se ha mudado y en otro 

orden de vida un cuerpo diferente ha recibido, 

a Lisias, debes algún himno alumbrarle, mensajero de su 
ofrenda de difuntos e inmortal, para un sabio, [virtud, 


49 El discurso XII, Contra Eratóstenes, designado también así en 
PLUT., Mor. 350B, El discurso Ante Arquino se ha perdido. 

50 Cf. Dion, Har, Lisias 1. En la Antigüedad se atribuía a Lisias un 
discurso en defensa de Sócrates: cf. Cic., Sobre el orador 1 231; DióG. 
Larr., II 40; etc. 

31 Dem., LIX 21-23; noticia recogida también por ATeneo, XIII 
592b. 

32 Fedro 278e-279a. En este mismo diálogo (230d-234c) PLATÓN re- 
produce el discurso Erótico atribuido a Listas (XX XV). 


446 MORALIA 


que el amical afecto de mi alma a todos muestre 
p ya todos los mortales la virtud del difunto”. 


Escribió también dos discursos para Ifícrates, uno Ante 
Harmodio”, otro para juzgar por traición a Timoteo”; y en 
ambos ganó. Mas al responder Ifícrates por las acciones de 
Timoteo, en la rendición de cuentas recibió la acusación de 
traición y se defendió con el discurso de Lisias. Él fue ab- 
suelto, pero Timoteo fue multado con una enorme suma. 
Asimismo en la fiesta de Olimpia leyó un grandísimo dis- 
curso instando a los griegos a reconciliarse y derrocar a Dio- 
nisio”, 


E ISÓCRATES 


Isócrates era hijo de Teodoro de Erquia, un ciudadano 
de la clase media que poseía esclavos fabricantes de flautas y 


53 El texto transmitido del epigrama presenta graves deficiencias (cf, 
E. Dmm, Anth. Lyr. Gr. 1(3.5, págs. 113 s.; TH. BERGK, Poet. Lyr. Gr. II 
[4.*], pág. 327). Filisco de Mileto (s. rv a. C.) escribió un tratado de retó- 
rica y una biografía de Licurgo. 

* Descendiente del tiranicida, que en el año 371 recurrió ante la 
asamblea el decreto que proponía conceder honores a Ifícrates. 

55 A este proceso, del año 373, se refiere Demóstenes, XLIX 9-10. 

56 En el año 356 a. C., fecha en que Lisias ya había muerto, los gene- 
rales atenienses Ifícrates y Timoteo fueron llevados ante los tribunales 
por su colega Cares bajo la acusación de no haberle apoyado en el ataque 
contra Quios; Ificrates, que asumió la responsabilidad, fue absuelto; Ti- 
moteo fue condenado al pago de cien talentos y se exilió de Atenas. Cf. 
Isócr,, XV 129; Diop., XVI 21, 4; Dion, Har, Lisias 12. 

3? Se trata del discurso XXXIII (Olímpico) pronunciado el año 388 
contra Dionisio I de Siracusa, que mantenía oprimidas a las ciudades 
griegas del sur de Italia. Cf. Dion., XIV 109. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 447 


había prosperado con ello hasta el punto de ser corego y dar 
educación a sus hijos”; pues tenía otros, Telesipo y Diom- 
nesto”, y también una hija. Precisamente en relación con 
las flautas es ridiculizado por Aristófanes y Estratis%. Nació 
en la octogésima sexta olimpiada bajo el arcontado de Lisi- 
maco de Mirrinunte*!, era veintidós años (más joven que 
Lisias) y siete mayor que Platón. De niño recibió una edu- 
cación no inferior a la de ningún ateniense, escuchó leccio- 
nes de Pródico de Ceos, de Gorgias de Leontinos, de Tisias 
de Siracusa y del orador Terámenes*, Cuando éste iba a ser 
apresado por los Treinta y se refugió en el hogar de Hestia 
Bulea%, en medio de la consternación general fue el único 
que se levantó para ayudarle, y al principio guardó silencio 
durante largo tiempo, mas luego aquél le disuadió advirtién- 
dole que para él resultaría más doloroso si uno de sus ami- 
gos participaba de su desgracia, También dicen que cola- 


55 Cf, Isócr., XV 161, 

5? En el parágrafo 838C se menciona un tercer hermano, Teodoro. 

60 En la comedia Atalanta, EsrRATIS (s. 1v a. C.) se burlaba de Isó- 
crates llamándole obscenamente «perforador de flautas» (aulotrypes) en 
relación con su concubina Lagisca: cf. ATEN, XIII 592d; Vida de Isó- 
crates anónima 49 ss., 83 ss.; FrLósTR., Vidas de los sofistas Y 17 (506). 

él Año 436-435 a. C 

8 Cf. Dion. HAL., Jsócrates 1; Quiwr., III 1, 13, Según la tradición 
más común, Isócrates fue discípulo del sofista Gorgias, gran impulsor de 
la retórica en Atenas y discípulo a su vez de Tisias. 

63 E] hogar sagrado de la diosa Hestia Bulea («del Consejo» o Boulé), 
con un fuego permanente, se hallaba en el edificio público del Pritaneo, 
en la acrópolis de Atenas. 

6 Terámenes, político ateniense del partido oligárquico, adquirió fa- 
ma de mudable por su posición moderada entre oligarcas y demócratas. 
Formó parte de la comisión de los Treinta Tiranos, pero sus discrepancias 
con el grupo de oligarcas extremistas, encabezados por Critias, le aca- 
rrearon la hostilidad de éste, que logró condenarlo a muerte (404 a. C.). 


837A 


448 MORALIA 


boró en algunos tratados de aquél, que son adscritos a Bo- 
tón 9^, cuando era objeto de calumnias ante los tribunales. 
Cuando fue adulto, se mantuvo al margen de los asuntos 
políticos por tener una voz débil, ser tímido de carácter y 
haber perdido su patrimonio en la guerra contra los lacede- 
monios 9, A] parecer no actuó como testigo (ni en defensa) 
de otros en pleitos, y pronunció un solo discurso, Sobre el 
intercambio de bienes*", Tras fundar una escuela se dedicó 
a la filosofía y a escribir su pensamiento; escribió el Panegt- 
rico y algunos otros discursos deliberativos que, bien leía él 
mismo, bien preparaba para otros, en la creencia de que así 
induciría a los griegos a reflexionar sobre lo conveniente *, 
Al fracasar en su propósito abandonó esta actividad y dirigía 
una escuela, según dicen algunos, primero en Quíos con 
nueve alumnos. Fue por entonces cuando, al ver la cuantía 


Véase la Vida anónima de Isócrates 8-32, Diopono (XIV 5, 2-3) narra el 
mismo episodio con Sócrates como protagonista en lugar de Isócrates. 

$5 Botón fue un filósofo ateniense maestro de Jenófanes, según DióG. 
LAER., IX 18. 

$6 El propio orador ofrece esta información personal en sus discursos 
(V 81-82; XII 9-11; XV 144-145, 161). 

9% Cf. Isócr., XV 144. En el año 356 a. C. Isócrates perdió un proceso 
«por intercambio de bienes» (antidosis), iniciado por un tal Megaclides, 
en el que le defendió su hijo adoptivo Afareo (cf. Dion. HAL., 7sócrates 
18). Tres años más tarde, el 353 a. C., el orador publicó su discurso Sobre 
el intercambio de bienes (XV), que simula haberse pronunciado como de- 
fensa en tal proceso. El «intercambio de bienes» (antídosis) era un proce- 
dimiento judicial que podía entablar cualquier ciudadano designado para 
costear un «servicio público» o liturgia (tri&rarchía, choregia, gymna- 
siarchía, architheoría, etc.) contra otro ciudadano al que considerase más 
rico, para que éste se encargara de tal prestación, o bien, si se negaba, 
que el estado procediera al intercambio de bienes entre ambos. 

68 Cf. Isócr., XII 11-14; IV 129-137. El texto alude al ideario político 
de Isócrates, un ideal panhelénico que propugna la concordia entre todos 
los griegos frente al bárbaro (Persia como enemigo tradicional). 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 449 


de su sueldo, exclamó entre lágrimas: «; Ahora me veo a mí 
mismo vendido a éstos!» ?. Prestaba su dedicación a quie- 
nes lo deseaban, y fue el primero en distinguir los discursos 
erísticos de los políticos", a los cuales se consagró. Además 
instituyó en Quíos magistraturas y la misma constitución 
que en su patria. Y ganó más dinero que ninguno de los so- 
fistas, hasta el punto de ser trierarco !. 

Tuvo alrededor de cien discípulos, entre otros muchos 
Timoteo, hijo de Conón, con el cual recorrió numerosas ciu- 
dades componiendo las cartas remitidas por Timoteo a los 
atenienses; por lo que éste le obsequió con un talento proce- 
dente de los restos de Samos”. También fueron alumnos 
suyos Teopompo de Quíos, Éforo de Cime, Asclepiades el 
escritor de argumentos trágicos, Teodectes de Fasélide, que 
más tarde escribió tragedias y cuya tumba, actualmente en 
ruinas, está junto a la vía sagrada de Eleusis en dirección al 
Mercado de las Habas, donde erigió, además de la suya, es- 
tatuas de los poetas célebres, de las cuales sólo se conserva 
la del poeta Homero; y asimismo Leodamante de Atenas, 
Lácrito el legislador de los atenienses y, según dicen algu- 
nos, también Hiperides e Iseo ^. Cuando aún era maestro de 


$? Tal reflexión recuerda el pensamiento de Sócrates en JENOFONTE, 
Mem. 12, 6. 

P Cf. Isócr., XIII 1 y 9; XV 258-261; Dion, HAL., /sócrates 1. 

7! Entre otros servicios públicos prestados a la ciudad, IsócRATEs 
(XV 145) declara haber sufragado en tres ocasiones una frierarquía, con- 
sistente en el equipamiento de una nave de guerra o trirreme, 

7? [sócRATES (XV 101-139) ofrece un encendido elogio de su discí- 
pulo y amigo Timoteo, el estratego ateniense que dirigió, entre otras, la 
victoriosa campaña en la que Samos fue arrebatada a los persas el año 
366/365 a, C. 

7 Teopompo y Éforo son dos conocidos historiadores. Asclepiades 
de Tracia es un erudito, también del siglo rv a. C. Teodectes fue orador y 
pocta trágico; su tumba es mencionada por Pausanias, I 37, 4. Leoda- 


450 MORALIA 


retórica, cuentan que Demóstenes acudió a él con interés y 
le dijo que no podía pagarle las mil dracmas que cobraba, 
que le daría doscientas por aprender la quinta parte; y que él 
respondió: «Demóstenes, no troceamos la enseñanza; igual 
que compramos enteros los peces hermosos, así también yo, 
si quieres ser mi discípulo, te venderé completa mi arte»”. 

Murió en el arcontado de Querondas; enterado en la pa- 
lestra de Hipócrates de las noticias sobre Queronea, él mis- 
mo se quitó la vida en cuatro días privándose de la comi- 
da?, después de recitar los comienzos de tres dramas de 
Eurípides: 


Dánao, padre de cincuenta hijas. 
Pélope, hijo de Tántalo, que a Pisa marcho. 
Cadmo, que un día la ciudad de Sidón abandonara”. 


mante de Acamas fue un político ateniense de celebrada elocuencia (cf. 
Dem., XX 146; Esou., 111 139). En cuanto a Lácrito, si se trata del so- 
fista originario de Fasélide al que DemMÓsrTENES (XXXV 15, 41-42) se re- 
fiere como discipulo de Isócrates, dificilmente pudo ser en Atenas no- 
mothétes, uno de los magistrados encargados de revisar la legislación. 
Compárese la lista de discípulos que ofrece la Vida anónima (98 ss.). 

14 Cf. PruT., Vida de Demóstenes 5, 6. La tradición de que Isócrates 
no cobraba a sus conciudadanos, recogida más abajo en esta misma bio- 
grafía (838F) y también en la Vida anónima (40 ss.), procede tal vez de 
las afirmaciones del orador indicando que sus ganancias le vienen de fue- 
ra de Atenas (XV 39 y 164); pero del mismo discurso (XV 241) se des- 
prende que Isócrates percibía emolumentos por su enseñanza a los jóve- 
nes atenienses, 

75 Año 338 a, C. De una muerte voluntaria hablan también PAusa- 
NIAS, I 18, 8; y Ps. Luciano, Longevos 23. Sin embargo, IsócRATES 
(Carta Ill 6) parece manifestar una actitud de satisfacción tras la victoria 
de Filipo (contra atenienses y tebanos) en Queronea, con la que ve logra- 
do su ideal panhelénico. 

76 Versos iniciales de Arquelao (fr. 228 Nauck), Ifigenia entre los 
tauros y Frixo (fr. 819 Nauck). En sus Discursos X 68 y XII 80, Isó- 
CRATES recuerda la invasión de territorios griegos por estos héroes bárba- 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 451 


Vivió noventa y ocho años o, según algunos, cien; y no so- 
portó ver a Grecia esclavizada por cuarta vez. El año ante- 
rior o, según algunos, cuatro años antes de su muerte escri- 
bió el Panatenaico"". En el transcurso de diez años, otros 
afirman que de quince, compuso el Panegírico, en el cual ha 
imitado a Gorgias de Leontinos y a Lisias”. Compuso el 
discurso Sobre el intercambio de bienes a los ochenta y dos 
años”; y los discursos para Filipo, un poco antes de su 
muerte *%. 

Ya anciano tomó como hijo adoptivo a Afareo, el más 
joven de los tres hijos de su mujer Plátane, hija del orador 
Hipias. Prosperó bastante no sólo cobrando dinero a sus dis- 
cipulos, sino también al percibir veinte talentos del rey de 
los chipriotas, Nicocles, que era hijo de Evágoras, por el 
discurso que escribió para él*!, Envidiado por ello, fue pro- 


ros: Argos por Dánao (de Egipto), el Peloponeso por Pélope (de Lidia) y 
Tebas por Cadmo (de Fenicia). Cf. Vida de Isócrates anónima 160 ss. 

17 El propio orador declara que comenzó a escribir este discurso con 
noventa y cuatro años (XII 3), pero una grave enfermedad, que interrum- 
pió la redacción durante tres años, hizo que lo terminara a la edad de no- 
venta y siete (XII 267-270), en el 339 a. C., un año antes de su muerte. 

78 Isócrates en el Panegírico (año 380 a. C.) desarrolla la idea de 
«concordia» (homónoia) entre los griegos frente al enemigo exterior (Per- 
sia) un ideal de panhelenismo que ya antes habían propuesto Gorgias 
(posiblemente el año 392 a. C.) y Lisias (el año 388 a. C.) en sendos dis- 
cursos titulados Olímpico y pronunciados también con ocasión de la ce- 
lebración de los juegos en Olimpia. cf. Loncino, Sobre lo sublime 4, 2; 
Dion. HAL., Sobre la comp. lit. 25, 32; PLUT., Mor. 350D-E; FiLósTR., 
Vidas de los sofistas I 17 (505). 

29 Cf. Isócr., XV 9. 

8 Las obras dirigidas a Filipo son el Discurso V (año 346 a. C.) y las 
Cartas II y Ill (años 344 y 338 a, C. respectivamente). 

8! Se trata del Discurso II (4 Nicocles), una exhortación dirigida al 
joven rey de Salamina (en Chipre) tras la muerte de su padre Evágoras. 
Cf. Isócr., XV 40. 


838A 


452 MORALIA 


puesto tres veces para ser trierarco; en dos ocasiones se ex- 
cusó por mediación de su hijo alegando una enfermedad, 
mas la tercera vez lo asumió con un gasto no pequeño*”. A 
un padre que decía haber dado a su hijo por compañía un 
esclavo y nada más, le respondió: «Entonces vete, pues ten- 
drás dos esclavos en lugar de uno»? Participó asimismo en 
el certamen instituido por Artemisia en honor de Mausolo?*; 
pero su encomio no se conserva. Compuso también un En- 
comio de Elena y un Areopagítico. Acabó su vida tras pti- 
varse de alimentos durante nueve días, según dicen unos, 
durante cuatro según otros*”, en el momento de los funera- 
les por los caídos en Queronea. También su hijo Afareo es- 
cribió discursos. Recibió sepultura con su familia cerca del 
Cinosarges?5, a la izquierda sobre la colina, él mismo, su 
padre Teodoro, su madre, una hermana de ésta, Naco, tía del 
orador, su hijo adoptivo Afareo, su primo Sócrates, que era 
hijo de Naco, hermana de la madre de Isócrates, su hermano 
Teodoro, homónimo del padre, sus nietos, nacidos de su 
hijo adoptivo Afareo, [Afareo, su padre Teodoro], y su mu- 
jer Plátane, madre de su hijo adoptivo Afareo. Sobre éstos 
sepulcros había seis lápidas, que actualmente no se conser- 
van. Sobre la tumba de Isócrates había una columna de 
treinta codos, encima de la cual se erigía simbólicamente 


82 Cf. Isócn., XV 4-5; 31; 145; 160-163; y supra 837c. 

55 Una anécdota similar, sobre un padre que escatima en dar a su hijo 
una educación liberal, se atribuye a Aristipo de Cirene en PLur., Mor. 
4e-5a. 

84 Sátrapa de Caria entre los años 377 y 353 a. C. A su muerte le su- 
cedió su hermana y esposa Artemisia, que instituyó en su honor un cer- 
tamen literario y mandó construir el Mausoleo de Halicarnaso, monu- 
mento funerario considerado una de las siete maravillas del mundo. Cf. 
Auro GILIO, X 18. 

85 Cf. Vida anónima de Isócrates 155 ss. 

356 Gimnasio consagrado a Heracles en las afueras de Atenas. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 453 


una sirena de siete codos, que actualmente no se conserva". 
Cerca había también una lápida% suya en la que estaban re- 
presentados poetas y los maestros de aquél, entre ellos Gor- 
gias observando una esfera astronómica*” y el propio Isó- 
crates de pie a su lado. En Eleusis delante del pórtico se 
halla asimismo una estatua suya en bronce erigida por Ti- 
moteo, hijo de Conón, y tiene esta inscripción: 


Para honrar su inteligencia y el favor de su amistad 
Timoteo consagró a las diosas esta estatua de Isócrates. 
Obra de Leócares. 


Se le atribuyen sesenta discursos, de los cuales son au- 
ténticos veinticinco segün Dionisio, veintiocho segün Ceci- 
lio, y los demás espurios. Tenía tal aversión a la declamación 
pública, que un día en que vinieron a escucharle tres perso- 
nas, retuvo a dos y despidió a la tercera, diciéndole que vol- 
viera al día siguiente, pues ahora tenía el teatro en su audito- 
rio. Acostumbraba también a decir a sus discípulos que él 
enseñaba por diez minas, pero que daría diez mil a quien le 
ensefiara audacia y buena voz. Y ante la pregunta de por 
qué hacía a otros capaces de hablar sin serlo él mismo, res- 
pondió que tampoco las piedras amoladeras pueden cortar 


87 La sirena simboliza el poder de seducción de su elocuencia, como 
explica FiLÓsrRA'TO, Vidas de los sofistas 1 17 (503). 

88 Como en el párrafo anterior, se trata de una «mesa» sepulcral (trá- 
peza), con el nombre del difunto grabado, sobre la que se depositaban las 
ofrendas. Véase luego 842e. Un monumento similar con figuras en relie- 
ve describe PAUSANIAS, VIII 31, 3-4, 

82 Gorgias, sofista de cultura enciclopédica, influido por Empédocles 
y autor de un tratado Sobre la naturaleza o Sobre el no ser, debió de estar 
interesado, al menos en una primera época, por la filosofía natural, la fi- 
sica y la astronomía. Cf. PLar., Menón 76c-d; FiLósTR., Vidas de los so- 
fistas 482-483, IsócRATES (XV 261) considera la astronomía, como la 
geometría y otras ciencias, poco útil para la vida práctica. 


F 


839A 


454 MORALIA 


por sí mismas, pero hacen al hierro cortante. Algunos afir- 
man que escribió también un arte retórica”, y otros que no 
usaba método sino ejercitación”. Jamás cobró remunera- 
ción a un ciudadano. Ordenaba a sus discípulos que asistie- 
ran a las asambleas y le comunicaran lo que se decía. Sintió 
no poca aflicción por la muerte de Sócrates y al día siguien- 
te salió vestido de negro. En otra ocasión, al preguntarle al- 
guien qué era la retórica, respondió: «hacer grande lo pe- 
queño y pequeño lo grande» ^. Un día, convidado en casa 
de Nicocreonte, tirano de Chipre, como los presentes le in- 
vitaran a hablar, dijo: «no es ahora oportuna la materia en 
que yo soy diestro, y yo no soy diestro en la materia que 
ahora es oportuna». Como viera al poeta trágico Sófocles 
cortejar amorosamente a un muchacho, le dijo: «No sólo 
debes contener las manos, Sófocles, sino también los ojos». 
Cuando Éforo de Cime salió de su escuela sin haber apren- 
dido y su padre Demófilo lo envió de nuevo pagando por 
segunda vez, lo llamaba en broma Diforo*. No obstante, se 


99 Cf. Cic., Brutus 48; PLUT., Vida de Demóstenes 5, 7; Vida de Isó- 
crates anónima 148 ss.; 

?! En la formación del orador, IsócRATES (XV 185-192) valora la im- 
portancia de los tres aspectos: dotes naturales, educación teórica y ejer- 
citación, 

?? La expresión pone de relieve el extraordinario poder de la palabra y 
parece remontar al sofista Gorgias (cf. PLAT., Fedro 267a; Cic., Bruto 
47). Es utilizada por IsócRATES en el Panegírico (IV 8) y recogida en 
HERMÓGENES, Sobre las formas de estilo 11 378. 

2 La anécdota se halla también en PLur., Mor. 613a. 

?! Dicho atribuido a Pericles en PLur., Vida de Pericles 8, 8; y Cic., 
Sobre los deberes 1 40, 144. 

?5 «Que produce o aporta doble», adjetivo que se aplicaba a los árbo- 
les o plantas que producían dos cosechas al año. La denominación juega 
con el nombre propio del personaje, Éforo, y con el término phóros, 
«aportación, contribución». Eroro escribió una Historia universal en 
treinta libros, que abarcaba desde el retorno de los Heraclidas (las inva- 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 455 


interesó debidamente por él y le sugirió el argumento de su 
tratado. Fue también proclive a los placeres sexuales, hasta 
el punto de que en su lecho usaba un colchón supletorio y 
tenía su almohada impregnada de azafrán. Mientras era jo- 
ven no se casó, y ya anciano se unió a una cortesana, cuyo 
nombre era Lagisca, de la que tuvo una hija que murió con 
doce años, antes de haberse casado”, Después tomó por es- 
posa a Plátane, hija del orador Hipias, que tenía tres hijos, 
de los cuales, como antes se ha dicho, adoptó a Afareo. Éste 
le consagró una estatua de bronce sobre una columna junto 
al Olimpieo”” y grabó una inscripción: 


Afareo consagró a Zeus esta estatua de su padre Isócrates 
para honrar a los dioses y la virtud de sus progenitores. 


Se cuenta asimismo que ya de niño montaba a caballo; pues 
en la acrópolis, en el frontón de las arréforos, se halla erigi- 
da en bronce una estatua ecuestre de él todavía niño, según 
han dicho algunos*%. A lo largo de toda su vida se le instru- 
yeron dos procesos: en el primero, al que le citó Megaclides 
para intercambio de bienes, no se presentó a causa de una 
enfermedad y, enviando a su hijo Afareo, ganó; en el se- 
gundo, al que le citó Lisímaco para intercambio de bienes 


siones dorias, ca. 1100 a, C.) hasta el asedio de Perinto por Filipo de Ma- 
cedonia en el 340 a, C, Esta obra, de la que sólo quedan fragmentos, tuvo 
gran influencia en la literatura posterior. 

96 Cf. ATEN., XIII 592b-d, 

2 El cole de Zeus Olímpico, situado al cidade de la acrópolis de 
Atenas, en cuyo recinto PAUSANIAS (T 18, 8), en el s. 11 d, C., pudo ver aún 
la estatua de Isócrates. 

33 Se supone, pues, que había ganado una carrera ecuestre. Las arré- 
phóroi eran muchachas atenienses, de familia noble, encargadas de llevar 
el nuevo peplo y los objetos sagrados de la diosa Atenea en la procesión 
de las Panateneas. 


456 MORALIA 


por una trierarquía, perdió y asumió la trierarquía”. Había 
también un retrato suyo pintado en el Pompeo !9, 

Afareo escribió discursos, aunque no muchos, judiciales 
y deliberativos. Compuso también alrededor de treinta y sie- 
te tragedias, dos de las cuales son cuestionadas. Desde el ar- 
contado de Lisístrato, en que comenzó a representar, hasta 
el de Sosígenes, en veintiocho años concurrió seis veces a 
las representaciones Urbanas y obtuvo la victoria en dos 
ocasiones por medio de Dionisio; además concurrió otras 
dos veces a las Leneas por medio de otros*”. De la madre 
de Isócrates y de Teodoro y de la hermana de ésta, Naco, se 
erigían estatuas en la acrópolis; la de la madre se halla ahora 
junto a Higiea '? con otra inscripción, la de Naco no se con- 
serva, Afareo tuvo dos hijos, Alejandro, de Ceno, y Lisicles, 
de Lisio. 


?? E] texto diferencia en dos lo que en realidad fue un solo proceso, 
que Isócrates, representado por su hijo, perdió hacia el 356 a. C. (véase 
supra 837a, con nota, y 838a). 

200 Edificio, situado entre la puerta de Dipilón y la Sagrada, del que 
partía la procesión (pompë) y donde se guardaban los objetos para las 
festividades religiosas en Atenas. Cf. PAus., I 2, 4. 

10! Desde el año 369/368 hasta el 342/341 a. C. Las Dionisias Urba- 
nas eran el más importante de los festivales celebrados en Atenas y tenían 
lugar en el mes de marzo; las Leneas, también en honor de Dioniso, se 
celebraban en enero. En los certámenes teatrales el autor podía hacer re- 
presentar una pieza a través de otra persona, que se ocupaba de la ins- 
trucción del coro y la puesta en escena (didaskalía), tal como hizo Aristó- 
fanes en sus primeras comedias. 

192 Diosa de la «Salud» (Hygíeia), hija de Asclepio, de la que se eri- 
gía una estatua en la acrópolis de Atenas (cf. Paus., I 23, 4). 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 457 


ISEO E 


Iseo era nativo de Calcis!* llegado a Atenas aprendió 
C. ^ de Lisias la armonía verbal y la habilidad en el trata- 
miento de los hechos, hasta el punto de que, si alguien no es 
muy experto en el estilo característico de ambos, no podría 
reconocer fácilmente de cuál de los dos oradores son mu- 
chos discursos. Alcanzó su madurez después de la guerra 
del Peloponeso, como cabe deducir de sus discursos, y su 
vida se prolongó hasta el imperio de Filipo. Tras abandonar p 
su escuela fue preceptor de Demóstenes por diez mil drac- 
mas; por lo que llegó a ser especialmente célebre. Él com- 
puso también para Demóstenes los discursos contra sus 
tutores, segün dicen algunos. Ha dejado sesenta y cuatro dis- 
cursos, de los cuales son auténticos cincuenta, y artes retóri- 
cas propias. Fue el primero que comenzó a adornar con fi- 
guras el pensamiento y a dirigirlo hacia la oratoria política; 
lo cual ha imitado especialmente Demóstenes?, Lo men- 
ciona el cómico Teopompo en su Teseo “s, 


103 La actual Euripo, en la isla de Eubea, Según otras fuentes, Iseo era 
atentense. 

104 En el texto transmitido hay una laguna que debía de recoger el 
contenido siguiente: Iseo asistió a la escuela de Isócrates, pero imitó más 
bien el estilo de Lisias. Cf. Dion. Har., seo 1-2. 

105 Según Dionisio (Tseo 3), el estilo de Iseo es más elaborado que el 
de Lisias y anticipa la poderosa elocuencia de Demóstenes. HERMÓGENES 
(Sobre las formas de estilo 11 396) considera a Iseo uno de los principales 
representantes del discurso político. 

106 Fr. 18 Kock. Teopompo es un autor de la comedia antigua, cuya 
producción data de finales del siglo v y principios del 1v a, C. 


840A 


458 MORALIA 


ESQUINES 


Esquines era hijo de Átrometo, que se exilió durante los 
Treinta y participó en el restablecimiento de la democracia, 
y de Glaucótea; del demo de Cotócidas. No era ilustre por 
su linaje ni por la abundancia de sus bienes. Mientras fue 
joven y robusto de cuerpo se ejercitaba en la gimnasia", 
Después de esto, como tenía una voz clara, practicó el arte 
dramático. Según cuenta Demóstenes*%, ejercía como se- 
cretario adjunto y tercer actor con Aristodemo en las Dioni- 
sias, y en su tiempo de ocio repetía las antiguas tragedias. 
Siendo todavía niño enseñaba las letras con su padre*”, y 
en su adolescencia sirvió como soldado en las fronteras +”. 
Tras haber sido discípulo, según dicen algunos, de Isócrates 
y de Platón '!!, y según Cecilio, de Leodamante'*?, intervino 
en la política, no sin notoriedad, desde el partido opuesto al 
de Demóstenes, y participó en muchas embajadas y, en par- 
ticular, ante Filipo para tratar de la paz. Con este motivo fue 


107 Según el orador (Esquin,, IL 147) era su padre quien practicaba 
deporte en su juventud, 

H3 En diversas ocasiones DeMóÓsTENES (XVIII 261-262; XIX 246, 
249) alude irónicamente a estas actividades de escaso relieve desempeña- 
das por Esquines: «secretario adjunto» (hypogrammateus) era un puesto 
poco importante; el «tercer actor» (tritagónistés) representaba los papeles 
secundarios en la puesta en escena de una tragedia. Aristodemo fue un 
célebre actor trágico, 

102 Cf. DemósT., XVII 258. 

110 Cf. EsQurNes, H 167. 

111 Cf, FiLÓSTR., Vidas de los sofistas 1 18 (509). 

112 Cec., fr. 126 OrenLOCcH. Leodamante de Acarnas es citado en 
837D como discipulo de Isócrates. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 459 


acusado por Demóstenes de la aniquilación del pueblo de 
los focenses y de suscitar además, cuando fue elegido dele- 
gado !?, la guerra de los anfictiones contra los anfiseos que 
(cultivaban la tierra sagrada) y construían el puerto, a con- 
secuencia de lo cual sucedió que los anfictiones recurrieron 
a Filipo y éste, con la colaboración de Esquines, intervino 
en el asunto y se apoderó de la Fócide?!*. Pero al defenderle 
Eubulo de Probalinto, hijo de Espíntaro, que manejaba al 
pueblo, salió absuelto por treinta votos. Hay quienes afir- 
man que los oradores habían escrito sus discursos, pero, al 
producirse entretanto los sucesos de Queronea, el proceso 
ya no prosperó !?. Más tarde, muerto Filipo, cuando Ale- 
jandro marchaba sobre Asia, presentó recurso de ilegalidad 
contra Ctesifonte por los honores a Demóstenes. Pero, al no 
obtener la quinta parte de los votos, se exilió a Rodas con la 
intención de no pagar mil dracmas por su derrota !!6. Otros 


!5 Delegado (pylagóras) en el Consejo de la Anfictionía o Liga Dél- 
fico-Pilaica, que se reunía dos veces al afio en tomo a los santuarios de 
Apolo en Delfos y de Deméter en las Termópilas. 

14 En el año 346 a, C, tuvo lugar la capitulación de los focenses ante 
Filipo, mientras se ratificaba la paz entre Atenas y Macedonia. Demóste- 
nes y Esquines participaron en las dos embajadas (véase infra 841A) que 
marcharon a Pela, primero para negociar y después para ratificar dicha 
paz (346 a. C.). La segunda embajada desencadenaría el proceso, cele- 
brado en el año 343 a. C., para el que ambos oradores compusieron sus 
respectivos discursos Sobre la embajada fraudulenta. En el año 340 a. C., al 
parecer con la intervención de EsQuiwes (cf. III 113 ss.), volvió a estallar 
el conflicto de la Fócide: la Anfictionía de Delfos declaró la guerra a An- 
fisa (ciudad situada al noroeste de Delfos), lo que permitió a Filipo inter- 
venir de nuevo; tras conquistar la estratégica fortaleza de Elatea (339 a. C.), 
tomó Anfisa; y finalmente, en el año 338 a, C., Filipo derrotó a los alia- 
dos griegos en Queronea. 

115 Cf. PLUT., Vida de Demóstenes 15, 5-6, 

116 Además de una multa, la derrota en tales condiciones implicaba la 
privación de ciertos derechos (atimía), como la imposibilidad de empren- 


D 


"zj 


460 MORALIA 


dicen que además fue condenado a la privación de derechos 
por no querer salir de la ciudad, y que marchó a Éfeso junto 
a Alejandro. A la muerte de éste, como había disturbios, 
partió a Rodas, donde fundó una escuela y enseñaba'*”. Para 
demostración leyó a los rodios el discurso Contra Ctesifonte 
y, como todos se sorprendían de que con tal discurso hu- 
biera sido derrotado, dijo: «No os sorprenderíais, rodios, si 
hubierais escuchado la réplica que pronunció Demóste- 
nes»?!'%, Allí dejó una escuela, la llamada escuela rodia. 
Luego pasó a Samos y murió después de una breve estancia 
en la isla. Tenía buena voz, como resulta evidente por lo 
que dice Demóstenes!” y por el discurso de Demócares *”, 
Se le atribuyen cuatro discursos, pero los únicos auténti- 
cos son Contra Timarco, Sobre la embajada fraudulenta y 
Contra Ctesifonte. Pues el titulado Deliaco no es de Esqui- 
nes. En efecto, fue designado abogado para el juicio que se 
entabló sobre el santuario de Delos; pero no pronunció el 
discurso, pues en su lugar fue elegido Hiperides, según cuenta 


der otro proceso del mismo tipo; y para Esquines en particular represen- 
taba un humillante descrédito ante sus conciudadanos. La moción de Cte- 
sifonte para conceder honores a Demóstenes y el recurso de Esquines 
fueron presentados el año 336 a. C., año de la muerte de Filipo, pero el 
proceso (en el que Esquines pronunció su Contra Ctesifonte y Demóste- 
nes su famoso discurso De la corona) no tuvo lugar hasta el 330 a. C. 

17 FiLósTRATO (Vidas de los sofistas 1 18, 509) ofrece una explica- 
ción algo más detallada: Esquines viajó a Asia con la intención de pre- 
sentarse ante Alejandro, pero, enterado en Éfeso de la muerte de éste 
(323 a. C.) y ante lo convulso de la situación, decidió instalarse en Rodas, 

!5 La anécdota es recogida también por FiLósrRATO, Vidas de los 
sofistas 118 (510). 

119 X VIII 259, 280, 285, 308, 313; XIX 206-208, 336-340. 

7* Demócares (FGH 75 fr. 6c Jaconv), sobrino de Demóstenes que 
fue político, historiador y autor de discursos; de su obra nada se conser- 
va. Véanse los Decretos I y II (850F-851F).- 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 461 


Demóstenes "', También tuvo hermanos, Afobeto y Filóca- 
res, según dice él mismo ^. Fue el primero en anunciar a 
los atenienses la victoria de Taminas, y recibió por ello una 
segunda corona '?. Algunos afirman que Esquines no fue dis- 
cípulo de nadie, sino que ascendió desde la secretaría mien- 
tras se ocupaba en los tribunales; que la primera vez habló 
ante el pueblo contra Filipo y, como causó buena opinión, 
fue elegido embajador ante los arcadios; y a su llegada ante 
ellos concertó a los Diez Mil!” contra Filipo. Asimismo 
presentó una denuncia contra Timarco por prostitución; mas 
éste renunció al pleito y se colgó, según dice Demóstenes en 
alguna parte!?. Fue elegido embajador con Ctesifonte y 
Demóstenes para tratar de la paz ante Filipo, y en ello se 
comportó mejor que Demóstenes "6. En la segunda ocasión 
con otros nueve ratificó la paz mediante juramentos y, tras 
ser juzgado, salió absuelto, como antes se ha dicho”. 


1 XVIII 134-135. En el año 344/343 a. C. se suscitó un contencioso 
en el Consejo Anfictiónico al no reconocer los delios el antiguo derecho 
de Atenas sobre la administración del santuario de Apolo en la isla. La 
Asamblea ateniense designó a Esquines como abogado (synégoros), pero 
el Areópago, que tenía potestad para revisar la decisión, eligió en su lu- 
gar a Hiperides para que hablara en defensa de la ciudad. Véase luego 
850A, 

122 Esourw., II 149, 

122 Cf, EsquiN., II 167-169; FiLósrR., Vidas de los sofistas I 18 (508). 
En Taminas, ciudad de Eubea, los atenienses ganaron una batalla el 354 
a. C. 

124 E] año 348 a. C., tras la caída de Olinto, Esquines fue como em- 
bajador ante la Asamblea de la Confederación Arcadia (de los «Diez 
Mil»). Cf, Esquan., II 79; Demósr., XIX 10-11, 

125 DgMÓsrENES (XIX 2, 285-287) sólo dice que Esquines causó la 
perdición de Timarco. 

126 Cf. Esou., II 34-35. 

12 Cf, 840B-C. 


841A 


462 MORALIA 


LICURGO 


Licurgo tenía como padre a Licofrón, hijo de Licurgo al 

B que mataron los Treinta Tiranos y de cuya eliminación fue 
responsable Aristodemo de Bate, el cual, tras haber sido he- 
lenotamía 5, se exilió durante la democracia. Era del demo 
de Bútadas, del linaje de los Eteobútadas?”, Fue discípulo 
del filósofo Platón y al principio cultivó la filosofía. Luego 
fue alumno también del orador Isócrates y ejerció la política 
con notoriedad, tanto en la palabra como en la acción, sién- 
dole confiada la administración de las finanzas, En efecto, 
por tres quinquenios fue tesorero de catorce mil talentos o, 
según algunos (entre ellos el orador Estratocles que hizo de- 
cretar honores para él) 9, de dieciocho mil seiscientos cin- 

c cuenta. Al principio fue elegido él personalmente; después 
ejercía la administración inscribiendo a uno de sus amigos, 
por haberse admitido previamente una ley que impedía ser 
elegido para ocuparse de las finanzas públicas por más de 
cinco afios!?!, Tanto en verano como en invierno continuó 


128 Los hellenotamíai eran los magistrados encargados de recaudar y 
administrar los tributos que pagaban a Atenas los miembros de la Confe- 
deración de Delos. Cf. Tuc., I 96. 

122 Los Eteobútadas, que se proclamaban «verdaderos descendientes 
de Butes», el héroe hermano de Erecteo, eran una de las familias aristo- 
cráticas más ilustres de Atenas y al mismo tiempo vinculada a la causa 
democrática. 

130 E] texto del decreto (IIT) está recogido más abajo en los parágrafos 
851F-852E. Compárese la descripción de las obras de Licurgo en uno y 
otro texto. 

131 Licurgo administró la hacienda pública durante doce años, entre 
337 y 325 a. C. aproximadamente. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 463 


siempre al frente de los trabajos. Elegido para la intendencia 
militar, mejoró muchos aspectos de la ciudad, equipó cua- 
trocientas trirremes para el estado, construyó y plantó de ár- 
boles el gimnasio del Liceo, edificó la palestra, y dirigió la 
terminación del teatro de Dioniso. Custodió doscientos cin- 
cuenta talentos de particulares que se le habían confiado en 
depósito, y dotó a la ciudad de vasos procesionales de oro y 
plata y de victorias de oro. Terminó muchas obras que había 
recibido a medias, y también los muelles y el arsenal. Dis- 
puso el pretil alrededor del estadio Panatenaico; realizó esta 
obra y allanó el barranco gracias a que un tal Dinias, que era 
propietario de este terreno, lo cedió a la ciudad sobre todo 
para complacer a Licurgo. 

Asimismo tuvo a su cargo la guardia de la ciudad y la 
captura de los malhechores, a los que expulsó en su totali- 
dad, hasta el punto de que algunos sofistas decían que Li- 
curgo escribía contra los malvados untando el cálamo no en 
la tinta sino en la muerte *%. Por ello, cuando fue reclamado 
por el rey Alejandro, el pueblo no lo entregó !?. En la época 
en que Filipo luchaba contra los atenienses en la segunda 
guerra, marchó con Polieucto y Demóstenes como embaja- 
dor al Peloponeso y a algunas otras ciudades ^. Continuó 
todo el tiempo gozando de buena reputación entre los ate- 
nienses y siendo considerado justo, de modo que en los tri- 
bunales incluso el hecho de que hablara Licurgo parecía ser 
una ayuda para el defendido. 

Introdujo también leyes: una, sobre los cómicos, dispo- 
nía celebrar, en la fiesta de las Ollas, un certamen de com- 


132 Con tal expresión calificaba Démades las severas leyes de Dracón 
(PLur., Vida de Solón 17, 3). 

133 En el año 335 a. C., después de la destrucción de Tebas. 

134 Probablemente en el 342 a. C., si se trata de la misma embajada 
que menciona DEMÓSTENES (IX 72). 


842A 


464 MORALIA 


petición en el teatro y que el vencedor fuera inscrito para las 
Urbanas!%, cosa que antes no era posible, recuperando así 
el certamen desaparecido; otra ordenaba erigir estatuas en 
bronce de los poetas Esquilo, Sófocles y Eurípides, y guar- 
dar una copia oficial de sus tragedias que el secretario de la 
ciudad había de leer a los actores, pues no estaba permitido 
que en su interpretación se apartaran de aquélla; y una terce- 
ra no permitía a ningún ateniense ni habitante de Atenas 
comprar, de entre los prisioneros, a una persona libre para 
someterla a esclavitud (ni tampoco a un esclavo) sin el co- 
nocimiento de su anterior dueño; además, decretó organizar 
en el Pireo un certamen en honor de Posidón con al menos 
tres coros cíclicos y ofrecer a los vencedores al menos diez 
minas, ocho a los segundos y seis a los terceros clasificados; 
también prohibió a las mujeres ir en carro a Eleusis, para 
que (las del pueblo) no resultaran humilladas por las ri- 
cas; y si alguna era descubierta, debía pagar seis mil 
dracmas. Cuando su propia esposa desobedeció y la descu- 
brieron los delatores, les dio un talento; y al ser acusado 
más tarde ante el pueblo, dijo: «Pero a mí se me ha visto 
dando, no recibiendo» !””, En cierta ocasión encontróse con 
un recaudador que había echado mano al filósofo Jenócrates 


135 Asi, el cómico (komodós) vencedor en el concurso instituido por 
Licurgo podía ser elegido para actuar en una de las cinco comedias que 
se representaban durante las Grandes Dionisias o Urbanas (cf. 839d). La 
fiesta de las Ollas o Marmitas (Chytroi) se celebraba el tercer día de las 
Antesterias (febrero-marzo). 

136 DemósTENES (XXI 158) denuncia los excesos de lujo en esta pro- 
cesión anual hasta Eleusis para celebrar los misterios en honor de Demé- 
ter y Perséfone. 

137 La anécdota se repite en PLUT., Mor. 541F; Comp. de Nicias y 
Craso 1, 3. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 465 


y lo conducía a pagar el impuesto de los metecos 5, golpeó 
con su bastón sobre la cabeza del recaudador y liberó a Je- 
nócrates; y al otro lo encerró en la cárcel por no obrar debi- 
damente. Como fue elogiado por su acción, algunos días 
después Jenócrates, al encontrarse con los hijos de Licurgo, 
les dijo: «Pronto he devuelto el favor a vuestro padre, hijos. 
Pues muchos lo elogian por haberme ayudado.» 

Introdujo también decretos sirviéndose de un tal Bucli- 
des de Olinto, muy experto en los decretos. Aunque era rico, 
llevaba un solo vestido y el mismo en invierno y en verano, 
y se calzaba en los días necesarios. Se ejercitaba noche y 
día, al no estar bien dotado por naturaleza para la improvi- 
sación. Tenía por lecho una camita sobre la que sólo había 
una pequeña zalea y una almohada, para despertarse fácil- 
mente y ejercitarse. Como se le reprochara que pagaba 
sueldos a sofistas dedicándose él a la oratoria, respondió 
que, si alguien le prometía hacer mejores a sus hijos, le en- 
tregaría no mil dracmas, sino la mitad de su hacienda. Debi- 
do a su origen noble hablaba con entera libertad. Un día en 
que los atenienses no soportaban su arenga, exclamó al ser 
expulsado: «¡Látigo de Corcira, cuántos talentos vales!» ^. 
En otra ocasión en que aclamaban a Alejandro como un 
dios, dijo: «¿Y qué dios es ese del que hay que purificarse al 


138 Los forasteros «residentes» (métoikoi) en Atenas debían pagar un 
impuesto (nmetoíkion) de doce dracmas al año. Jenócrates de Calcedón di- 
rigió la Academia platónica tras la muerte de Espeusipo, entre los años 
339 y 314 a. C. La misma anécdota se cuenta en PrLuTARCO (Vida de 
Flaminino 12, 7) y, de manera diferente, en Diócenes Lazncio (IV 14). 

132 La austeridad de Licurgo llegó a ser proverbial. El pasaje recuerda 
la caracterización de Sócrates trazada por JENOFONTE en Recuerdos de 
Sócrates (1 6, 2; etc.), así como la presentación que hace PLuTArcO de 
los protagonistas en la Vida de Foción (4) y la Vida de Catón el Joven (4, 6). 

140 Los látigos de Corcira eran célebres en la Antigüedad. 


mi 


466 MORALIA 


salir de su templo?» !^!, Cuando él murió, entregaron a sus 
hijos a los Once a consecuencia de una acusación de Mene- 
secmo presentada por Trasicles. Como Demóstenes, que por 
aquel tiempo se hallaba en el exilio, escribió a los atenien- 
ses!” diciendo que eran criticados a causa de los hijos de 
Licurgo, cambiaron de opinión y los soltaron, después dela 
defensa en favor de ellos que hizo Democles, discípulo de 
Teofrasto. Él y algunos de sus descendientes recibieron se- 
pultura a cargo del estado; y sus túmulos están frente al 
santuario de Atenea Peonia en el jardín del filósofo Melan- 
tio, unas lápidas trabajadas, con el nombre del propio Licur- 
go y de sus hijos inscrito, y conservadas aún hasta noso- 
tros!?, Lo más importante es que aseguró mil doscientos 
talentos de renta para la ciudad, mientras que antes ingresa- 
ban sesenta. Cuando iba a morir, pidió ser llevado al Metroo 
y al Buleuterio, con el deseo de rendir cuentas de su gestión 
política ^^, Como nadie se atrevió a acusarle excepto Mene- 
secmo, liberado de las calumnias fue conducido a su casa y 
murió; considerado honesto a lo largo de toda su vida y elo- 


141 La purificación con agua lustral se realizaba al entrar en un 
templo. 

142 DemósT., Carta MI; cf. EsouiN., Carta XII 14. Menesecmo, que se 
había hecho cargo de las finanzas püblicas a la muerte de Licurgo (324 a. 
C.), denunció un déficit en la administración anterior, y los hijos de Li- 
curgo fueron multados y encarcelados. Véase también HipeErIDES, En de- 
Jensa de los hijos de Licurgo (fr. 118 Jensen). 

143 La tumba de Licurgo, que pudo ver PAusaNiAs (I 29, 16), se halla- 
ba en el Cerámico (cf. 852a). Melantio fue un filósofo del siglo u a. C. 

'^ E] Buleuterio, sede del Consejo (Boulé) donde se reunían los qui- 
nientos representantes del pueblo, y el Metroo, templo de la diosa Madre 
Rea-Cibeles bajo cuya custodia se depositaban las leyes y los archivos 
oficiales, eran edificios próximos, situados en el ágora (cf, PAus., I 3, 5). 
Cuando expiraba el mandato de un magistrado, debía entregar sus cuentas 
en el Metroo y a una comisión de inspectores dependiente del Consejo. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 467 


glado en sus discursos, no fue condenado en ningún pleito, a 
pesar de sus muchos acusadores. 

Tuvo tres hijos de Calisto, hija de Habrón y hermana de 
Calias, hijo de Habrón, del demo de Bate, que fue tesorero 
de los fondos militares en el arcontado de Querondas!*, De 
este parentesco habla Dinarco en su Contra Pistias! 5. Dejó 
tres hijos: Habrón, Licurgo y Licofrón; de ellos Habrón y 
Licurgo murieron sin descendencia, pero Habrón murió tras 
ejercer también la política de manera brillante. Licofrón, 
casado con Calistómaca, hija de Filipo de Exone, engendró 
a Calisto. Con ésta se casó Cleómbroto de Acarnas, hijo 
de Dinócrates, y engendró a Licofrón. A éste lo adoptó su 
abuelo Licofrón, y murió sin descendencia. Después de la 


843A 


muerte de Licofrón, Sócrates se casó con Calisto y tuvo un B 


hijo, Símaco; de éste nació Aristónimo, de éste Cármides, 
de éste Filipa; de ésta y de Lisandro, Medeo, que de entre 
los Eumólpidas llegó a ser exegeta!”. De éste y de Timotea, 
hija de Glauco, nacieron Laodamía, Medeo, que ejercía el 
sacerdocio de Posidón Erecteo, y Filipa, que más tarde fue 
sacerdotisa de Atenea. Antes se había casado con ella Dio- 
cles de Mélite y había engendrado a Diocles, que fue estra- 
tego de los hoplitas. Éste, casado con Hedista, hija de Ha- 
brón, engendró a Filípides y a Nicóstrata. Con Nicóstrata se 
casó Temístocles el portador de antorchas **, hijo de Teo- 


145 Año 338/337 a. C. 

146 E] discurso no se conserva. El personaje es mencionado en Di- 
NARCO, I 53, 

147 Los sacerdotes o «intérpretes» (exegetaí) que oficiaban los ritos 
mistéricos en Eleusis eran elegidos entre la familia de los Eumólpidas 
(descendientes de Eumolpo, hijo de Posidón), que tradicionalmente os- 
tentaba dicho privilegio. Cf. Tuc., VIII 53; Anpóc., I 116. 

148 El término griego daidotchos, «portador de antorcha», designa un 
sacerdocio del culto a Deméter en Eleusis, que correspondía a la familia 
de los Cérices. 


468 MORALIA 


frasto, y engendró a Teofrasto y a Diocles; heredó también 
el sacerdocio de Posidón Erecteo. 

Se atribuyen al orador quince discursos. Fue coronado 
muchas veces por el pueblo y obtuvo estatuas. En el Cerá- 
mico hay una estatua suya de bronce erigida por votación 
bajo el arcontado de Anaxícrates '^?. Bajo este arcontado re- 
cibió también manutención en el Pritaneo el propio Licurgo 
y el mayor de sus descendientes, conforme al mismo de- 
creto. Cuando murió Licurgo, el mayor de sus hijos, Lico- 
frón, disputó el privilegio ??, Muchas veces habló de asun- 
tos religiosos ?!, Demandó, entre otros muchos, a Autólico 
el Areopagita, al estratego Lisicles, a Démades, hijo de Dé- 
meas, y a Menesecmo, y a todos logró condenar ?. Llevó a 


149 Año 307/306 a. C. Pausanias (I 8, 2) menciona la estatua de Li- 
curgo, que podía verse en el ágora cerca de la Tolos. En este edificio, de 
planta circular, tenía su sede el Pritaneo o Consistorio, donde los prítanes 
ejercían el gobierno ordinario de la ciudad y se ofrecía la comida a cargo 
del estado a los ciudadanos beneméritos distinguidos con ese privilegio. 

3! E] texto parece corrupto: el decreto de Estratocles concedía ma- 
nutención en cl Pritaneo, no a Licurgo que ya había muerto, sino al ma- 
yor de sus descendientes (véase luego 852E); además, se duda si Licofrón 
era el mayor o el hijo menor de Licurgo, aunque sí fue el único que tuvo 
descendencia, 

5! Conservamos algunos fragmentos de sus discursos de tema reli- 
gioso (Sobre la sacerdotisa, Sobre el sacerdocio, Sobre los oráculos, 
Denuncia contra Menesecmo). 

15? En su discurso Contra Autólico Licurgo demandó a este miembro 
del tribunal del Areópago por la cobardia de haberse alejado de Atenas 
con su familia tras la batalla de Queronea (338 a. C.), contraviniendo un 
decreto que lo prohibía expresamente; un caso igual se denuncia en el 
discurso Contra Leócrates, el único conservado íntegro. Con su demanda 
Contra Lisicles logró condenar al general ateniense derrotado en Quero- 
nea, En el discurso Contra Cefisódoto recurrió la moción de éste para 
conceder honores (una estatua y manutención en el Pritaneo) al orador 
Démades. En la Denuncia contra Menesecmo entabló un proceso de im- 
piedad en relación con un sacrificio en el templo de Apolo en Delos. Del 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 469 


juicio también a Difilo por haber sustraído de las minas de 
plata los pilares que sostenían el peso superior de las gale- 
rías y haberse enriquecido con ello en contra de las leyes; y 
siendo la pena de muerte, lo hizo condenar, y de su hacien- 
da repartió a cada ciudadano cincuenta dracmas, sumando 
un total de ciento sesenta talentos o, según algunos, una mi- E 
na!?, Hizo juzgar por rendición de cuentas a Aristogitón, y 
a Leócrates y Autólico por cobardía. Licurgo era apodado 
Ibis: 


a Licurgo ibis, murciélago a Querefonte ^. 


Hacían remontar su linaje a Butes y a Erecteo, hijo de 
Gea y de Hefesto, y más inmediatamente a Licomedes y a 
Licurgo, a quienes el pueblo rindió oficialmente honores 
fúnebres. Esta ascendencia del linaje de los sacerdotes de 
Posidón está en un cuadro completo, que se halla en el 
Erecteon, pintado por Ismenias de Calcis!?, También hay 


discurso y los fragmentos conservados de Licurgo hay traducción espa- 
ñola a cargo de J. M. García Ruiz (Oradores menores, B. C. G. 275, 
Madrid, 2000). 

153 La cantidad confiscada, 160 talentos, equivale a 960.000 dracmas, 
que a razón de cincuenta dracmas por ciudadano supone la existencia de 
19.200 ciudadanos en la Atenas de la época, cifra muy verosímil puesto 
que Demóstenes (Contra Áristogitón 1 51), en el 325/324 a. C., habla de 
unos 20.000 ciudadanos. A razón de una mina (= 100 dracmas) por ciu- 
dadano el importe total de lo distribuido sería de 320 talentos. 

154 ARISTÓFANES, Aves 1296, donde el sobrenombre de ibis se aplica 
al abuelo del orador. El ibis es un ave zancuda que en el antiguo Egipto 
era venerada en relación con el dios Thoth, representado con cabeza de 
ibis. Véase la descripción que ofrecen HeróDOTO, II 75-76, y ELIANO, 
Hist. anim. X 29. 

55 Cf. PAus,, 126, 5. En el Erecteon, el famoso templo de la acrópolis 
de Atenas que albergaba el culto de Atenea Políade («de la ciudad»), ha- 
bía también altares consagrados a Erecteo, Posidón, Butes y Hefesto. 


"ij 


844A 


470 MORALIA 


estatuas de madera de Licurgo y de sus hijos, Habrón, Li- 
curgo y Licofrón, que realizaron Timarco y Cefisódoto, los 
hijos de Praxíteles, El cuadro lo consagró su hijo Habrón, 
que había heredado de la familia el sacerdocio y lo había 
cedido a su hermano Licofrón; y por ello Habrón está repre- 
sentado entregándole el tridente. Elabotó un registro de to- 
das las obras de su administración y lo erigió en una estela 
delante de la palestra que había construido, para quienes de- 
searan examinarlo. Pero nadie pudo acusar al hombre de 
malversación. Propuso también coronar a Neoptólemo, hijo 
de Anticles, y erigirle una estatua, porque prometió dorar el 
altar de Apolo en el ágora, conforme al oráculo del dios. 
Asimismo hizo votar honores para Diotimo de Euonimea, 
hijo de Diopites, en el arcontado de Ctesicles **, 


DEMÓSTENES 


Demóstenes, hijo de Demóstenes y de Cleobule, hija de 
Gilón, del demo de Peania, quedó huérfano de padre a los 
siete años con una hermana de cinco años?!” y pasó la mino- 
ría de edad junto a su madre. Fue alumno de Isócrates, se- 
gün dicen algunos, pero, segün la mayoría, de Iseo de Calcis, 
que era discipulo de Isócrates y vivía en Atenas. Admiraba 
a Tucídides?* y al filósofo Platón, de quien algunos afirman 
que fue alumno principalmente. Según cuenta Hegesias de 


156 Año 334/333 a, C. Cf. DEMÓsr., XVIII 114, 116. 

157 El propio Demóstenes (Contra Áfobo 1 4 y Il 3) nos ofrece estos 
datos familiares. 

18 Luciano (Contra un ignorante 4) cuenta que Demóstenes llegó a 
copiar hasta ocho veces la obra de Tucídides, 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 471 


Magnesia ?, pidió a su pedagogo poder escuchar a Calís- 
trato de Afidna, hijo de Émpedo, reputado orador que había 
sido jefe de caballería*% y había erigido el altar a Hermes 
Agoreo, en una ocasión en que debia hablar ante el pueblo; 
y tras escucharlo, se convirtió en amante de la oratoria. Por 
cierto que lo escuchó poco tiempo, mientras aquél residía en 
la ciudad. Cuando se exilió en Tracia, entonces él, después 
de haber cumplido el servicio militar!%!, se confió a Isócra- 
tes y a Platón. Luego también acogió a Iseo en su casa du- 
rante cuatro años y se ejercitó imitando sus discursos. Según 
dice Ctesibio € en su obra Acerca de la filosofía, gracias a 
Calias de Siracusa se procuró los discursos de Zeto de Anfi- 
polis, y gracias a Caricles de Caristo los de Alcidamante, y 
los estudió a fondo **. Alcanzada la mayoría de edad, como 
recibiera de sus tutores menos de lo debido, los llevó a jui- 
cio por la tutela en el arcontado de Timócrates. Eran tres: 
Áfobo, Terípides y Demofonte o Démeas. Y sobre todo acu- 


159 Historiador del s. ur a. C. que compuso una obra sobre Alejandro 
Magno. La noticia, correspondiente a FGH 142, fr. 22 JAconv, también se 
encuentra en PLUT., Vida de Demóstenes 5, 1-5, y Auto GeLto, MI 13. 

160 En Atenas eran elegidos cada año dos jefes de caballería (Ríppar- 
choi) desde los tiempos de Pericles, quien organizó el cuerpo de caballería 
del ejército ateniense antes de la guerra del Peloponeso. 

16% Calístrato intervino en la política ateniense entre el año 378 y el 361 
a. C., en que marchó al exilio, Por su parte, Demóstenes debió de terminar 
su servicio militar a la edad de veinte años, el 364/363 a. C. Al alcanzar la 
mayoría de edad (18 años) los jóvenes atenienses eran registrados como 
ciudadanos y alistados para cumplir la instrucción militar o ephebía, que du- 
raba dos años. 

162 Autor del s. ma. C. 

163 Para todo el pasaje relativo a la formación del orador, véase PLu- 
TARCO, Vida de Demóstenes 5, que cita como fuente al biógrafo Hermipo 
(siglo m a. C.). Cf. también Luc., Encomio de Demóstenes 12. 


472 MORALIA 


só a aquél, que era hermano de su madre /**, En cada proce- 
so reclamó diez talentos como indemnización. Y los hizo 
condenar. Mas no exigió nada de la condena, (perdonando) 
a unos el dinero, a otros incluso la compensación. Cuando 
Aristofonte dejó ya la jefatura política por su edad, fue tam- 
bién corego !9, Tras entablar juicio contra Midias de Anagi- 
runte, que le había golpeado en el teatro mientras ejercía 
como corego, aceptó tres mil dracmas y desistió del liti- 
gio'%. Cuentan de él que, siendo joven aún, se retiraba a 
una gruta y allí estudiaba oratoria con la mitad de la cabeza 
rasurada, para no salir!9; y que dormía sobre una cama es- 
trecha para levantarse rápidamente. Como era incapaz de 
pronunciar la rho, se ejercitó hasta conseguirlo, y eliminó el 
inconveniente movimiento de su hombro durante la práctica 
declamatoria suspendiendo del techo un punzón o, según 
algunos, una pequeña espada, para que el temor le hiciera 
quedarse quieto. Cuando ya progresó en el vigor de su elo- 
cuencia, instaló un espejo de su misma altura y practicaba la 
declamación mirándose en él para corregir sus defectos '*%, 
Descendía hasta Falero y realizaba los ensayos ante los 
rompientes de las olas, para no perder la entereza si alguna 
vez el pueblo le abucheaba. Como le faltaba aliento, pagó 
diez mil dracmas al actor Neoptólemo, para poder pronun- 
ciar periodos enteros sin respirar. 


164 En realidad Áfobo no era tío, sino primo del orador; y el tercer tutor 
era Demofonte, hijo de Demón. cf. Dremósr., Contra Afobo 1 4. El proceso 
tuvo lugar el año 364/363 a. C. 

165 Aristofonte abandonó la política el 354 a. C. Demóstenes fue corego 
el año 348 en las Grandes Dionisias, lo cual significa, debido al coste de tal 
liturgia, que para entonces había recuperado ya su fortuna, 

166 Cf, Esquí, III 52; DemósT., XXI (Contra Midias). 

17 PLUTARCO, Vida de Demóstenes 7, 6, cuenta la misma anécdota. 

168 Véase PLUT., Vida de Demóstenes 11. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 473 


Cuando entró en la política, la ciudad estaba dividida en 
dos bandos, los partidarios de Filipo y los que hablaban al 
pueblo en favor de la libertad. Adoptó la posición de los ad- 
versarios políticos de Filipo, y continuó todo el tiempo acon- 
sejando ayudar a los que estaban en peligro de caer bajo Fi- 
lipo, colaborando políticamente con Hiperides, Nausicles, 
Polieucto y Diotimo 9. Así, hizo aliados de los atenienses a 
los tebanos, eubeos, corcirenses, corintios, beocios, y a mu- 
chos otros además de éstos*”. En una ocasión, tras fracasar 


845A 


en la asamblea, marchaba a su casa desanimado. Encontrán- 


dose con él Éunomo de Tría, que era ya anciano, alentó a 
Demóstenes; y sobre todo el actor Andronico, diciéndole 
que sus discursos eran buenos, pero que resultaba deficiente 
la representación, y le recordó las palabras que había pro- 
nunciado en la asamblea. Demóstenes entonces, convencido, 
se confió a Andronico'”, Por ello, cuando se le preguntó 
qué es lo primero en la oratoria, respondió: «la representa- 
ción»; y qué lo segundo: «la representación»; y qué lo ter- 
cero: «la representación»!7, Cuando acudió de nuevo a la 


169 Nausicles fue el general ateniense que detuvo a Filipo en las Ter- 
mópilas el año 352 a. C. Polieucto participó en diversas embajadas al la- 
do de Demóstenes (cf. 841e; 846C-D; Drwósr., IX 72) y figuraba, al 
igual que Diotimo, entre los políticos cuya extradición reclamó Alejandro 
después de arrasar Tebas (cf. Arrano, Andbasis de Alejandro E 10, 4). 

120 El texto alude, en particular, a la coalición de ciudades griegas 
contra Filipo constituida el año 341/340 a. C. Cf. DemósT., XVIII 237; y 
más abajo 851b. 

7l Según PLUTARCO (Vida de Demóstenes 6-7), que refiere con más 
detalle el contacto del orador con ambos personajes, el actor que enseñó 
declamación a Demóstenes se llamaba Sátiro y no Andronico. 

172 Ya anécdota era célebre (cf. Loncimo, Ret. 567-568 Warz = I 
310-311 SpPrNGrL; Cic., Brutus 142; Del orador 11 213; Quiwr., XI 3, 6- 
7). El término griego hypókrisis, que sirve para designar la «representa- 
ción» de una pieza dramática por los «actores» (hypokritaí), designa 
igualmente la «declamación» o «ejecución» pública del discurso por el 


474 MORALIA 


asamblea, fue ridiculizado por la novedad de algunas expre- 
siones, hasta el punto de que lo parodiaron en sus comedias 
Antifanes y Timocles: 


por la tierra, por las fontanas, por los ríos, por los torren- 


[tes 173, 


jurando de ese modo provocó abucheos entre el pueblo. Ju- 
raba también por Asclepio haciendo la palabra proparoxí- 
tona; y argumentaba que su pronunciación era cotrecta, 
puesto que el dios es apacible?”*, Y por eso muchas veces 
fue abucheado. Mas corrigió todos sus defectos asistiendo a 
la escuela del dialéctico Eubúlides de Mileto '?, Estando en 
la fiesta de Olimpia oyó a Lámaco de Terina leer un enco- 
mio de Filipo y de Alejandro que atacaba a los tebanos y 
olintios, y colocándose a su lado aportó testimonios de anti- 
guos poetas sobre las hermosas hazañas de tebanos y olin- 
tios, de tal modo que ya Lámaco desistió y abandonó el fes- 
tival 5, Y Filipo, a quienes le referían sus arengas contra él, 


orador, la quinta y última operación del arte retórica, que en latín fue 
llamada unas veces actio, de donde en español «acción» oratoria, y otras 
pronuntiatio. La «ejecución» o «representación» del discurso, a la que 
también concedían gran importancia ARISTÓTELES (Ref. III 1, 1403b20 
55.), Dionisio (Demóstenes 53 s.) y PLUTARCO (Mor. 801F; etc.), incluye 
tanto la pronunciación (inflexiones de altura, tono y ritmo de la voz) co- 
mo la acción (conjunto de gestos y ademanes, del rostro y de las manos, 
que acompañan a la expresión verbal). 

173 Fr, 296 y 38 Kock. Cf. PLUT., Vida de Demóstenes 9, 4-6. 

174 El nombre del dios de la medicina en griego es Asklepiós, con acento 
oxítono, y Demóstenes al parecer lo pronunciaba Asklépios haciéndolo de- 
rivar del adjetivo épios, «dulce, benévolo». La mujer de Asclepio era Epio- 
ne, «la que aplaca». 

175 Cf. Dióc, Laer., II 108. 

116 Cf. PLUT., Vida de Demóstenes 9, 1. Demóstenes encabezó la de- 
legación ateniense en los Juegos Olímpicos del 324 a. C. 


VIDAS DE LOS DIEZ. ORADORES 475 


decía lo siguiente: «Incluso yo mismo, si hubiera escuchado 
las palabras de Demóstenes, habría elegido a este hombre 
para la guerra contra mí». Consideraba sus discursos seme- 
jantes a los soldados por su vigor guerreto, y los de Isócra- 
tes semm  eantes a los atletas, pues proporcionan el goce « 
espectáculo *”. A los treinta y siete años de edad (contando 
desde el arcontado de Dexíteo hasta el de Calímaco '?, du- 
rante el cual una embajada de los olintios vino a pedir ayu- 
da, ya que eran acosados por Filipo en la guerra), los per- 
suadió de enviar la ayuda. Pero al año siguiente, en el que 
murió Platón, Filipo sometió a los olintios '?. 

Jenofonte, el socrático, le conoció en sus comienzos o 
en ia madurez, Pues sus Helénicas acaban con los sucesos 
de la batalla de Mantinea, en el arcontado de Cariclides !99; y 
antes, en el arcontado de Timócrates '*!, aquél había hecho 
condenar a sus tutores. Cuando Esquines marchaba al exilio 
después de su condena, lo persiguió a caballo. Éste, creyen- 
do que iba a prenderlo, se postró ante él y se cubrió, pero 
Demóstenes lo alzó, lo reconfortó y le dió un talento de 
plata**. También aconsejó al pueblo mantener un contin- 


17 Focio (Bibl. 121b 13) atribuye esta comparación a Cleócares, un 
orador del s. m a. C. 

178 Esto es, desde el año 385/384 hasta cl 349/348 a. C. 

119 Con los tres discursos Olintíacos Demóstenes arengó a los atenien- 
ses para que prestaran socorro a los olintios. Pero ei 348 a. C. Olinto cayó 
en poder de Filipo. 

180 En el año 362 a. C. Mantinea, ciudad de Arcadia, fue escenario de 
una célebre batalla en la que Tebas venció a Esparta, pero perdió a su ge- 
neral Epaminondas, 

!8! Año 364/363 a. C. | 

182 Ta anécdota se halla recogida en otros testimonios: cf. Pap. Oxirr. 
1800 (ss. n-m d. C.), frag. 3, col. 2; Focio, Bibl. 265. En la versión de 
PLuTARCO (Vida de Demóstenes 26, 3-4) es Demóstenes quien recibe 
ayuda de sus adversarios cuando parte al exilio, 


846A 


476 MORALIA 


gente mercenario en Tasos, y en esta ocasión zarpó como 
trierarco 3, Acusado de hurto mientras era comisario de abas- 
tecimientos, fué absuelto !*t, Cuando Filipo se apoderó de 
Elatea, también él partió con los que combatieron en Que- 
ronea; entonces, al parecer, abandonó su puesto, en la huida 
su túnica se enganchó en una zarza, y él volviéndose dijo: 
«¡me rindo». Sobre el escudo tenía escrito «¡Buena suer- 
tel» 55, No obstante, pronunció el discurso fúnebre por los 
caidos. Después de esto se aplicó con esmero a la repara- 
ción de la ciudad, fue elegido comisario de fortificaciones, y 
aportó de su propia hacienda el dinero gastado, cien minas. 
Asimismo donó diez mil dracmas para delegados *%, Y em- 
barcado en una trirreme hizo un periplo por los aliados para 
recaudar dinero. Por ello fue coronado muchas veces, pri- 
mero por Demómeles, Aristonico e Hiperides con una coro- 
na de oro, finalmente por Ctesifonte *", Y cuando Diódoto y 
Esquines presentaron recurso de ilegalidad contra el decre- 
to, ganó en su defensa de tal modo que el demandante no 
consiguió la quinta parte de los votos. 


183 Véase luego 851a. Tasos es una isla situada al norte del mar Egeo, 

184 En el año 338 a. C., tras la derrota de Queronea: cf. Dem., XVIII 
248-249. 

185 Cf. PLUT., Vida de Demóstenes 20, 2. 

186 Los theórol eran «delegados» enviados por la ciudad a los grandes 
centros religiosos para asistir a las fiestas, presentar ofrendas, etc. El de- 
creto recogido en DeMÓsrENPs, XVIII 118, menciona esta donación de 
«cien minas (= diez mil dracmas) para sacrificios a los delegados de to- 
das las tribus.» Compárese el catálogo de las actuaciones de Demóstenes 
que ofrece el Decreto I (850f-851b). 

187 Cf, Dem., XVIII 83-84; 222-223. Demóstenes fue coronado en el 
340/339 a. C. a propuesta de Aristonico; en el 338 a propuesta de Demó- 
meles e Hiperides; y finalmente en el año 330, cuando se resolvió el pro- 
ceso por el recurso que interpusiera Esquines a la moción presentada por 
Ctesifonte en el 336 a. C. Para las consecuencias de tal proceso, véase 
más arriba 840c. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 477 


Más tarde, cuando Alejandro hacía campaña en Asia y 
Hárpalo huyó con sus tesoros a Atenas, al principio impidió 
que se le acogiera. Pero, una vez que aquél entró en el 
puerto, aceptando mil daricos cambió de actitud. Y como 
los atenienses querían entregar al personaje a Antípatro, se 
pronunció en contra y propuso depositar los tesoros en la 
acrópolis sin comunicar al pueblo la cantidad. Pero, mien- 
tras Hárpalo declaró (haber traído) setecientos (talentos, se 
descubrió que lo llevado a la acrópolis eran trescientos) cin- 
cuenta o poco más, según cuenta Filócoro!**, Después de 
esto, cuando Hárpalo huyó de la prisión, donde era custo- 
diado hasta que viniera un emisario de Alejandro, y pasó a 
Creta o, segün algunos, al Ténaro de Laconia, Demóstenes 
fue acusado de venalidad, porque presuntamente a causa de 
esto no había revelado la cantidad de lo depositado ni de- 
nunciado la negligencia de los guardianes. Llevado ante el 
tribunal por Hiperides, Píteas, Menesecmo, Himereo y Pa- 
trocles, quienes hicieron que lo condenara el Consejo del 
Areópago, y convicto, se exilió al no poder pagar el quíntu- 
plo (tenía acusación de haber recibido treinta talentos) o, 
según algunos, sin aguardar al juicio ?. Después, cuando 


188 El texto entre corchetes angulares ha sido restituido a partir de Focio. 
La noticia del atidógrafo Fm.Ócoro (siglos rv-m a. C.), el más importante 
historiador local ático, corresponde a FGH 328, fr. 163 Jacoby. 

18? Piteas fue un demagogo ateniense. Himereo era hermano de De- 
metrio de Falero e integrante del partido antimacedónico. Sobre el caso 
de Hárpalo, el tesorero de Alejandro que buscó asilo en Atenas el 324 
a.C., puede cotejarse la narración de PLurarco, Vida de Demóstenes 25- 
26; y Diopono, XVII 108, 4-8. Además, conservamos discursos de Hirr- 
RIDES (Contra Demóstenes) y Dinarco (Contra Demóstenes; Contra 
Aristogitón; Contra Filocles) sobre el asunto. En el proceso contra De- 
móstenes las competencias del Consejo del Areópago consistieron en in- 
vestigar y emitir la resolución inculpatoria, que fue remitida a un tribunal 
de heliastas ante el cual se celebró el juicio. 


478 MORALIA 


los atenienses enviaron a Polieucto como embajador ante la 
confederación arcadia, a fin de que éstos se apartaran de 
la alianza con los macedonios, como Polieucto no podía 
convencerlos, apareció Demóstenes y, hablándoles en el mis- 
mo sentido, los convenció. Admirado por ello, al cabo de 
algún tiempo consiguió el retorno gracias a la aprobación 
de un decreto y al envío de una trirreme. Los atenienses 
votaron que, con los treinta (talentos) que debía, adornara el 
altar de Zeus Salvador en el Pireo y que se le perdonara; 
este decreto lo presentó Demón de Peania, que era primo 
suyo; y así estaba de nuevo en la política*”. Cuando Anti- 
patro fue sitiado por los griegos en Lamia y los atenienses 
ofrecían sacrificios por la buena noticia, dijo a uno de sus 
amigos, Agesístrato, que no tenía la misma opinión que los 
demás sobre la situación: «Pues conozco bien, declaró, que 
los griegos saben y pueden hacer una guerra rápida, pero no 
una guerra prolongada» ?!. Cuando Antípatro tomó Farsalo 
y amenazaba a los atenienses con asediar la ciudad, si no le 
entregaban a los oradores, Demóstenes abandonó la ciudad 
y se refugió primero en Egina acogiéndose al santuario de 
Eaco'”, mas por temor pasó a Calauria. Como los atenien- 


190 Cf PLUT., Vida de Demóstenes 27. La embajada a Arcadia se sitúa 
al principio de la guerra Lamíaca, cuando, a la muerte de Alejandro (323 
a. C.), numerosas ciudades griegas formaron alianza contra Macedonia y 
llegaron a encerrar a Antipatro en la fortaleza de Lamia. La guerra acabó 
con la derrota de los aliados en la batalla de Cranón, 

191 En el texto griego se contraponen metafóricamente dos términos 
de las competiciones atléticas: la carrera corta (siádion), de unos 200 
metros, y la carrera de fondo, la más larga (dólichos), de 24 estadios 
(unos 4800 metros). La frase es atribuida a Foción, politico y estratego 
ateniense, por PLUTARCO, Vida de Foción 23, 4. 

192 Allí fueron detenidos Hiperides, Aristonico e Himereo: cf. PLUT., 
Vida de Demóstenes 28, 4. Calauria es una isla del mar Egeo, la actual 
Poros. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 479 


ses votaron entregar a los oradores y también a él, se acogió 
como suplicante en el santuario de Posidón. Cuando Ar- 
quias, apodado el Cazafugitivos, que había sido alumno del 
rétor Anaxímenes !”, vino hasta él y trataba de convencerle 
de que saliera asegurándole que se haría amigo de Antípa- 
tro, le respondió: «Ni cuando interpretabas tragedia me con- 
vencías ni ahora me convencerás con tu consejo». Al inten- 
tar aquél recurrir a la violencia, se lo impidieron los de la 
ciudad; y Demóstenes dijo: «No me refugié en Calauria por 
necesidad de salvación, sino para demostrar que los mace- 
donios violan incluso los santuarios de los dioses.» Y pi- 
diendo una tablilla escribió, según dice Demetrio de Magne- 
sia ^, el dístico grabado más tarde por los atenienses sobre 
su estatua: 


Si hubieras tenido, Demóstenes, una fuerza igual a tu inge- 
[nio, 
nunca el Ares Macedonio habría dominado a los griegos. 


La estatua se halla cerca del recinto acordelado y del altar 
de los Doce Dioses, y es obra de Policucto?”. Según dicen 
algunos, se encontró escrito lo siguiente: «Demóstenes a An- 
típatro, isalud!» Filócoro ?* afirma que murió bebiendo un 
veneno; el escritor Sátiro '”, que el cálamo, con el que co- 


193 Anaximenes de Lámpsaco, historiador y rétor del s. 1v a. C., al que 
se atribuye la titulada Retórica a Alejandro. 

19 Autor, en el siglo 1 a. C., de un tratado Sobre los poetas y escrito- 
res homónimos, 

195 Escultor de la primera mitad del siglo rr a. C. La estatua, erigida 
por iniciativa de Demócares (cf. 847D; 850F), es mencionada por Pau- 
SANIAS (I 8, 2). El altar de los Doce Dioses Olímpicos fue levantado por 
los Pisistrátidas en el ágora. 

1% FGH 328, fr. 164 Jacoby, 

1? Mir rER, FHG III, pág. 162. Sátiro es un biógrafo del siglo m a. C. 


647A. 


480 MORALIA 


B menzó a escribir la carta, estaba envenenado y que al suc- 
cionarlo murió; Eratóstenes "*, que desde hacía mucho tiem- 
po, por miedo a los macedonios, llevaba alrededor del brazo 
un anillo envenenado. Hay quienes afirman que murió con- 
teniendo él mismo la respiración. Otros aseguran que lo hi- 
zo succionando el veneno de su sello !”. (Vivió setenta años 
según la estimación más elevada, sesenta y siete según la 
más baja. Ejerció la política) durante veintidós años. 

Cuando murió Filipo, salió con espléndida vestimenta, 
aunque su hija había fallecido recientemente, regocijándose 

c por la muerte del macedonio?%. Colaboró con los tebanos 
en la guerra contra Alejandro y siempre infundió valor a los 
demás griegos. Por eso Alejandro, después de arrasar Tebas, 
lo reclamó a los atenienses, amenazándoles si no lo entrega- 
ban*”*. Cuando aquél hacía campaña contra los persas y pi- 
dió a los atenienses una flota?”, se pronunció en contra ale- 
gando que no existía certeza de que no la usaría contra 
quienes se la habían proporcionado. 


D8 EGH 241 fr. 31 Jacony, Se trata de Eratóstenes de Cirene (s. m 
a. C.), el famoso erudito y filólogo, director de la Biblioteca de Alejan- 
dría, que destacó por su vasto conocimiento en todas las ramas del saber, 
especialmente en geografía. 

192 Sobre el episodio de la muerte de Demóstenes (384-322 a. C.) 
puede verse un relato más completo en PLur., Vida de Demóstenes 28- 
30; y también Paus., I 8, 2-3, En el Encomio de Demóstenes (28-50) 
pseudolucianesco es evocada una graciosa escena, donde Arquias refiere 
a Antípatro su fracaso en la detención del orador. 

29 Año 336 a. C. PLUTARCO (Vida de Demóstenes 22) desaprueba la 
crítica de Esquines (III 77-78) por esta actitud de Demóstenes. Véase 
también PLUT., Mor, 1195; Cic., Tusc. IH 63; Focro, Bib]. 245. 

201 En el año 335 a. C. Alejandro exigió a Atenas la extradición de los 
oradores antimacedónicos para someterlos a juicio ante el Consejo An- 
fictiónico, hasta que fue disuadido por Foción en una embajada. Cf. De- 
MÓST., XVIII 322; Esqui, III 161; PLur., Vida de Demóstenes 23. 

202 Veinte naves, según Diopono (XVII 22, 5). 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 481 


Dejó dos hijos de una mujer (de Samos) de buena repu- 
tación, hija de un tal Heliodoro. Tuvo una hija, que murió 
antes de casarse, siendo aún niña. Tenía también una her- 
mana; de ella y de Laques de Leucónoe nació su sobrino 
Demócares, hombre bueno en la guerra y no inferior a nadie 
en los discursos políticos. Hay una estatua suya en el Prita- 
neo, la primera a la derecha al entrar al hogar, ataviada con 
manto y ciñendo una espada. Pues se dice que arengó así al 
pueblo cuando Antípatro reclamaba a los oradores. Más tar- 
de los atenienses concedieron manutención en el Pritaneo a 
los parientes de Demóstenes y, después de muerto, le erigie- 
ron la estatua en el ágora bajo el arcontado de Gorgias, 
cuando su sobrino Demócares solicitó para él esos privile- 
gios, Nueve años más tarde, bajo el arcontado de Pitarato, el 
hijo de Demócares, Laques de Leucónoe, solicitó a su vez 
privilegios para éste: el levantamiento de la estatua en el 
ágora, manutención en el Pritaneo para él y para el mayor 
de sus descendientes a perpetuidad, y presidencia?” en to- 
dos los certámenes. Los decretos a favor de ambos están 
grabados*”; la estatua de Demócares, de la que antes se ha 
hecho mención, fue trasladada al Pritaneo. 

Se le atribuyen sesenta y cinco discursos auténticos. Al- 
gunos afirman incluso que vivió de manera disoluta, usando 
vestidos de mujer y andando de juerga en todo momento, 
por lo cual fue apodado Bátalo*”, Otros dicen que tal apodo 


203 La proedría consistía en el privilegio de ocupar un «asiento de 
preferencia» en el teatro, en los juegos, en las asambleas, etc. 

24 Decretos I y H (parágrafos 850F-851F), de los años 280/279 y 
271/270 a. C. respectivamente, 

203 El adjetivo bátalos puede significar «atrasado» o «disoluto»; y 
puede también ser un juego de palabras con battarizó («balbucear», «tar- 
tamudear»), que haría referencia a un defecto de pronunciación que De- 
móstenes padeció en su juventud (confusión de r y /). Según el propio 
orador, se trataba de un apodo cariñoso que de niño le había puesto su 


E 


F 


848A 


482 MORALIA 


era un diminutivo injurioso del nombre de su nodriza. Dió- 
genes el Cínico, al verlo en cierta ocasión en una taberna 
retrocediendo avergonzado, exclamó: «¡Cuanto más retro- 
cedas, más adentro estarás de la tabernal»**, Decía bro- 
meando sobre sí mismo que en los discursos era un escita y 
en las batallas un hombre de ciudad". Recibió también oro 
de Efialtes, uno de los demagogos que marchó como emba- 
jador ante el Gran Rey y distribuyó en secreto el dinero que 
trajo para repartir entre los demagogos a fin de promover la 
guerra contra Filipo, Y dicen que él particularmente recibió 
como soborno del Gran Rey tres mil daricos?", A un tal 
Anaxilas de Óreo?”, que había sido su huésped, lo hizo de- 
tener y torturar como espía y, aunque no confesó nada, pro- 
puso en votación que fuese entregado a los Once. En cierta 
ocasión en que los atenienses le impedían hablar en la 
asamblea, declaró que deseaba dirigirse a ellos brevemente 
y, cuando callaron, dijo: «Un muchacho, en la estación del 
verano, alquiló un asno desde la ciudad hasta Mégara. Me- 


nodriza en alusión a su fragilidad física; pero Esquines utilizaba este so- 
brenombre de forma injuriosa para denunciar la supuesta conducta de- 
pravada del orador. Cf. Esqum., I 126; 131; 164; H 99; Demósr., XVIII 
180; PLUT., Vida de Demóstenes 4; ATEN., XIII 592e-593a. 

26 Cf PLUT., Mor. 82C-D; Dióa. Laer., VI 34; Enzano, Varia histo- 
ria IX 19. 

207 En griego, como en español, «urbano» (astikós o asteíos) es sinó- 
nimo de 'refinado, educado'; mientras que el gentilicio «escita», que 
también puede ser una alusión a la abuela materna de Demóstenes, era si- 
nónimo de ‘bárbaro, bruto, rústico”. 

?9 La embajada de Efialtes a Susa en el 341 a. C. resultó un fracaso. 
Pero los enemigos de Demóstenes coinciden en denunciar que el orador 
recibía dinero del rey de Persia: cf. Esoum., III 239; Dın., E 18-20; 
PLur., Vida de Demóstenes 20, 4-5. 

202 R] nombre del individuo, supuestamente enviado por Filipo en mi- 
sión de espionaje, era en realidad Anaxino. cf. Demósr., XVIH 137; Es- 
QUIN., III 223-224. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 483 


diado el día, como el sol abrasaba con fuerza, ambos que- 
rían resguardarse bajo la sombra; mas se lo impedían mu- 
tuamente, uno alegando que había alquilado el asno y no la 
sombra, el otro que por haberlo alquilado tenía todo el dere- 
cho.» Y diciendo esto, se marchó. Como los atenienses lo 
retenían y le pedían que pusiera término a su discurso, de- 
claró: «¿Entonces, queréis escuchar cuando se os habla so- 
bre la sombra de un asno, y no queréis cuando se os habla 
sobre asuntos serios?» ^*, Cuando en otra ocasión el actor 
Polo le dijo que había recibido un talento como paga por 
actuar dos jornadas, le respondió: «Y yo cinco talentos por 
estar callado una sola jornada» ?''. Cuando perdió la voz en 
una asamblea y fue abucheado, declaró que a los actores se 
debe juzgar por la voz, a los oradores por la opinión ?", 
Como Epicles le reprochara que ensayaba siempre sus dis- 
cursos ?^?, respondió: «Me avergonzaría en verdad, si im- 
provisara al aconsejar a tan gran pueblo.» Cuentan que no 
apagó su lámpara hasta que tuvo cincuenta afios, perfeccio- 
nando sus discursos. Él mismo dice que bebía sólo agua?**, 


210 «La sombra de un asno» era una expresión proverbial para desig- 
nar algo sin importancia: cf. escolio a AnisrÓF., Avispas 191; PLAT., Fe- 
dro 260c; Dión DE Prusa, XXXIV 48; Luc., Hermotimo 71; y también 
Demósr., V 25. 

?!! Cf. Aur Oo GrLIO, XI 9, 2; 10, 6. 

212 En el discurso De la corona (XVIII 280) DEMÓsrENEs se dirige a 
Esquines con una sentencia similar. 

213 Pr uTARCO (Vida de Demóstenes 8; Mor. 803c-804a) señala cómo 
Demóstenes, si bien llegó a ser el mejor orador político, carecía de las 
naturales dotes oratorias para la improvisación que adoraban a Pericles, 
Démades o Foción. 

214 Hábito que se asociaba a un carácter sobrio y difícil: cf. Demósr., 
VI 30; XIX 46; Finóste., Vidas de los sofistas I 18, 507-508. Otros tes- 
timonios relacionan su costumbre de beber sólo agua con la necesidad de 
mantener la lucidez mientras componía sus discursos: cf. Ps. Luciano, 
Encomio de Demóstenes 15; LisAN10, Vida de Demóstenes 82-84, 


484 MORALIA 


El orador Lisias lo conoció ??, e Isócrates fue testigo de su 
actuación política hasta la batalla de Queronea, y también 
algunos de los filósofos socráticos. Improvisó la mayoría de 
los discursos que pronunció, al estar bien dotado para ello. 
El primero que propuso coronarle con una corona de oro fue 
Aristonico de Anagirunte, hijo de Nicófanes, pero Diondas 
recurrió mediante juramento ?', 


HIPERIDES 


Hiperides, del demo de Colito, tenía como padre a Glau- 
cipo, hijo de Dionisio. Tuvo un hijo del mismo nombre que 
su padre, Glaucipo, orador y escritor de discursos, del que a 
su vez nació Alfínoo. Tras haber sido discípulo del filósofo 
Platón?",, junto con Licurgo, y del orador Isócrates, intervi- 
no en la política en Atenas durante la época en que Alejan- 
dro manejaba los asuntos de Grecia; y se opuso a la entrega 
de los estrategos que éste reclamaba a los atenienses, así 
como de las trirremes?'*. También aconsejó no disolver el 
contingente mercenario del Ténaro, que comandaba Cares””, 
pues mantenía una relación amistosa con el estratego. Al 
principio defendía causas privadas por un salario. Al parecer 


215 Véase supra 836a 

216 Véase más arriba 846a (con nota). La denuncia de Diondas proba- 
blemente fue presentada contra la moción de Demómeles (para una se- 
gunda corona) y no contra la de Aristonico, Cf. DemósT., XVIII 222, 

217 Cf. DióG, Larrcio, III 46. 

21 La misma posición adoptó Demóstenes, que figuraba entre los re- 
clamados por Alejandro el año 335 a. C. tras la toma de Tebas (véase 
847c, y notas). 

219 En el 332 a. C. Cares tomó con su flota Imbros y el Ténaro, cabo 
meridional del Peloponeso. 


VIDAS DE LOS DIEZ, ORADORES 485 


participó del dinero persa con Efialtes??; elegido trierarco, 
cuando Filipo asediaba Bizancio, y enviado en auxilio de 
los bizantinos, ese mismo afio aceptó ser corego, mientras 
los demás quedaban exentos de todo servicio”. Propuso 
también honores para Demóstenes, y salió absuelto de la 
denuncia que Diondas presentó contra el decreto por ilega- 
lidad“, Aunque fue amigo del grupo de Demóstenes, Lisi- 
cles?” y Licurgo, no conservó su amistad hasta el final; sino 
que, cuando Lisicles y Licurgo habían muerto y Demóste- 
nes fue juzgado por haber recibido presuntamente sobornos 
de Hárpalo, ejerció la acusación contra él tras ser elegido 
entre todos (pues era el único que había permanecido inso- 
bornable)?*, Cuando Aristogitón le llevó a juicio por ilega- 
lidad, porque después de Queronea propuso hacer ciudadanos 
a los metecos, libres a los esclavos, y guardar los objetos 
sagrados, a los niños y a las mujeres en el Pireo, salió ab- 
suelto. Como algunos le acusaban de haber ignorado mu- 
chas leyes en el decreto, declaró: «Me las ocultaban las ar- 
mas de los macedonios. Pues el decreto no lo redacté yo, 
sino la batalla de Queronea» ^?. Después de esto, no obs- 
tante, Filipo temeroso permitió el rescate de los cadáveres, 
que antes no había permitido a los heraldos llegados de Le- 


220 Véase supra 847F. 

2 Año 340/339 a, C, El peo de una trirreme (trierarchía) y 
la instrucción y sufragio de un coro (chorégía) eran dos de las más gra- 
vosas prestaciones de servicio público (leitourgía), una especie de im- 
puesto indirecto que se encargaba a los ciudadanos más ricos de Atenas, 

22 Año 338 a. C. Véase supra 846a y DemósT., XVIII 222-223. 

23 Estratego que, a consecuencia de la derrota de Queronea, fue lle- 
vado a juicio por Licurgo y condenado a muerte (cf. 843d). 

24 Se conserva, aunque mutilado, el discurso Contra Demóstenes que 
pronunció el año 323 a, C. 

225 Cf, Hiper., Ante Aristogitón, frags. 27-28 Jensen. La respuesta de 
Hiperides era célebre (cf. Loncino, De fo sublime 15, 10). 


F 


849^ 


486 MORALIA 

badea. Más tarde, después de los sucesos de Cranón ^, re- 
clamado por Antípatro y a punto de ser entregado por el 

B pueblo, huyó de la ciudad a Egina junto con los condena- 
dos. Se encontró con Demóstenes y se justificó por sus dife- 
rencias; y tras partir de allí, fue detenido con violencia en el 
templo de Posidón, mientras se aferraba a una estatua, por 
Arquias, apodado el Cazafugitivos, nativo de Turios, actor 
al principio y por entonces colaborador de Antípatro. Lle- 
vado a Corinto ante Antípatro y sometido luego a tortura, se 
tragó la lengua, de modo que no pudo revelar ninguno de 
los secretos de la ciudad. Y así murió, el día nueve de pia- 

c nepsión?"", Hermipo ?? cuenta que llegó a Macedonia, don- 
de le cortaron la lengua y fue arrojado insepulto; y que Alfi- 
noo, que era su primo o, segün algunos, hijo de su hijo 
Glaucipo, consiguió apoderarse del cuerpo gracias a un mé- 
dico, un tal Filopites, lo incineró y trasladó los huesos a 
Atenas para sus allegados, en contra de las resoluciones de 
atenienses y macedonios. Pues no sólo habían ordenado su 
destierro, sino también que ellos no recibieran sepultura en 
su patria. Otros dicen que murió en Cleonas, tras ser llevado 
con los demás, donde le fue cortada la lengua y pereció del 
modo antes referido; que sus familiares recogieron los hue- 
sos y le dieron sepultura junto a sus padres delante de la 
puerta de los Caballeros, según cuenta Heliodoro?” en el 


26 Ciudad de Tesalia, donde en el 322 a, C. Antípatro derrotó a los 
atenienses y demás griegos coaligados, poniendo fin a la guerra Lamíaca. 

27 Cuarto mes del año ático, correspondiente a octubre-noviembre. 
Según PruTAncO (Vida de Demóstenes 28), Hiperides fue apresado en 
Egina, en el templo de Éaco, y llevado a disposición de Antípatro a Cleo- 
nas, en el Peloponeso, donde murió. Véase más arriba 846E-F. 

28 MULLER, FHG III, pág. 50. | 

222 Hgriop. de Atenas (FGH 372, fr. 34 JaconY), escritor de periege- 
sis que vivió entre los siglos m y u a. C. 


VIDAS DE LOS DIEZ, ORADORES 487 


tercer libro Sobre los monumentos. Ahora el túmulo está n 
destruido y nada se ve. 

Se dice que aventajaba a todos en la oratoria política. Y 
algunos lo han colocado por delante de Demóstenes. Se le 
atribuyen setenta y siete discursos, de los que cincuenta y 
dos son auténticos. Fue también proclive a los placeres se- 
xuales, hasta el punto de expulsar a su hijo y meter en casa a 
Mirrina, la más lujosa cortesana, de tener en el Pireo a 
Aristágora y en Eleusis, en sus posesiones particulares, a la 
tebana Fila, a la que había rescatado por veinte minas, Cada E 
día hacía su paseo por el mercado de pescados”*. Según pa- 
rece, también resultó implicado en un proceso con la corte- 
sana Frine juzgada por impiedad. Él mismo, en efecto, lo 
manifiesta en el comienzo de su discurso. Cuando ella iba a 
ser condenada, la condujo hasta el centro y, rasgando su 
vestido, mostró el pecho de la mujer; y al contemplar los 
jueces su belleza, fue absuelta??!, Componía en secreto acu- 
saciones contra Demóstenes, pero fue descubierto. Pues, 
estando enfermo Hiperides, llegó a su casa Demóstenes para 
visitarlo y lo sorprendió con el libelo dirigido contra él; co- 
mo éste se indignase, le dijo: «Si eres mi amigo, ningún da- r 
ño te causará, pero si llegas a ser mi enemigo, te impedirá 
actuar contra mí» Propuso también conceder honores a 
Yolas, que había dado el veneno a Alejandro??. Asimismo 


230 Su afición al pescado le granjeó la burla de los cómicos (cf. 
ATEN., VIII 3410). 

231 RI discurso de Hrrermes, En defensa de Frine (frags. 171-180 
JENSEN) fue traducido al latín por Mesala Corvino (según QUNT., X 5, 
2). Compárese ATENEO, XIII 590c-591f, que recoge la anécdota de Frine 
y las otras relaciones amorosas del orador. 

22 Yolas, el hijo de Antípatro, era copero de Alejandro y fue acusado 
de haberlo envenenado: cf. Drob., XVII 118; XIX 11; ARRIANO, Anába- 
sis de Alejandro VII 27, 1-2; PLUT., Vida de Alejandro 77, 2; Q. Curcio, 
X 10, 14. 


850A 


488 MORALIA 


participó con Leóstenes en la guerra Lamiaca, y pronunció 
admirablemente el discurso fúnebre por los caídos^?. Cuan- 
do Filipo estaba dispuesto a navegar contra Eubea”* y los 
atenienses se mantenían a la expectativa, reunió cuarenta tri- 
rremes mediante una aportación voluntaria y fue el primero 
en aportar, en su nombre y en el de su hijo, dos trirremes. 
Cuando se entabló una disensión con los delios sobre 
cuál de ambos pueblos debía estar al frente del santuario, 
aunque fue elegido Esquines para pronunciar la defensa, el 
Consejo del Arcópago votó a Hiperides; el discurso se titula 
Deliaco??, Asimismo fue embajador ante los rodios. Y al 
llegar embajadores de Antípatro, que elogiaban la bondad 
de éste, les replicó diciendo: «Sé que es bueno, pero noso- 
tros al menos no necesitamos un amo bueno»?^*, Se dice 
que pronunciaba sus discursos públicos sin declamación; que 
sólo narraba los hechos y así no molestaba a los jueces. Fue 
enviado también ante los eleos para defender al atleta Cali- 
po, acusado de haber corrompido la competición, y ganó *”. 
Cuando denunció el privilegio para Foción, que había pro- 
puesto Midias de Anagirunte, hijo de Midias, en el arconta- 


233 E] Epitafio de Hiperides fue pronunciado en la primavera del 322 
a. C. para rendir honores a los atenienses caídos mientras sitiaban a Anti- 
patro en la fortaleza de Lamia. En esta campaña murió el general atenien- 
se Leóstenes, de quien el orador realiza una gran alabanza en su discurso. 

234 Año 340 a, C. 

235 Frs, 67-75 Jensen. Véase supra 840E-F. 

226 FsronEo (III 13, 51) atribuye la expresión a Hipócrates. 

237 El ateniense Calipo había sobornado a sus adversarios para vencer 
en la prueba del pentatlón, en la Olimpiada del año 332 a, C., y fue con- 
denado a pagar una multa que la intervención de Hiperides no pudo re- 
mediar. Cf. PAus., V 21, 5. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 489 


do de Euxenipo, el día veinticuatro de gamelión**, perdió el 
proceso. 


DINARCO 


Dinatco??, hijo de Sócrates o de Sóstrato, ateniense se- 
gún algunos, corintio según el parecer de otros, llegó a Ate- 
nas siendo joven aún, por la época en que Alejandro invadía c 
Asia. Estableciéndose allí fue discípulo de Teofrasto, que 
había heredado la escuela de Aristóteles; también fue alum- 
no de Demetrio de Falero, y accedió a la política especial- 
mente después de la muerte de Antípatro, cuando unos ora- 
dores habían sido eliminados y otros estaban exiliados”*, 
Se hizo amigo de Casandro y prosperó muchísimo cobrando 
dinero por los discursos que escribía para sus clientes?*!, Se 
enfrentó a los más ilustres oradores sin comparecer ante el 
pueblo (pues no tenía derecho)?*, sino escribiendo discur- 
sos para los adversarios. Y cuando Hárpalo escapó, escribió 
más discursos contra quienes recibieron inculpación de ve- 


238 Mes del calendario ático correspondiente a enero-febrero. En rea- 
lidad fue su hijo Glaucipo quien entabló este proceso, en el año 304 a. C. 
(Hiperides había muerto en el 322). Cf. PLur., Vida de Foción 4, 2. 

233 E] texto de la biografía guarda un estrecho paralelismo con la ex- 
posición de Dionisio, Sobre Dinarco 2-3. 

240 Antípatro murió el 319 a. C. Esquines había marefudo: al exilio el 
año 330; Licurgo había muerto el 324; Demóstenes e Hiperides fueron 
víctimas de la persecución de Antipatro, el año 322. 

241 Es decir, ejerció el oficio de logógrafo. 

242 Al ser de origen corintio y residir en Atenas como meteco (foraste- 
ro domiciliado), no tenía derecho a asistir a las sesiones de la Asamblea. 


490 MORALIA 


nalidad, y los entregó a los acusadores?". Más tarde, acusa- 
do de mantener conversaciones al servicio de Antípatro y 
Casandro sobre la ocupación de Muniquia, cuando Antigo- 
no y Demetrio establecieron una guarnición, en el arcontado 
de Anaxícrates ^^^, vendió la mayor parte de sus bienes y se 
exilió en Calcis. Pasó en el exilio unos quince años y, tras 
acumular una enorme fortuna, regresó cuando el grupo de 
Teofrasto propició su retorno junto a los demás exiliados. 
Alojado en casa de su amigo Próxeno, perdió su dinero 
siendo ya anciano y con la vista cansada; al no querer Pró- 
xeno investigar, emprendió contra él un proceso, y entonces 
por primera vez habló en el tribunal, Su discurso se conser- 
va?*, Se le atribuyen sesenta y cuatro discursos auténticos. 
Algunos de ellos se han transmitido bajo el nombre de 


243 Se conservan tres discursos (Contra Demóstenes, Contra Arísto- 
gitón, Contra Filocles), de los cinco que compuso Dinarco para el proce- 
so celebrado en el 323 a. C. en relación con el asunto de Hárpalo. 

24 Año 307/306 a. C. Antipatro, el general y sucesor de Alejandro, 
murió el 319 y su hijo Casandro asumió el control de Grecia, confiando 
el gobierno de Atenas al peripatético Demetrio de Falero, quien estuvo al 
frente de la ciudad desde el 317 hasta el 307, afio en que Demetrio Po- 
liorcetes, hijo de Antígono, restableció la democracia. Fue entonces cuan- 
do Dinarco abandonó Atenas, al ser acusado por su implicación en el an- 
terior gobierno oligárquico, y no regresó hasta el 292, en que Demetrio 
Poliorcetes permitió el retorno de los exiliados. En el fuerte de Muniquia, 
en el Pireo, Antipatro había establecido una guarnición macedonia (322 
a, C.), que se mantuvo durante los años del dominio de Casandro (317- 
307 a. C), hasta que la fortaleza fue arrasada por Demetrio Poliorcetes 
Dion., XX 46, 1; Dion. Haz., Sobre Dinarco 2, 5; 3, 4; PLUT., Vida de 
Demetrio 10, 1), quien restableció después el fuerte con su guarnición 
(Prur., Vida de Demetrio 34, 5; Paus., I 25, 5-8). Más tarde Antígono 
Gonatas, hijo de Demetrio Poliorcetes al que sucedió en el trono mace- 
donio (277-239 a. C.), también mantuvo una guarnición en Muniquia (cf. 
PLUT., Mor. 754b). 

245 Sólo nos queda un fragmento, y el texto de la demanda transmitido 
por Dionisio, Sobre Dínarco 3. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 491 


Aristogitón. Trató de emular a Hiperides o, según algunos, a 
Demóstenes por su patetismo y su vehemencia; y es imita- 
dor de sus figuras ^ 


DECRETO I 


Demócares de Leucónoe, hijo de Laques, solicita como 
privilegio para Demóstenes de Peania, hijo de Demóstenes, 
una estatua de bronce en el ágora, y manutención en el Pri- 
taneo y asiento de preferencia para él y para el mayor de sus 
descendientes a perpetuidad; porque ha sido benefactor y 
consejero en muchos y buenos servicios al pueblo ateniense, 
ha cedido bienes suyos para la comunidad, y contribuyó con 
ocho talentos y una trirreme, cuando el pueblo liberó Eu- 
bea’; con otra, cuando Cefisodoro zarpó hacia el Heles- 
ponto”; y con otra, cuando Cares y Foción fueron enviados 
como estrategos por el pueblo a Bizancio?”; redimió a mu- 
chos de los apresados por Filipo en Pidna, Metone y Olin- 
to?**; sufragó un coro de hombres ?!, cuando costeó el coro 
que la tribu Pandiónide había renunciado a sufragar y equi- 
pó a los ciudadanos faltos de recursos; votado por el pueblo 
para la comisaría de fortificaciones, asumió los gastos apor- 
tando él mismo tres talentos y sufragó los dos fosos que hi- 


24 Cf. Dion. HAL., Sobre Dinarco 7-8. 

247 Demóstenes fue trierarco voluntario en la expedición que liberó 
Eubea del dominio tebano el año 357 a, C, (cf. Demósrt., XVIII 99). 

248 En el año 360/359 a. C. Demóstenes participó como trierarco en la 
expedición que comandaba el general Cefisódoto (no Cefisodoro). Cf. 
EsQuiN., III 51-52; Demóst., XXII 152-167. 

29 Año 340/339 a. C. 

23? Año 346 a. C. Cf. Demósr., XIX 166- 171; Esqurn., II 100. 

231 Demóstenes fue corego el año 348 a. C. Véase supra 844D. 


851A 


492 MORALIA 


zo excavar en torno al Pireo; después de la batalla de Que- 
ronea contribuyó con un talento, y durante la carestia con- 
tribuyó al abastecimiento con un talento; puesto que, por su 
persuasión y por ser benefactor y consejero, gracias a lo cual 
los persuadió, se atrajo a la alianza con el pueblo a tebanos, 
eubeos, corintios, megareos, aqueos, locros, bizantinos y 
mesenios; y reunió para el pueblo y los aliados unas fuerzas 
de diez mil infantes y mil caballeros”? y, enviado como 
embajador, convenció a los aliados de aportar para la guerra 
una suma de dinero de más de quinientos talentos; porque 
impidió a los peloponesios ayudar a Alejandro contra Te- 
bas*”, entregando dinero y acudiendo él mismo como em- 
bajador; ha sido consejero del pueblo en otros muchos y 
buenos servicios, y ha ejercido la política mejor que ninguno 
de sus contemporáneos en favor de la libertad y la democra- 
cia; se exilió a causa de la oligarquía, tras el derrocamiento 
de la democracia, y debido a su aprecio por el pueblo murió 
en Calauria cuando Antípatro envió soldados contra él; 
permaneció en el aprecio y en la lealtad hacia el pueblo, y ni 
se rindió al servicio de los enemigos ni, en el peligro, reali- 
zó nada indigno de la democracia. 


DECRETO II 


Arconte Pitarato?%, Laques de Leucónoe, hijo de Demó- 
cares, solicita al Consejo y al pueblo de los atenienses como 


252 En la misión diplomática del año 341/340 a. C. Compárese supra 
845a; DemósT., XVIII 237; Esquí, III 97, 

253 Durante la sublevación de los tebanos contra el dominio macedo- 
nio en el 335 a. C, Esoumnes (III 240) y Dinarco ( 18-21) ofrecen una 
versión contraria de los hechos. 

254 Año 271/270 a. C. 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 495 


privilegio para Demócares de Leucónoe, hijo de Laques, 
una estatua de bronce en el ágora, y manutención en el Pri- 
taneo (para él) y para el mayor de sus descendientes a per- 
petuidad, y presidencia en todos los certámenes, porque ha 
sido benefactor y buen consejero del pueblo ateniense y 
ha beneficiado al pueblo con las siguientes embajadas, de- 
cretos y actuaciones políticas: construcción de murallas y 
fabricación de armas, dardos y máquinas militares; fortificó 
la ciudad durante la guerra de los Cuatro Afios??, y con- 
certó la paz, el armisticio y la alianza con los beocios; a 
causa de lo cual fue desterrado por quienes derrocaron la 
democracia’; y, cuando retornó bajo la democracia en el 
arcontado de Diocles?"", tomó ta iniciativa de restringir la 
administración, fue ecónomo de los recursos, marchó como 
embajador ante Lisímaco ?* y obtuvo para el pueblo treinta 
talentos de plata y después otros cien; propuso una embaja- 
da a Egipto ante Tolomeo??, de la que en su navegación 
trajeron cincuenta talentos de plata para el pueblo; marchó 
como embajador ante Antipatro’? y obtuvo veinte talentos 


255 Durante la guerra de Cuatro Años (307-304 a, C.), que Atenas 
sostuvo contra Casandro después de haber sido liberada del dominio de 
éste por Demetrio Poliorcetes, se reconstruyeron y fortificaron las mura- 
llas de la ciudad, como atestigua el decreto, del año 307/306, conservado 
en una inscripción (Inscrip. Graecae 1I (2.*] 463). 

256 Demócares fue desterrado por los partidarios de Demetrio Polior- 
cetes en el 303 a. C. Cf. PLur., Vida de Demetrio 24, 11. 

257 Año 286/285 a. C., en que Atenas se sacudió el dominio de De- 
metrio Poliorcetes, 

258 Uno de los generales de Alejandro, que a la muerte de éste (323 a. 
C.) se había convertido en sátrapa y rey de Tracia, donde Demócares es- 
tuvo refugiado durante su exilio. 

25? Otro de los generales de Alejandro, que reinó en Egipto como 
Tolomeo I Soter (323-283 a. C.). 

26% Hijo de Casandro y nieto de Antipatro, el general y sucesor de 
Alejandro. 


852A 


494 MORALIA 


de plata y recuperó Eleusis para el pueblo; convenció al 
pueblo de tomar esas decisiones y las ejecutó; se exilió por 
defender la democracia, y no ha participado en ningún go- 
bierno oligárquico ni ha ocupado ningún cargo tras el derro- 
camiento de la democracia; de los atenienses que han ejer- 
cido la política durante su misma generación, ha sido el 
único que no ha intentado empujar a la patria a otro régimen 
político distinto de la democracia; ha garantizado la seguri- 
dad de los juicios, las leyes, los tribunales y los bienes de 
todos los atenienses mediante su política y no ha realizado 
nada contrario a la democracia ni de palabra di de obra. 


DECRETO HI 


Licofrón de Bütadas, hijo de Licurgo, presentó una de- 
manda para obtener él mismo manutención en el Pritaneo 
conforme al privilegio concedido por el pueblo a Licurgo de 
Bútadas. 

Bajo el arcontado de Anaxícrates, en la sexta pritanía, 
ejercida por la tribu Antióquide, Estratocles de Diomea, hijo 
de Eutidemo, propuso ?': 

Puesto que Licurgo de Bútadas, hijo de Licofrón, que 
heredó de sus antepasados el tradicional aprecio de su fami- 
lia por la democracia, y los antepasados de Licurgo, Lico- 
medes y Licurgo?*, fueron honrados en vida por el pueblo 
y, después de muertos, por su hombría de bien el pueblo les 
dedicó funerales a cargo del estado en el Cerámico; y el 


261 E] decreto para rendir honores a Licurgo fue propuesto por Estra- 
tocles en el año 307/306 a, C. 

262 Y icomedes y Licurgo eran respectivamente bisabuelo y abuelo del 
orador, 


VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES 495 


propio Licurgo en su gestión política implantó muchas y B 
buenas leyes para la patria; fue tesorero de los ingresos 
públicos de la ciudad durante tres quinquenios, administró die- 
ciocho mil novecientos talentos de los ingresos públicos, re- 
cibió muchos depósitos de particulares gracias a su confian- 
za, prestó un total de seiscientos cincuenta talentos para las 
necesidades de la ciudad y del pueblo, y como pareció haber 
llevado justamente toda esa administración, fue coronado 
muchas veces por la ciudad; además, elegido por el pueblo, 
reunió abundantes riquezas en la acrópolis y dispuso orna- 
mentación para la diosa, victorias de oro, vasos procesiona- 
les de oro y de plata, y adornos de oro para cien canéforos?%; 
elegido para la intendencia militar, llevó a la acrópolis nu- c 
merosas armas y cincuenta mil dardos, y equipó para la na- 
vegación cuatrocientas trirremes, unas mediante reparación 
y otras de nueva construcción; además de esto, acabó los 
muelles, el arsenal y el teatro de Dioniso, obras que había 
recibido a medias, terminó el estadio Panatenaico, recons- 
truyó el gimnasio del Liceo, y adornó la ciudad con otras 
muchas construcciones?9* y cuando el rey Alejandro, que 
había sometido Asia entera y pretendía mandar sobre todos 
los griegos en general, reclamó a Licurgo alegando que le p 
hacía oposición, el pueblo no lo entregó a pesar del temor a 


263 Las kanephóroi («portadoras de cestas») eran muchachas de fami- 
lia noble que en la procesión de las Panateneas llevaban sobre su cabeza 
una cesta con los objetos necesarios para la ceremonia religiosa hasta el 
templo de la diosa Atenea. 

264 Los muelles habían sido demolidos por el gobierno de los Treinta 
(cf. Isócr., VII 66). Licurgo concluyó su reparación y la construcción del 
arsenal, que había emprendido Eubulo. En el estadio se celebraban los 
certámenes gimnásticos durante las fiestas Panateneas. PAUSANIAS (1 29, 
16) ofrece un catálogo muy similar de las aportaciones y obras efectuadas 
por Licurgo. Cf. supra 841c-d. 


496 MORALIA 


Alejandro ^^; y rindiendo cuentas muchas veces de su ges- 
tión política en una ciudad libre y democrática, permaneció 
todo el tiempo exento de reproches e inaccesible al soborno. 

A fin de que todos sepan que a quienes eligen ejercer la 
política con justicia en favor de la democracia y de la liber- 
tad, les tiene especial consideración en vida y, después de 
muertos, les rinde gratitud eterna. 

Con buena fortuna, el pueblo ha decidido ensalzar a Li- 
curgo de Bútadas, hijo de Licofrón, por su virtud y justicia y 
erigirle una estatua de bronce en el ágora, excepto donde la 
ley prohiba erigirla?, conceder manutención en el Pritaneo 
al mayor de los sucesivos descendientes de Licurgo a per- 
petuidad, mantener vigentes todos sus decretos, que el se- 
cretario del pueblo los ponga en estelas de piedra, y erigirlos 
en la acrópolis cerca de las ofrendas; que el tesorero del 
pueblo dedique a la grabación de las estelas cincuenta drac- 
mas de las asignadas por el pueblo para los decretos. 


265 En el año 335 a. C. Alejandro exigió la extradición de algunos po- 
líticos atenienses del partido antimacedónico. Cf. PLUT., Vida de De- 
móstenes 23, 3-6, 

266 No estaba permitido erigir estatuas honoríficas junto a las de los 
tiranicidas Harmodio y Aristogitón, 


ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Abrótono, 753D. 

Academia, 763F, 

Acarnas, 843A. 

Acragante (Agrigento), 760C. 

Acrocorinto, 767F. 

acrópolis (de Atenas), 839C-D, 
846B, 852B-C, 852E. 

Acrópolis, 820D. 

Acteón, 772E-F, 773B. 

Admeto, 761E. 

Adonis, 756C. 

Afareo, 838A-C, 839B-D. 

Afidna, 844B. 

Afobeto, 840F. 

Áfobo, 844D. 

Afranio, 806A. 

Afrodita, 752B, 753E, 756D-F, 
757B, 758C, 759F, 764B, 
764D, 766B, 768E, 769A, 
777D, 778A, 786A, 854C; 
— Armonía, 769A; ---Be- 
lestique, 753E; — Cipris, 
759E, 768E, 778B; —Ci- 


progenia, 751E; — Homici- 
da, 768A 

Agamenón, 789F, 

Agatoclea, 753D. 

Agatocles, 823C, 

Agatón, 770C. 

Agesilao, 784E-F, 790B, 805E, 
F, 807E, 809A. 

Agesístrato, 846E. 

Agirrio, 801B. 

Agis, 797C. 

Aglaya, 778C, 787B. 

ágora (de Atenas), 834D, 844A, 
847D-E, 850F, 851D, 852E. 

Agoreo, cf. Hermes, Zeus. 

Agrigento, 821E. 

Agrila, 834A, 

Agrótero, cf. Apolo Cazador. 

Alcámenes, 802A. 

Alceo, 763E. 

Alcestis, 761E. - 

Alcibíades, 762C, 799D, 800D, 
804A, E, 823D, 832C, E. 


514 MORALIA 
Alcidamante, 844C. Anfisa, 761D. 
Alcipo, 775B-C. anfiseos, 840B. 
Alcmeón, 805C. Anfitrión, 774C. 


Alejandría, 814D. 

alejandrinos, 753E, 814D. 

Alejandro (de Feras), 768F. 

Alejandro (Magno), 760C, 7814, 
782A-B, 793E, 804B, 806B, 
814D, 817B, 818E-F, 826C, 
840C-D, 841E, 842D, 845C, 
846A-B, 847C, 848E, 849F, 
850C, 851B, 852C, 

Alejandro (nieto de Isócrates), 
839D. 

Alexis (cómico), 785B. 

Alfinoo, 848D, 849C. 

Alópeca, 833E. 

ambraciotas, 768F. 

Amor (Eros), 748E-771D. 

Anacreonte, 751A. 

Anagirunte, 844D, 848D, 850B. 

Anaxágoras, 777A, 820D, 831F. 

Anaxarco, 781A. 

Anaxicrates, 843C, 850D, 852A. 

Anaxilas, 848A. 

Anaximenes (rétor}, 846F. 

Anaxímenes, 803B. 

Andócides (abuelo del orador), 
(834B). | 

Andócides (orador), 834B, 834E, 
835B. 

'Andrón, 833E. 

Andronico, 845A-B. 

anfictiones, 840B. 

Anfión, 779A. 

Anfípolis, 844C. 


Aníbal, 777B, 812E. 

Ánito, 762C-D. 

Anón, 799E. 

Antálcidas, 810F. 

Antemión (de Atenas), 762C. 

Antemión (de Tespias), 749C, 
749E-F, 752E, 753B-C, 755C- 
D, 756A. 

Anticles, 843F. 

Antífanes, 845B. 

Antifonte, 832B, E, 833A, D-F, 
834A-B; véase Néstor. 

Antígono (Gonatas), 754B, 791E, 
830C, 850D. 

Antileonte, 760C, 

Antióquide, 852A. 

Antipátrides, 760C. | 

Antípatro (nieto del siguiente), 
851E. 

Antípatro (sucesor de Alejan- 
dro), 846B, D-E, 847A, D, 
849A-B, 850A, C-D, 851C. 

Antístenes, 778C, 811B. 

Antón, 761B. 

Antonio, 784D. 

Apio Claudio, 794D, 810B. 

Apolo, 758E, 761E, 815D, 844A; 
— Cazador, 757D; — Pitio, 
789E, 792F, 828C. 

Apolodoro (tirano de Casandrea), 
778E. 

aqueos, 761B, 798A, 817E, 851B. 

Aquiles, 761D, 8214. 


ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Arato, 804E. 

arcadios, 840F, 846D. 

Areopagita (Autólico), 843D. 

Areopagítico (obra de Isócra- 
tes), 838B. 

Arcópago, 790C, 794A, 812D, 
846C, 850A. 

Ares, 757 A-C, 758F, 759E, 760D, 
761E, 789C, 847A; — Beli- 
coso, 801E; —Enialio, 757D; 
—Estratio, 757D. 

Aretusa, 776E. 

argivos, 772C, 810F, 814B. 

Argo (nave), 779B. 

Argólide, 773E. 

Argos, 760A, 797B, 814B. 

Ario, 814D. 

Aristágoras, 849D. 

Aristeoo, 757D. 

Aristides, 790F, 795C, 797A, 
805E, F, 809B, 823E. 

Aristión, 749B, 809E. 

Aristipo (de Cirene), 750D. 

Aristoclea, 771E. 

Aristodemo (actor), 840A. 

Aristodemo (político atenien- 
se), 841B. 

Aristodemo (político lacedemo- 
nio), 773F. 

Aristodemo de Argos, 781D. 

Aristófanes, 836F, 853B, 854A, 
C. 

Aristofonte, 801F, 844D. 

Aristogitón (sicofanta), 843E, 
848F, 850E. 


515 


Aristogitón (tiranicida), 760B, 
770B, 833B. 

Aristómenes, 761D. 

Aristón (de Quíos), 766F, 776C, 
804D. 

Aristonica, 753D. 

Aristonico, 846A, 848D. 

Aristónimo, 843B. 

Aristóteles, 761A, 803C, 850C, 
853F. 

Armonía, cf. Afrodita. 

Arquelao, 768F. 

Arqueptólemo, 833A, 833F, 834A- 
B. 

Arquias, 772E, 773B, 846F, 849B; 
cf. «Cazafugitivos». 

Arquidamo, 749B, 802C, 803B. 

Arquíloco, 803A. 

Arquímedes, 786B. 

Arquino, 832E, 835F, 836B. 

Arquitas, 821C. 

Arrideo, 791E. 

Artafernes, 829A. 

Ártemis, 768C, 795D, 828D. 

Artemisia, 838B. 

Arturo, 832A. 

Asandro, 766D. 

Asclepiades, 837C. 

Asclepio, 845B. 

Asia, 753E, 791E, 846A, 850C, 
852C. 

Asiria, 753D. 

Asópico, 761D. 

Átalo (II de Pérgamo), 792A. 

Ateas (rey escita), 792C. 


516 


Atenas, 750B, 760C, 763D, 788D, 
794B, 797A, 802A, 805C- 
D, 829A, 831A, 834B, 835A, 
835C-E, 837D, 839E, 842A, 
844B, 846A, 849C, 850C. 

Atenea, 756C, 757B, 774F, 803D, 
842E, 843B; —Érgane, 802B; 
— Guerrera, 801E; — Ito- 
nia, 774F; —-Peonia, 842E; 
—-Políade, 802B; — Pronoia, 
825B. 

atenienses, 754B, 799C, E, 800D, 
802A, 804A, 810F, 811A, 
812B, 813D, 814A, 816E, 
822D, 826E, 828D, F, 833E, 
834B, D, 835C-E, 836F, 837C- 
D, 840F, B41E-F, 842D-E, 
845A, 846B-E, 847A, C-D, 
848A-B, E, 849C, F, 850F, 
851D, F. 

Atenodoro, 777A. 

Ática, 807F. 

Atis, 756C. 

Atrometo, 840A. 

Augusto, 815D., 

Áulide, 828A. 

Autobulo, 748E. 

Autólico, 778C, 843D-E. 

Automatia, 816D. 

Áyax, 810B. 


Bacantes, 759A. 

Bacón, 749C-E, 753B, 754C, 
E-F, 755A-B, D, 7564. 

Bactria, 821D. 

Baquíadas, 773A. 


MORALIA 


Baquis, 753D, 

Basileús (Rey), cf. Zeus, 

Bátalo (Demóstenes), 847E, 

Bate, 841B, 842F. 

Bato, 821C. 

Batón, 777B. 

Belestique, 753E; cf. Afrodita. 

Beocia, 771E, 772C, 773C, 774A, 
E, 819A. 

beocios, 749C, 754D, 761D, 772A, 
774D, F, 775A, 845A, 851E, 

Berecintia (región), 778B. 

Biante, 826D. 

Bión (de Borístenes), 770B. 

Bizancio, 804B, 848E, 851A. 

bizantinos, 851B. 

Boco, 806D. 

Botella (obra de Cratino), 833B. 

Botón, 837A. 

Braquilo, 835D, 836B. 

Bucéfalo, 793E. 

Buleo, cf. Zeus. 

Buleuterio, 842F. 

Bulis, 815E. 

Bútadas, 841B, 851F, 852A, E. 

Butes, 843E. 


Caballeros, Puerta de los, 849C. 

Cabrias, 791A, 805F. 

Caco, 762F. 

Cadmea, 807F. 

Cadmo, 837E. 

Cafisodoro, 761D. 

Calauria, 846E, 851C. 

calcideos (de Calcis de Eubea), 
760E, 761A-B, 774C. 


INDICE DE NOMBRES PROPIOS 


calcideos (de Tracia), 761A. 

Calcis, 839E, 843E, 844B, 850D. 

Calcodonte, 774C. 

Calescro, 833A. 

Calias (arconte), 835D-E. 

Calias (cuñado de Licurgo), 
842F. 

Calias (hermano de Alcibía- 
des), 778D, 823D. 

Calias (historiador), 844C. 

Calicles, 822E. 

Calicrátidas, 819C. 

Calímaco (arconte), 845D. 

Caliope, 777D, 801E, 836C. 

Calipo, 850B. 

Calipso, 831D. 

Calírroe, 774D. 

Calístenes (liberto de Lúculo), 
792B. 

Calístenes (pretendiente de Aris- 
toclea), 771F-772C. 

Calisto (esposa de Licurgo), 842F. 

Calisto (nieta de la anterior), 
843A. 

Calistómaca, 843A. 

Calístrato, 810F, 844B. 

Cama, 768B-D. 

Cano (flautista), 786C. 

Carbón, 801B. | 

Cares (hijo de Teocares), 788D, 
848E, 851A. 

Caricles, 808A, 844C, 

Canclides, 845E, 

Carino, 812D. 

Caristo, 844C. 

Cárites, cf. Gracias. 


517 


Carmides, 843B. 

Caméades, 791A. 

cartagineses, 799D, 828C. 

Cartago, 8054, 

Casandra, 821B. 

Casandro, 814B, 850C-D. 

Catilina, 809E, 818D. 

Catón (el Joven), 776B, 7774, 
781D, 804C, 808E, 809D, 
810C, 818D. 

Catón (el Viejo), 759C, 784A, 
D, 789C, 790C, 791A, E, 
797A, 803C, 8054A, E, E, 
811A, 820B, 825D, 829F. 

Cátulo, 806D, 808E. 

Cazador, cf. Apolo Cazador. 

«Cazafugitivos» (Arquias), 846F, 
849B. 

Cecilio (de Caleacte), 832E, 
833E, 836A, 838D, 840B. 

Céfalo (abuelo del siguiente), 
835C. 

Céfalo (padre de Lisias), 801B, 
835C. 

Céfiro, 831E. 

Cefiso, 810F. 

Cefisodoro, 851A. 

Cefisódoto, 843F. 

Ceno, 839D, 

Ceos, 836F, 

Cerámico, 843C, 852A, 

Cérices, 834C, 

César (Augusto), 784D, 814D, 

César (el emperador romano), 
813E. 

César (Julio), 810C, 818D. 


518 


Chipre, 766C, 834E-F, 838F. 

chipriotas, 838A. 

Cibeles, cf. Madre de los dioses. 

Cicerón, 797D, 803C. 

Ciclóboro, 804C (n. 64). 

Cidateneo, 834B. 

Cilicia, 750B. 

Cime, 837C, 839A. 

Cimón, 761D, 782F, 790F, 795C, 
761D, 800D, 802C, 812E, 
818D. 

cínicos, 759D. 

Cinosarges, 750F, 838B. 

Cipris, cf. Afrodita. 

Ciprogenia, cf. Afrodita. 

Cirene, 779D. 

Ciro, 821E. 

Cisusa, 772B. 

Civilio, 770D. 

Cleantes, 830C. 

Clearco, 781D 

Cleobule, 844A. 

Cleócrito, 835D-E. 

Cleofonte, 805C, 

Cleómaco, 760E-761A. 

Cleómbroto, 843A. 

Cleón, 799D, 805C, 806F, 812E, 
817C, 826D. 

Cleonas, 849C. 

Clidón, 789B. 

Clío, 777D. 

Clístenes, 790F, 805F. 

Clito, 781A. 

Clodio, 805C. 

Cocles, 820E. 

Colito, 848D. 


MORALIA 


Colono, 785A, 

Conón, 837C, 838D. 

Corcira, 842D. 

corcirenses, 834C, 845A. 

Coribantes, 758E, 759A. 

corintios, 772D-E, 773A, 834C- 
D, 845A, 850B, 851B. 

Corinto, 782A, 772D-E, 773B, 
831A, 833C. 

Cornelio Escipión, cf. Escipión 
(Emiliano). 

Coronea, 774F-775A. 

coroneos, 775B. 

Cotis, 816E. 

Cotócidas, 840A. 

Cranón, 849A. 

Craso, 811A. 

Cráteas, 768F. 

Crates (de Tebas, filósofo y 
poeta) , 830C, 831F. 

Crates (gobernante delfio), 825B. 

Cratino, 833B; cf. Botella. 

Cratipo, 834D. 

Creso, 823A. 

Creta, 846B. 

cretenses, 761D, 766D, 767A. 

Cretinas de Magnesia, 809B, 
809C. 

Crisipo, 757B. 

Critias, 832E. 

Critolao, 811C. 

Ctesibio, 844C. 

Ctesicles, 844A. - 

Ctesifonte, 840C-E, 846A. 

Cuatrocientos, 832F, 833A-B, 
D, 834F, 835E, 


INDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Dafneo, 749B, 750A-B, 751B, 
752B-D, 757E, 759A, 762E- 
F, 763A, 765E, 767C. 

Damócrita, 775B-E. 

Dánao, 837E. 

Darío, 790B, 792C, 829A. 

Datis, 829A. 

Decelia, 833F, 

delfios, 769A, 825B. 

Delfos, 753F, 771C, 825B, 828C; 
cf. Pito. 

Deliaco (discurso falsamente atri- 
buido a Esquines), 840E, 
850A. 

delios, 850A. 

Delos, 840E. 

Delos (nave de), 736F, cf. Pá- 
ralo. 

Démades, 803A, D, 810C, 811A, 
818E, 820E, 843D. 

Démeas (padre de Démades), 
843D. 

Démeas (tutor de Demóstenes), 
844D. 

Deméter, 834C, 

Demetrio de Falero, 818D, 820E, 
850C. 

Demetrio de Magnesia, 846F. 

Demetrio Poliorcetes, 823C, 
827C, 850D. 

Demo (dirigente político de 
Quíos), 813A. 

Demócares, 847C-E, 850F, 851D. 

Democles, 842E, 

Demócrates, 803D. 

Demócrito, 821A. 


519 


Demófilo, 839A. 

Demofonte, 844D, 

Demómeles, 846A. 

Demón, 846D. 

Demonico, 833E, 

Demóstenes (estratego), 833D, 

Demóstenes (orador), 785C, 795C, 
802E, 803C-E, 804A, 810C- 
D, 817C, 821B, 836A-B, 
837D, 839f, 840A-C, E-F, 
841A, E, 842E, 844A, 845A- 
B, D-E, 846C-F, 847A, D, 
848F, 849B, D-E, 850E-F; 
cf. Bátalo, Filípicas. 

Demóstenes (padre del orador), 
844A, 850F. 

Derecho, 781B. 

Dexandro, 772D. 

Dexíteo, 845D. 

Dicearco, 796D. 

Diez Mil (de Arcadia), 840F. 

Dífilo, 843D. 

«Díforo» (Éforo), 839A. 

Dike, 819E. 

Dinarco, 843A, 850B. 

Dinias, 841D. 

Dinócrates, 843A. 

Diocles (arconte), 851E. 

Diocles (descendiente de Licur- 
go), 843B. 

Diocles (nieto del primero), 843C. 

Diocles (padre del anterior), 
843B. 

Diódoto, 846A.. 

Diógenes el Cinico, 771D, 782A, 
782B, 783D, 847F. 


520 


Diomea, 8524. 
Diomedes, 808C, 817C, 819B. 
Diomnesto, 836E, 
Dión, 777A. 
Diondas, 848D, 848F. 
Dionisias (fiestas), 817B, 840A; 
— Urbanas, 839D, 841F, 
Dionisio (abuelo de Hiperides), 
848D. 

Dionisio (de Corinto), 761B. 

Dionisio (de Halicamaso), 836A, 
838D. 

Dionisio (I de Siracusa), 783D, 
792C, 833B-C, 836D. 

Dionisio (II de Siracusa), 778E, 
779B-C, 783D, 821D. 

Dionisio (maestro de escuela), 
776B. 

Dionisio (representante de Afa- 
reo), 839D. 


Dioniso, 751E, 757F, 758E, 841D, 


852C, 854B. 
Diopites, 844A. 
Diotimo, 844A, 845A. 
Discordias, 763C, 
Doce Dioses (altar de los), 847A. 
Domiciano, 815D. 
Domicio, 811A. 
Doriforo, 820B. 
Dromoclides, 798E. 


Éaco, 846E. - 

Edipo, 784A, 810F. 

Edipo en Colono (tragedia de 
Sófocles), 7854. 

Éfeso, 795D, 828D, 840D. 


MORAJLIA 


Efialtes, 802C, 805D, 812D, 
847F, 848E. 

Éforo, 803B. 

Éforo, 837C, 839A; cf. Díforo. 

Egeide (tribu), 835B. 

Egesta, 834D. 

Egina, 846E, 849B. 

egipcios, 762A, 764A-B. 

Egipto, 755E, 771B, 851E. 

Egospótamos, 835E. 

Elatea, 845F. 

Elena, 838B. 

eleos (de Élide), 850B. 

Eleusis, 761F, 837D, 838D, 842A, 
849D, 851F. 

Élide, 805D, 834F, 835F. 

Emilio Paulo, 777B. 

Émpedo, 844B. 

Empédocles, 756D-E, 820F, 830F. 

Émpone, 770D. 

Enante, 753D. 

Emalio, cf. Ares. 

Epaminondas, 761D, 774B, 781C, 
786D, 788A, 797A, 799E, 
805C, F, 808D, 809A, 810F, 
811A, 817E, 819C, 823E. 

Epicles, 848C. 

Epicuro, 769F, 778C. 

Epiménides, 784A, 820D. 

Erasíistrato, 833D. 

Eratóstenes, 785B, 847B. 

Erecteo, cf. Posidón. 

Erecteo (rey mítico de Atenas), 
843E. 

Erecteon (templo), 843E. 

eretrieos, 760E, 761A. 


INDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Érgane, cf. Atenea. 

Erinis, 774B. 

Eros (Amor), 748E-771D. 

Erquia, 836E, 

Escédaso, 773B-E, 7744, C. 

Escipión el Africano, 777B, 782F, 
797D, 800D, 811F. 

Escipión (Emiliano), 777A, 804F, 
806A, 810B, 814C, 816B, 
C. 

Esfodrias, 807F, 808B. 

Esopo, 790C, 806E. 

España, 805A. 

Esparta, 808B, 816E, 817A. 

espartanos, espartiatas, 799F, 
802C, 826E. 

Esperquis, 815E, 

Espíntaro, 840C. 

Esquilo, 751C, 757D, 763B, 
767B, 827C, 841F. 

Esquines (de Nápoles), 791A. 

Esquines (orador ateniense), 
810C, 840A, C, E-F, 845E, 
846A, 850A; cf. Deliaco. 

Estenelaidas, 803B. 

Esténelo, 774C. 

Estenón, 815E, F. 

Estratio, cf. Ares. 

Estratis, 836F. 

Estratocles, 750F, 798E, 799F, 
841C, 852A. 

Estratón, 771F-772C. 

Ete, 767A. 

Eteobútadas, 841B. 

Etionea, 833A. 

Etiopía, 753A. 


521 


Eubea, 849F, 850F. 

eubeos, 774C, 845A, 851B. 

Eubúlides, 845C. 

Eubulo (de Anaflisto), 812F. 

Eubulo (de Probalinto), 840C. 

Euclides (arconte), 835F. 

Euclides (de Olinto), 842C. 

Eucnamo, 761D. 

Éufanes, 783A. 

Eufrosine, 778C. 

Eumenes, 792A. 

Eumólpidas, 843B. 

Éunomo, 845A. 

Éupolis, 778D. 

Eurídice, 761E. 

Eurimedonte, 814C. 

Eurípides, 755B, 756B, 760D, 
762B, 763F, 764E, 766C, 
770C, 786A, D, 795D, 801F, 
807E, 811D, 812E, 814E, 
837E, 841F. 

Euro, 831E. 

Eurotas, 810F. 

Eutidemo (hermano de Lisias), 
835D. 

Eutidemo (padre de Estrato- 
cles), 852A. 

Euxenipo, 850B. 

Euxínteto, 766C, 

Euxipe, 773C. 

Euxíteo, 803C. 

Evágoras, 838A. 

Evonimea, 844A, 

Exone, 843A. 


Fabio Máximo, 791A. 


522 


Faílo, 760A-B. 

Fálaris de Agrigento, 778E, 821E. 

Falero, 844F, 850C, 

Familiar (Zeus), 766C. 

Famis, 825B. 

Fársalo, 760E, 846E. 

Fasélide, 837C. 

Feace, 835A, 

Fébidas, 807E, 808B. 

Fedo, 775A-B. 

Fedro (diálogo de Platón), 836B. 

Feras, 768F. 

Fidias, 780E. 

Fidón, 772C-E. 

Fila, 849D. 

File, 835F. 

Filemón (cómico), 785B. 

Filetas (de Cos), 791E, 

Filipa (descendiente de Licur- 
go), 843B. 

Filipa (nieta de la anterior), 843B. 

Filipicas (de Demóstenes), 803B, 
810D, 833B. 

Filípides, 750F, 843C. 

Filipo (de Exone), 843A. 

Filipo (de Macedonia), 760A- 
B, 790B, 799E, 806B, 839F, 
840B-C, F, 841A, 844F, 845C- 
F, 847B, F, 848E, 849A, F, 
851A. 

Filisco, 836C, 

Filisto, 761B. 

Filócares, 840F. 

Filocles, 835C, 836A. 

Filócoro, 785B, 846B, 8474. 

Filoctetes, 789A. 


MORALIA 


Filonico, 810B. 

Filopemén, 791A, 812E, 817E. 

Filopemén (de Pérgamo), 792B. 

Filopites, 849C. 

Filóstrato, 833E. 

Filóxeno, 762F, 831F. 

Fineo, 832A. 

Flaviano, 748F-749A. 

focenses, 761D, 840B. 

Fócide, 840C. 

Foción, 789C, 790F, 791E, F, 
803A, E, 80SE, F, 808A, 
809D, 810D, 811A, 819A, 
822D, 850B, 851A. 

Foco, 774D-E, 775A-B. 

folegandrio, 813F. 

Formión, 805D. 

Frasiclides, 835C. 

Frine, 759E, 849E. 

Frínico, 814B, 834B, 


Gaba, 759F, . 

gálatas (de Galacia), 768B, D. 

Galia, 770D, 806C. 

galos (de Galia), 770D. 

Gayo Graco, 798F. 

Gayo Lelio, 797D. 

Gea, 843F. 

Gela, 853C, 

Gelón, 835C. 

Geriones, 819C. 

Gilón, 844A. 

Glaucipo (hijo de Hiperides), 
848D, 849C, 

Glaucipo (padre de Hiperides), 
848D. 


INDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Glauco (historiador), 833D. 

Glauco (padre de Timotea), 843B. 

Glaucón, 834C. 

Glaucótea, 840A. 

Glisante, 774D, 775B. 

Gnatenio, 759E. 

Gorgias (arconte), 847D. 

Gorgias (sofista), 832F, 836F, 
837F, 838D. 

Gorgo, 766D. 

Gorgona, 853C. 

Gracias, 758C, 762E, 769D, 778C. 

Gran Rey (de Persia), 847F. 

Grecia (Hélade), 803A, 829A, 
837F, 848E, 854B. 

griegos (helenos), 774B, 813D, 
814B, 817E, 824C, 836D, 
837B, 846E, 847A, C, 852D. 


Habrón (hijo de Licurgo), 843A, 
E-F. 

Habrón (padre de Hedista), 843C. 

Habrón (padre de Meliso), 772D- 
E, 773A. 

Habrón (suegro de Licurgo), 
842F. 

Hades, 761F-762A, 765A, 771A, 
828F. 

Haliarto, 771E-F. 

Harmodio (descendiente del ti- 
ranicida), 836D. 

Harmodio (tiranicida), 770B, 
833B. 

Hárpalo, 814B, 846A-B, 848F, 
850C. 

Harpías, 832A. 


523 


Hedista, 843B. 

Hefesto, 751D, 762F, 843E. 

Hegesias, 844B. 

Hélade, 779A. 

Helánico, 834C. 

Helénicas (obra de Jenofonte), 
845E. 

helenos, cf. griegos. 

Helesponto, 851A. 

Helicón, 748F, 749C, 763E, 
TISA-B. 

Heliodoro (historiador), 849C. 

Heliodoro (suegro de Demóste- 
nes), 847C. 

Hera, 751D, 777D. 

Heracles, 750A, 751D, 752B, 
754D, 757D, 761D, 762C, 
716E, 785E, 790B, 816C, 
819D, 826C. 

Heraclidas, 772E. . 

Heráclito, 755D, 787C. 

Hercina, 771F. 

Herman, 835F, 

Hermes, 757B, 777B, D, 834C- 
D, 835B, 844B; — Agoreo, 
844B. 

Hermias, 809B, C. 

Hermipo, 849C. 

Hermón, 822E. 

Herodes, 833D. 

Heródoto, 785B, 826E. 

Hesíodo, 753A, 756F, 763E, 
781B. 

Hestia Bulea, 836F. 

Hestiea, 773E. 

Higiea, 839D, 


524 


Himereo, 846C, 

Hipérbolo, 826D. 

Hiperides, 810D, 837D, 840F, 
844r, 846A, 846C, 848D, 
849E, 850A, E. 

Hipias, 838A, 839B. 

Hipo, 773B. 

Hipócrates (estratego), 833D. 

Hipócrates, palestra de, 837E. 

Hipodamo, 8344. 

Hipólito, 778A. 

Hipóloco, 767F. 

Hipotas, 775A-B. 

Homero, 750F, 757B, E, 761B, 
769A, 776E, 788B, 793F, 
801D, 809E, 810B, 837D. 

Homicida, cf. Afrodita. 

Hospitalario (Zeus), 766C. 


Ibis, 843E; cf. Licurgo (orador 
ateniense). 

Ictino, 802A. 

Ificrates (general ateniense), 
788D, 801F, 812F, 836D. 

liso, 749A. 

Ilitía, 758A. 

Iris, 765E. 

Iseo, 837D, 839E, 844B-C. 

Ismenias, 823E, 843E. 

Ismenodora, 749D-750A, 753C, 
754E-F, 755A-B, D, 756A, 
77D. 

Isócrates, 836C, E, 838C-D, 839B, 
D, 840B, 841B, 844B-C, 845D, 
848C-D; cf. Areopagítico, 
Panatenaico, Panegírico. 


MORALIA 


Ístmicos (Juegos), 773A. 
Italia, 786D, 794E, 821D, 835E. 
Konia (Atenea), 774F. 

Ixión, (766A), 777E. 


Jantipo, 835C. 

Jardin (escuela de Epicuro), 
789B. 

Jasón (de Feras), 817F. 

Jenéneto, 803D. 

Jenócrates, 769D, 842B. 

Jenófanes, 763D. 

Jenofonte, 784E, 786E, 809B, 
817D, 832C, 845E; cf. Helé- 
nicas, Recuerdos de Sócrates. 

Jerjes, 792C. 

jonio (modo musical), 822B. 

Justicia, 781B. 


Lacedemonia, 773E, 789E, 795E, 
801B, 832F, 833E. 

lacedemonios, 749B, 761D, 773E- 
F, 774B-D, 775B-C, E, 804E, 
816E, 834B, 837. 

Laconia, 767A, 817E, 846B. 

laconio, 827B, 

Lácrito, 837D. 

Lada, 804E. 

Laertes, 788B. 

Lagisca, 839B. 

Lais, 750D, 759E, 767F. 

Lámaco, 819C, 822D, E, 845C. 

Lamia, 846D. 

Lamiaca, guerra, 849F. 

Lampis (naviero), 787A. 

Lampón, 789B, 812D. 


ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Laodamía, 843B. 

Laques (nieto del siguiente), 
847D, 851D. 

Laques (padre de Demócares), 
847C, 850F, 851D. 

Layo, 750B. 

Lebadea, 771F, 849A. 

Lelio, 806A. 

Lemnos, 755C. 

Leneas, 839D. 

Leócares, 838D. 

Leócrates, 843E. 

Leodamante, 837D, 840B. 

Leógoras, 834B, E. 

León de Bizancio, 804A. 

Leontinos, 834D, 836F, 837F. 

Leoprepes, 785A. 

Leóstenes, 803A, 849F, 

Leucócomas, 766C. 

Leucomántide, [766C]. 

Leucónoe, 847C-D, 850F, 851D. 

Leuctra, 773B-C, 774C-D, 786D, 
808B. 

Leyes (obra de Platón), 827E. 

Libia, 806C. 

Licas, 823E. 

Liceo, 790D, 841D, 852C. . 

Licofrón (hijo de Licurgo), 
843A, C, F, 851F. 

Licofrón (nieto del anterior), 
843A, 

Licofrón (padre de Licurgo), 
841A, 852A, E. 

Licomedes, 843E, 852A. 

Licurgo (abuelo del orador), 
841A, 843E, 852A. 


525 


Licurgo (hijo del orador), 843A, 
F, 

Licurgo (orador ateniense), 841A, 
E-F, 842E, 843C, E, 848D, 
F, 852A-B, D-E; cf. Ibis. 

Licurgo (legislador espartano), 
789E, 795E, 810D, 827B. 

lidio (modo musical}, 822B. 

lidios, 813E. 

Lisandra, 749B, 752D. 

Lisandro, 795E, 805F, 823E, 
843B. 

Lisanias, 835C. .- 

Lisias, 832E, 833A, 835B-C, 
836C-D, F, 837F, 839E, 
848C. 

Lisicles (estratego), 843D, 848F. 

Lisicles (hijo de Afareo), 839D. 

Lisímaco (arconte), 836F. 

Lisímaco (litigante con Isócra- 
tes), 839C. 

Lisímaco (rey de Tracia), 851E. 

Lisímaco (general de alejandro), 
821A, 823A. 

Lisio, 839D. 

Lisistrato,839D. 

Lisónides, 833B. 

Livio Druso, 800E. 

locros, 851B. 

Loquía, 758A. | 

Lüculo, 782F, 785F, 786A, 792B, 
805E. | 


Macedonia, 849C. 
macedonios, 846D, F, 847A, C, 
849A, C. 


526 


Madre de los dioses (Cibeles), 
758E, 763B. 

Magnesia, 844B, 847A. 

magos, 820D. 

mamertinos, 815E. 

Mantias, 801B. 

Mantinea, 761D, 804E, 845E. 

Maratón, 814C. 

Marcial, 770E-F. 

Marco (hermano de Lúculo), 
792C. 

Mario, 806C, D. 

Masinisa, 791E, F. 

Mausolo, 838B. 

Máximo, 805F, 

Mecenas, 759F-760A. 

Medeo (descendiente de Licur- 
go), 843B. 

Medeo (hijo del anterior), 843B. 

Médicas, Guerras, 828D, 832F. 

medo, 828E. 

Megaclides, 839C. 

Mégara, 754E, 835F, 848A. 

megareos, 812D, 851B. 

Melanípides, 758C. 

Melanipo, 760C. 

Melantio, 842E. 

Meleagro, 761D. | 

Meliso (aldea de Corinto), 772E. 

Meliso (padre de A 772E- 
7734, 

Mélite, 843B. 

Memorabilia, cf. Recuerdos de 
Sócrates. 

Menandro (comediógrafo), 763B, 
801C, 853A-B, D-F, 854A-C. 


MORALIA 


Menandro (rey de Bactria), 821D. 

Meneclides, 805C. 

Menécrates, 797C. 

Menémaco, 798A, 809A (pl.). 

Menesecmo, 842E-F, 843D, 
846C. 

Menipo, 812D. 

Mercado de la Habas, 837C. 

Mesene, 817E. 

Mesenia, 817E, 829B. 

mesenios, 851B. 

Metanira, 836B. 

Metapontio, 760C. 

Metelo, 806D. 

Metíoco, 811E. 

Metone, 851A, 

Metroo, 842F, 

Mícilo, 830C. 

Midias (de Anagirunte), 785C, 
844D, 850B. 

Midias (hijo del anterior), 850B. 

Miedo, 763C. 

Milcíades, 800B. 

Milecia, 773B. 

Mileto, 753D, 814B, 845C. 

Minos, 776E. 

Mirón, 780E. 

Mirrina, 849D. 

Mirrinunte, 836F. 

mitileneos, 763E. 

Mitridates, 809C. 

Mnesifilo, 795C. 

Mumio, 816C. 

Muniquia, 754B, 850D. 

Musas, 748F, 749B-C, 757B, 
758F, 762F, 777D, 787B. 


INDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Musonio, 830B. 


Nabis, 809E, 817E. 

Naco, 838C, 839D. 

Nausicles, 844F. 

Neera, 836B. 

Neoptólemo (actor), 844F. 

Neoptólemo (hijo de Anticles), 
843F. 

Nerón, 810A, 815D. 

Nesiotes, 802A. 

Néstor (rey de Pilo) 788B, 
789E, F, 795B, 810B. 

Néstor (sobrenombre de Anti- 
fonte), 832E. 

Nicérato, 823E. 

Nicias, 786B, 802C, 808A, 819C, 
835D. 

Nicocles, 804E, 838A. 

Nicocreonte, 838F. 

Nicófanes, 848D. 

Nicóstrata, 775B, 843C. 

Nicóstrato, 760A-B. 

ninfas, 772B. 

Nino, 753D-E. 

Nióbidas (hijos de Nfobe), 760E, 

Noto, 831E. 

Numa, 790B. 


Odiseo, 808C, 831D. 
Olimpia, 799E, 836D, 845C. 
Olimpieo, 839B. 

olintios, 845C-E. 

Olinto, 842C, 851A. 

Ollas (fiesta de las), 841F. 
Once, 834A, 842F, 848A. 


527 


Ónfale, 785E. 
Onomacles, 833F. 
Orcómeno, 771F, 774F. 
Óreo, 773E-774A, 848A. 
Orestes, 810F. 

Orfeo, 761E. 

Oromasda, 780D. 
Orsilao, 825B. 

Ortigia, 773B. 

Osiris, 763D. 


Palene, 833E. 

Pambeocias (fiestas), 774F. 

Pámenes, 761B, 805E, F. 

Pan, 758E. 

Panatenaico (discurso de Isó- 
crates), 837F. 

Panatenaico (estadio), 841D, 
852C. | 

Pandiónide, 851A. 

Panecio, 777A, 814C. 

Panegírico (discurso de Isócra- 
tes), 837B, F. 

Paraciptusa, 766C-D. 

Páralo (nave), 785C, 811D. 

Pardalas, 813F, 825C. 

Parménides, 756E. 

Patras, 831A. 

Patrocles, 846C. 

Patroclo, 821A. 

Paulo, 810B. 

Peania, 844A, 846D, 850F. 

Pegaso, 807E. 

Peleo, 788B. 

Pélope, 837E. 

Pelópidas, 774C-D, 808E, 819C. 


528 


peloponesios, 772C, 851B. 

Peloponeso, 772D, 84] E. 

Pémptides, 755E, 756A-B, 757C, 
759A, 760E, 761B. 

Peonia, cf. Atenea. 

Pérgamo, 815D. 

Periandro, 768F. 

Pericles, 776B, 777A, 784E, 
789C, 790C, 795C, 800B, 
802B, C, 803A, B, E, 805C, 
808A, 810D, 811C, E, 812C, 
E, 813D, 818D, 826D, 828B, 
832D, 835C. 

persas, 815E, 820D, 821E, 826E, 
829C, 847C. 

Persia, 780C. 

Petreo, 815D, 

Pidna, 851A. 

Pilos, 829C. 

Pindaro, 751D, 757F, 776C, 
771D, 780C, 783A, 804D, 
807C. 

Pireo, 803A, 842A, 849A, D, 
851A. 

Pirro, 794D-E. 

Pisa, 837E. 

Pisandro (obra de Platón el co- 
mediógrafo), 833C. 

Pisias, 749C, E-F, 752B-E, 753C, 
754C, E, 755B-C, 756A, 771D. 

Pisistrato, 794E.F. 

Pistias, 843A, | 

Pítaco de Lesbos, 763E, 810D, 
820D. 

Pitágoras, 777A. 

Pitarato, 847E, 851D. 


MORALIA 


Piteas, 802E, 804B, 846C. 
Pitia, 759B, 763A, 784B, 828D. 
Pitíada, 792F 

Pito (Delfos), 773C. 

Pitolao, 768F. 

Pitón, 816E. 

Plátane, 838A, C, 839B. 

Platea, 803B, 814C. 

Platón (comediógrafo), 801A, 
833C; cf. Pisandro. 

Platón (filósofo), 749A, 751D- 
E, 758D, 759E, 762A, 763E, 
764A, 767D, 769D, 777A, 
779B, D, 781F, 786D, 791B, 
801D, 806F, 808D, 817C, 
820A, 822B, 827A, B, E, 
828F, 836B-C, F, 840B, 
841B, 844B-C, 845E, 848D; 
cf. Fedro, Leyes. 

Plutarco, 792F, 

Podargo, 767A. 

Polemarco, 835D, 835F. 

Polemón de Atenas, 780D. 

Políade, cf. Atenea. 

Polibio, 791A, F, 814C. 

Policleto, 780E. 

Polideuces, 777B. 

Polieo, cf. Zeus. 

Polieucto (escultor), 847A. 

Polieucto (político), 803E, 841E, 
844F, 846C-D. 

Polo (actor), 785B, 816F, 848B. 

Pompeo, 839C. 

Pompeyo, 779A, 785F, 786A, 
791A, 800D, 804E, 805C, 
806A, B, D, 810C, 815E, F. 


INDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Posidón, 773A, 842A, 843B-C, 
843E, 846F, 849B; — Erec- 
teo, 843B-C. 

Posidonio, 7774. 

Praxíteles (arconte), 835D. 

Praxíteles (escultor), 843F. 

Preneste, 816A. 

Pritaneo, 843C, 847D-E, 850F, 
851D, F, 852E. 

Probalinto, 840C. 

Pródico, 791E, 836F. 

Pronoia, cf. Atenea. 

Propreto, 777D. 

Próteas, 760C. 

Protesilao, 761E. 

Protógenes, 749B, 750A-C, 751B, 
751D, 752A, C, 753A-B, 
755C. 

Próxeno, 850D-E. 

Publio Nigidio, 797D. 

Pueblo (personaje de comedia), 
8014. 


Querefonte, 843E. 

Querondas, 837E, 842F, 

Queronea, 803D, 837E, 838B, 
840C, 845F, 848C, F, 849A, 
851A. 

Quíos, 813A, 837B-C. 


Ramnunte, 832C, 834A. 

Recuerdos de Sócrates (obra de 
Jenofonte), 832C. 

Regio, 833D. 

Roca del Cuervo, 776E. 


529 


Rodas, 813D, 815D, 840C-D. 

rodios, 840D-E, 850A. 

Roma, 768A, 771A, 786D, 795D, 
797A, 805E, 806D, 816B, 
820B, 830B. 

romanos, 762F, 800D, 5801, 
804F, 814C, 820E, 828C. 

Rutilio, 830B. 


Sabino, 770D, 770F-7714A. 

Sabino (hijo del anterior), 771C. 

Safo, 751D, 762F-763A. 

Salaminia, 811D. 

Samos, 753D, 837C, 840E, 
(847C). 

Sardes, 813E, 825D. 

Sátiro, 847A. 

Seleuco (I Nicátor), 790A, 823C. 

Semíramis, 753D. 

Semónides, 790F. 

Sibaris, 835D. | 

Sicilia, 773B, 779B, 802D, 816D, 
831F, 834D, 835E. 

sicineta, 813F. 

Sidón, 837E. 

Sila, 786D, 791A, 804E-F, 805F, 
806C, D, 815F, 816A. 

Sileno, 835B. 

Símaco, 843B. 

Simias, 805C. 

Simón (zapatero), 776B. 

Simón (padre de Lisandra), 
749B. 

Simónides, 783E, 784B, 785A, 
786B, 807B, 809B. 

Sinato, 768B. 


530 


Sínorix, 768B-D. 

Siracusa (ciudad de Sicilia), 
773B, 825C, 833B, 835C, 
836F, 844C. 

Siracusa (hija de Arquias), 
773B. 

siracusanos, 835C, 

Sirte, 820C. 

Soclaro, 749B, 755C-D, 763F, 
771D., 

Sócrates (esposo de Calisto), 
843B. 

Sócrates (filósofo), 762D, 796D, 
823D, 832C, 835A, 836B, 
838F, 845E. 

Sócrates (padre de Dinarco), 
850B. 

Sócrates (primo de Isócrates), 
838C. 

 Sófilo, 832B, 834A. 

Sófocles, 756E, 758E, 759E, 


760D-E, 761F, 768E, 785A, 


B, 788E, 792A, 802B, 810B, 
839A, 841F; cf. Edipo en 
Colono. 

Solón, 751B-C, 751E, 763D-E, 
769A, 779B, 790C, 794R, 


805D, 807D, E, 810D, 813r, 


823F, 828F. 
Sorcano (?), 776B. 
Sosígenes, 839D. 
Sóstrato, 850B. 
Süplicas, 763C. 


Taletas, 779A. 
Talía, 778C. 


MORALIA 


Taminas, 840F. 

Tántalo, 759F, 803A, 829A (pL), 
837E. 

Tarso, 749B, 

Tasos, 845F. 

Teágenes, 811D, 

Teano, 773C. 

tebanos, 761B, 774C, 775A-B, 
799E, 810F, 811B, 845A, 
C, 847C, 849E, 851B. 

Tebas, 779A, 814B, 847C, 851B. 

Tegea, 774D. 

Télefo, 773B. 

Telémaco, 762E. 

Telesipo, 836E. 

Temis, 819D; — Consejera, 
802B. 

Temístocles (político), 779A, 
795C, 800B, 805C, 806F, 
807A, 808F, 809B, 812B, 
832D. 

Temistocles (sacerdote), 843C. 

Temor, 763C, 

Ténaro, 846B, 848E. 

Ténedos, 828A. 

Teodectes, 837C. 

Teodoro (actor), 816F. . . 

Teodoro (hermano de Isócra- 
tes), 838C, 839D. 

Teodoro (hermano de Próteas), 
760C. 

Teodoro (padre de Isócrates), 
836E, 838B-C. 

Teófanes, 771F, 772A-B, 

Teofrasto (abuelo del siguien- 
te), 843C. 


ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS 


Teofrasto (descendiente de Li- 
curgo), 843C. 

Teofrasto (filósofo), 804A, 842E, 
850C-D. 

Teogénides, 835A. 

Teognis, 777B. 

Teopompo (arconte), 833D. 

Teopompo (historiador), 803B, 
833A, 837C. 

Teopompo (poeta cómico), 839F; 
cf. Teseo. 

Teopompo (rey de Esparta), 779E, 
816E. 

Terámenes, 824B, 836F. 

Terina, 845C. 

Terípides, 844D. 

Terón, 761C. 

Tesalia, 761C, 767F, 797A. 

tesalios, 760F, 815D, 817F, 822E. 

Teseo (comedia de Teopompo), 
839F. 

Tespias, 749B, D, 771D. 

tespieos, 748F, 755A, 773B. 

Tiberio César, 794B. 

Tiburones (Lamias), 853B. 

Tideo, 810B. 

Timarco (acusado por Esqui- 
nes), 840E, 841A, 

Timarco (escultor), 843F. 

Timesias de Clazómenas, 812A. 

Timocles, 845B. 

Timócrates, 844C, 845E. 

Timoleón, 808A, 816D. 

Timotea, 843B. 

Timoteo (general ateniense), 
788D. 


531 


Timoteo (poeta), 795D, 836D, 
837C, 838D. 

Tindáridas, 790D. 

Tirreno, 825C. 

Tisbe, 775A. 

tisbeos, 775A. 

Tisias, 835D, 836F. 

Titono, 792E. 

Titora, 749B. 

Tolomeo, 823C, 851E. 

Toras, 834B. 

Tracia, 761A, 844C. 

tracios, 808C. 

Trasea, 810A. 

Trasibulo, 835A, 835F. 

Trasideo, 835F. 

Treinta (Tiranos), 833A-B, 834F, 
835E, 836B, F, 840A, 841B. 

Tría, 845A. 

Triptólemo, 829A. 

Trofonio, 772A. 

Trompeta (escultura), 820B. 

Troya, 788B. 

Tucídides (hijo de Méelesias), 
802C, 

Tucídides (historiador) 783E, 
797B, 802B, 803B, 832E, 
844B, 

Turios, 812D, 835D, 849B. 


Urania, 777D. 
Útica, 781D. 


Vespasiano, 770C, 771C. 


Yolao, 754E, 761E. 
Yolas, 849F. 


532 MORALIA 


Yugurta, 806D. 789D; — Consejero, 801E, 
819D; — Polieo, 789D, 792F; 

Zenón (filósofo estoico), 830D. — Protector de la Ciudad, 
Zeto, 844C, 819D; — Protector de la 
Zeus, 749D, 752C, 753C, E, Propiedad, 828A; — Rey, 
756B-C, 757E, 758C, 760B, 771F; — Salvador, 830B, 
761C, 763A, 771E, 781B, 846D; cf. Familiar, Hospi- 


788D, 793C, 794B, 801D, talario. 
831D, 839B, 846D; — Ago-  Zeuxipo, 749B, 755B, 758C-D, 
reo, 789D, 792F; — Buleo, 762C, 767C, 769E, 771D. 


ÍNDICE GENERAL 


Págs. 
ERÓTICO $ d 9 $$) $9299 » 9 * * 9 "3*3 9*8 $ 6$ * € * 4 4 90 9" " E 29 9 93 9 * E 7 
Introducción ..... m Miles isse as 9 
Erótico ........ E E A T E E 41 
NARRACIONES DE AMOR ososussresarereresecress 125 
INTOCUCCIÓN ¿estaria eese A27 
Narraciones de amor ...... csse 133 
SOBRE LA NECESIDAD DE QUE EL FILÓSOFO CONVERSE 
ESPECIALMENTE CON LOS GOBERNANTES ......... 145 
Introducción ........... TUE 147 
Sobre la necesidad de que el filósofo converse 
especialmente con los gobernantes ........... 167 
À UN GOBERNANTE FALTO DE INSTRUCCIÓN. ,....... 183 
Introducción ...... TUTTO TTE 185 
A un gobernante falto de instrucción ............ 197 


SOBRE SI EL ANCIANO DEBE INTERVENIR EN POLÍTICA. 209 


Introducción. ........... a 211 
Sobre si el anciano debe intervenir en política ... 229 


534 MORALIA 


Págs. 

CONSEJOS POLÍTICOS 0... ooooooooomoneranarnanaros 279 
INTTOQUECIÓN o EX aC REG 231 
Consejos políticos ........... o 291 


SOBRE LA MONARQUÍA, LA DEMOCRACIA Y LA OLI- 


GARQUIA 4524 mu Rs 381 

Introdución ode Ce ee exer wea S. 383 
Sobre la monarquía, la democracia y la oligar- 

77/7 ERE PT TOP G7 

LA INCONVENIENCIA DE CONTRAER DEUDAS ........ 393 

IMTOdUCCIÓN ¿eii ad , 395 

La inconveniencia de contraer deudas .......... 401 

VIDAS DE LOS DIEZ ORADORES ,.. +... ooo. oo. o ooo... 417 

Introducción ...... TETTE TOC 419 

Vidas de los diez oradores .......oooooooocco. . 431 


COMPARACIÓN DE ARISTÓFANES Y MENANDRO (EX- 


TRACTO aliada dS aas paccm e. 497 
Inttodu6clón «32992 docs rc 499 
Comparación de Aristófanes y Menandro........ 505 


ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS ..... 0... ooo oooomooo.. 513